TEMA 3. NUTRICION, CULTIVOS Y PRODUCCION VEGETAL.
La producción vegetal depende fundamentalmente de la disponibilidad de agua y
nutrientes. Cuando falta algún elemento esencial supone una merma importante de la
función de las plantas.
1. El suelo como fuente de recursos y sostén de ecosistemas.
Las plantas necesitan el suelo para adquirir nutrientes minerales y agua. Es un recurso
limitado, que está vivo y es necesario para sostener el crecimiento de las plantas.
La productividad de los cultivos solo puede mantenerse si el suelo recupera los
nutrientes que han sido removidos.
Ej. Los cereales son plantas extractoras y para mantener el cultivo es necesario
recuperar los niveles del nutriente.
El perfil típico de un suelo, donde pueden observarse distintos
horizontes de diferente composición y propiedades.
Estos horizontes están influenciados por la biosfera y la rizosfera, que
mantiene la fertilidad del suelo en las capas más superficiales a
diferencia de las capas profundas que son más rocosas y pobres.
Además existe una heterogeneidad en la composición y estructura
del suelo, que prácticamente les hace ser ejemplares únicos.
En una zona acotada de no mucha distancia podemos encontrar
un gradiente de diferentes suelos y esto impone un problema a la
hora de utilizar los suelos.
Los suelos están en constante cambio por la acción de múltiples
factores abióticos
(meteorización) y bióticos (microflora, vegetación, animales) con interacciones en la
pedogenesis (formación de suelo).
Los suelos están formados por muchos materiales y el material originario mineral
determina las características del suelo.
Los suelos se clasifican en función del tamaño de las partículas.
Arcillas tiene una capacidad de retención del agua quizá excesiva, cuando se
hidratan aumentan el volumen y los poros de colapsan. Se da una agregación y
puede haber situaciones de encharcamiento del suelo.
Los arenosos puede tener problemas de déficit hídrico por el tamaño del poro se
pierde el agua.
Los suelos limosos son los más fáciles de arar y poseen una gran capacidad de
retención de agua.
El suelo esta formado por partículas minerales y
diversas sustancias orgánicas, generadas por la
degradación de restos de plantas, animales y
microflora que aporta nutrientes al suelo.
Un suelo rico en materia orgánica es capaz de
mantener una estructura adecuada para el desarrollo
vegetal, capaz de retener más humedad, mantener
la actividad biológica y aporta nutrientes.
En el suelo mineral la estructura del suelo no es
adecuada para el crecimiento vegetal, el desarrollo
de la raíces esta muy limitado.
, Para aumentar el contenido de materia orgánica de un suelo se pueden realizar
enmiendas mediante la aplicación de abonos orgánicos (mantillo, estiércol) o
preparados de ácidos húmicos artificiales.
La agregación de las
partículas de suelo da lugar
a la estructura del suelo,
esencial para la fertilidad.
Cuando se riega, el agua se
mete entre las partículas y
según se va secando el
agua queda atraído por el
potencial del suelo a las
partículas. Si el potencial
hídrico del suelo es bajo, la retención del agua será menor.
Las prácticas agrícolas como el arado son fundamentales para mantener la fertilidad
del suelo. Si no se hace nada en el suelo, el agua superficial se evapora y arrastrara a
la que esta debajo pero con el arado se rompe esta continuidad y ayuda a que el
suelo debajo del arado se mantenga húmedo.
2.Elementos minerales esenciales
Se definen nutrientes esenciales y beneficiosos, en función de su relevancia respecto al
metabolismo vegetal.
Varios elementos solo están disponibles en estados oxidados y han de reducirse para
ser utilizados: N como NO-3 y N2, el S como SO4-2.
Estos elementos tienen que asimilarse y por tanto reducirse e incorporarse a los
compuestos orgánicos de la planta. La energía necesaria para la absorción y
asimilación de los nutrientes la aporta la fotosíntesis.
La producción vegetal depende fundamentalmente de la disponibilidad de agua y
nutrientes. Cuando falta algún elemento esencial supone una merma importante de la
función de las plantas.
1. El suelo como fuente de recursos y sostén de ecosistemas.
Las plantas necesitan el suelo para adquirir nutrientes minerales y agua. Es un recurso
limitado, que está vivo y es necesario para sostener el crecimiento de las plantas.
La productividad de los cultivos solo puede mantenerse si el suelo recupera los
nutrientes que han sido removidos.
Ej. Los cereales son plantas extractoras y para mantener el cultivo es necesario
recuperar los niveles del nutriente.
El perfil típico de un suelo, donde pueden observarse distintos
horizontes de diferente composición y propiedades.
Estos horizontes están influenciados por la biosfera y la rizosfera, que
mantiene la fertilidad del suelo en las capas más superficiales a
diferencia de las capas profundas que son más rocosas y pobres.
Además existe una heterogeneidad en la composición y estructura
del suelo, que prácticamente les hace ser ejemplares únicos.
En una zona acotada de no mucha distancia podemos encontrar
un gradiente de diferentes suelos y esto impone un problema a la
hora de utilizar los suelos.
Los suelos están en constante cambio por la acción de múltiples
factores abióticos
(meteorización) y bióticos (microflora, vegetación, animales) con interacciones en la
pedogenesis (formación de suelo).
Los suelos están formados por muchos materiales y el material originario mineral
determina las características del suelo.
Los suelos se clasifican en función del tamaño de las partículas.
Arcillas tiene una capacidad de retención del agua quizá excesiva, cuando se
hidratan aumentan el volumen y los poros de colapsan. Se da una agregación y
puede haber situaciones de encharcamiento del suelo.
Los arenosos puede tener problemas de déficit hídrico por el tamaño del poro se
pierde el agua.
Los suelos limosos son los más fáciles de arar y poseen una gran capacidad de
retención de agua.
El suelo esta formado por partículas minerales y
diversas sustancias orgánicas, generadas por la
degradación de restos de plantas, animales y
microflora que aporta nutrientes al suelo.
Un suelo rico en materia orgánica es capaz de
mantener una estructura adecuada para el desarrollo
vegetal, capaz de retener más humedad, mantener
la actividad biológica y aporta nutrientes.
En el suelo mineral la estructura del suelo no es
adecuada para el crecimiento vegetal, el desarrollo
de la raíces esta muy limitado.
, Para aumentar el contenido de materia orgánica de un suelo se pueden realizar
enmiendas mediante la aplicación de abonos orgánicos (mantillo, estiércol) o
preparados de ácidos húmicos artificiales.
La agregación de las
partículas de suelo da lugar
a la estructura del suelo,
esencial para la fertilidad.
Cuando se riega, el agua se
mete entre las partículas y
según se va secando el
agua queda atraído por el
potencial del suelo a las
partículas. Si el potencial
hídrico del suelo es bajo, la retención del agua será menor.
Las prácticas agrícolas como el arado son fundamentales para mantener la fertilidad
del suelo. Si no se hace nada en el suelo, el agua superficial se evapora y arrastrara a
la que esta debajo pero con el arado se rompe esta continuidad y ayuda a que el
suelo debajo del arado se mantenga húmedo.
2.Elementos minerales esenciales
Se definen nutrientes esenciales y beneficiosos, en función de su relevancia respecto al
metabolismo vegetal.
Varios elementos solo están disponibles en estados oxidados y han de reducirse para
ser utilizados: N como NO-3 y N2, el S como SO4-2.
Estos elementos tienen que asimilarse y por tanto reducirse e incorporarse a los
compuestos orgánicos de la planta. La energía necesaria para la absorción y
asimilación de los nutrientes la aporta la fotosíntesis.