NOVECENTISMO Y GEN.14
Durante las primeras décadas del siglo XX, España experimenta una profunda crisis de
valores: los ideales de progreso y libertad prometidos en el siglo XIX no se cumplen y, junto
al descontento tras la Primera Guerra Mundial, surge un rechazo al mundo burgués y
materialista. Este ambiente de desilusión impulsa a los jóvenes a buscar un arte nuevo y
renovador, dando lugar al novecentismo o Generación del 14. Este movimiento, situado
entre el modernismo, la Generación del 98 y las vanguardias, está formado en gran medida
por universitarios y conocedores de la cultura extranjera, que se distinguen por su
racionalismo, antirromanticismo y la defensa del “arte puro” (arte por el arte), dirigido a una
élite culta y no al gran público.
En la prosa, el novecentismo se manifiesta en dos tendencias principales. Por un lado, la
novela lírica apuesta por un estilo muy elaborado y formalmente perfecto, como se aprecia
en obras de Gabriel Miró (El obispo leproso). Por otro lado, la novela intelectual pone en el
centro la reflexión y el análisis, destacándose la obra de Ramón Pérez de Ayala ( Prometeo
intelectual). También, el ensayo se consolida como un género clave para la expresión de
ideas, con figuras destacadas como Manuel Azaña, Eugenio d’Ors y José Ortega y Gasset,
cuyo trabajo (como, La rebelión de las masas) difunde las inquietudes y el espíritu crítico de
la época.
En la poesía, la figura fundamental es la de Juan Ramón Jiménez, quien desarrolla una
obra personal y renovadora que marcará a generaciones futuras. Su poesía se divide en
tres etapas:
1. Etapa sensitiva o intimista: Influenciada por el simbolismo y el modernismo,
esta fase se caracteriza por una expresión emocional y subjetiva. Elejías
2. Etapa intelectual o de “poesía pura”: En esta fase, el poeta depura su
lenguaje, eliminando adornos para concentrarse en la claridad y perfección formal. Diario de
un poeta recién casado.
3. Etapa suficiente o verdadera: Finalmente, Juan Ramón Jiménez se adentra
en una búsqueda interior de lo absoluto y la eternidad, hallando en sí mismo la respuesta a
lo divino. Dios deseado y deseante.
También escribió la prosa poética Platero y yo.
En definitiva, la generación del 14 supone una renovación total del arte que influirá en
generaciones literarias posteriores como la del 27 y forma parte de ese esplendor cultural
que se desarrolla en España desde finales del siglo XIX hasta 1936 y que se conoce como
“Edad de Plata de la literatura española”.
, VANGUARDIAS. Durante las primeras décadas del siglo XX, el desencanto generado por la
pérdida de valores espirituales, el fracaso de los ideales de progreso y el impacto de la
Primera Guerra Mundial impulsó a los jóvenes a rechazar el pensamiento burgués y a
buscar un arte radicalmente nuevo. Así surgieron las vanguardias, un conjunto de
movimientos artísticos que, heredando el espíritu modernista, rompieron con todo lo anterior
para crear un arte innovador y provocador. Las vanguardias se desarrollaron principalmente
en el período de entreguerras (1918–1939) y comparten algunas características esenciales:
- Ruptura total con el pasado: Se desecha todo lo anterior para dar paso a un arte
absolutamente nuevo.
- Antisentimentalismo, antisubjetivismo y antirrealismo: El arte ya no debe reflejar la
realidad ni las emociones individuales.
- Irracionalismo: Se apuesta por lo ilógico y lo absurdo, dejando a un lado la razón.
- Libertad creativa: No existen reglas preestablecidas; el creador es libre para
experimentar y mezclar diferentes artes.
- Experimentalismo: Se utilizan técnicas innovadoras y se incorporan elementos
cotidianos para lograr obras originales.
Entre los movimientos más destacados se encuentran:
1. Futurismo: Surgió en Italia por Filippo Marinetti, exaltó la modernidad, la máquina y
la violencia, y propuso la destrucción del pasado para adoptar el dinamismo y la
energía de la era moderna.
2. Cubismo: Originado en la pintura con figuras como Picasso, el cubismo introdujo la
idea de la simultaneidad de visiones. En la poesía, se crearon caligramas, como los
promovidos por Apollinaire.
3. Dadaísmo: Nacido en Zurich con Tristan Tzara, el dadaísmo rechazó la lógica y la
razón, impulsando el azar, el absurdo y la destrucción de convenciones artísticas
anteriores.
4. Surrealismo: Surgido en Francia a partir del dadaísmo, liderado por André Breton, el
surrealismo buscó liberar al ser humano, el subconsciente y los sueños, influyendo
decisivamente en el arte. Se utilizan metáforas irracionales.
5. Creacionismo: Propuesto por Vicente Huidobro en Paris, el poeta debe crear una
realidad nueva mediante metáforas que se distinga radicalmente de la mera
imitación de la naturaleza.
6. Ultraísmo: Surgido en España, pretendió eliminar sentimientos y lógica en la poesía,
utilizando la yuxtaposición de imágenes sorprendentes y, a veces, eliminando la
puntuación.
● En España, las vanguardias se desarrollan en dos etapas:
1. Primera etapa (1918–1925): Marcada por la deshumanización del arte, en la
que predominan el ultraísmo y el creacionismo.
2. Segunda etapa (1925–1930): Se produce una rehumanización, con una
vuelta a la expresión de contenidos humanos a través del surrealismo. Después , las
tensiones políticas de los años 30 provocan que se disuelvan las vanguardias.
n definitiva, las vanguardias suponen una ruptura con el arte anterior, una renovación total
E
del arte que influirá en generaciones literarias posteriores tan importantes como la del 27.
Durante las primeras décadas del siglo XX, España experimenta una profunda crisis de
valores: los ideales de progreso y libertad prometidos en el siglo XIX no se cumplen y, junto
al descontento tras la Primera Guerra Mundial, surge un rechazo al mundo burgués y
materialista. Este ambiente de desilusión impulsa a los jóvenes a buscar un arte nuevo y
renovador, dando lugar al novecentismo o Generación del 14. Este movimiento, situado
entre el modernismo, la Generación del 98 y las vanguardias, está formado en gran medida
por universitarios y conocedores de la cultura extranjera, que se distinguen por su
racionalismo, antirromanticismo y la defensa del “arte puro” (arte por el arte), dirigido a una
élite culta y no al gran público.
En la prosa, el novecentismo se manifiesta en dos tendencias principales. Por un lado, la
novela lírica apuesta por un estilo muy elaborado y formalmente perfecto, como se aprecia
en obras de Gabriel Miró (El obispo leproso). Por otro lado, la novela intelectual pone en el
centro la reflexión y el análisis, destacándose la obra de Ramón Pérez de Ayala ( Prometeo
intelectual). También, el ensayo se consolida como un género clave para la expresión de
ideas, con figuras destacadas como Manuel Azaña, Eugenio d’Ors y José Ortega y Gasset,
cuyo trabajo (como, La rebelión de las masas) difunde las inquietudes y el espíritu crítico de
la época.
En la poesía, la figura fundamental es la de Juan Ramón Jiménez, quien desarrolla una
obra personal y renovadora que marcará a generaciones futuras. Su poesía se divide en
tres etapas:
1. Etapa sensitiva o intimista: Influenciada por el simbolismo y el modernismo,
esta fase se caracteriza por una expresión emocional y subjetiva. Elejías
2. Etapa intelectual o de “poesía pura”: En esta fase, el poeta depura su
lenguaje, eliminando adornos para concentrarse en la claridad y perfección formal. Diario de
un poeta recién casado.
3. Etapa suficiente o verdadera: Finalmente, Juan Ramón Jiménez se adentra
en una búsqueda interior de lo absoluto y la eternidad, hallando en sí mismo la respuesta a
lo divino. Dios deseado y deseante.
También escribió la prosa poética Platero y yo.
En definitiva, la generación del 14 supone una renovación total del arte que influirá en
generaciones literarias posteriores como la del 27 y forma parte de ese esplendor cultural
que se desarrolla en España desde finales del siglo XIX hasta 1936 y que se conoce como
“Edad de Plata de la literatura española”.
, VANGUARDIAS. Durante las primeras décadas del siglo XX, el desencanto generado por la
pérdida de valores espirituales, el fracaso de los ideales de progreso y el impacto de la
Primera Guerra Mundial impulsó a los jóvenes a rechazar el pensamiento burgués y a
buscar un arte radicalmente nuevo. Así surgieron las vanguardias, un conjunto de
movimientos artísticos que, heredando el espíritu modernista, rompieron con todo lo anterior
para crear un arte innovador y provocador. Las vanguardias se desarrollaron principalmente
en el período de entreguerras (1918–1939) y comparten algunas características esenciales:
- Ruptura total con el pasado: Se desecha todo lo anterior para dar paso a un arte
absolutamente nuevo.
- Antisentimentalismo, antisubjetivismo y antirrealismo: El arte ya no debe reflejar la
realidad ni las emociones individuales.
- Irracionalismo: Se apuesta por lo ilógico y lo absurdo, dejando a un lado la razón.
- Libertad creativa: No existen reglas preestablecidas; el creador es libre para
experimentar y mezclar diferentes artes.
- Experimentalismo: Se utilizan técnicas innovadoras y se incorporan elementos
cotidianos para lograr obras originales.
Entre los movimientos más destacados se encuentran:
1. Futurismo: Surgió en Italia por Filippo Marinetti, exaltó la modernidad, la máquina y
la violencia, y propuso la destrucción del pasado para adoptar el dinamismo y la
energía de la era moderna.
2. Cubismo: Originado en la pintura con figuras como Picasso, el cubismo introdujo la
idea de la simultaneidad de visiones. En la poesía, se crearon caligramas, como los
promovidos por Apollinaire.
3. Dadaísmo: Nacido en Zurich con Tristan Tzara, el dadaísmo rechazó la lógica y la
razón, impulsando el azar, el absurdo y la destrucción de convenciones artísticas
anteriores.
4. Surrealismo: Surgido en Francia a partir del dadaísmo, liderado por André Breton, el
surrealismo buscó liberar al ser humano, el subconsciente y los sueños, influyendo
decisivamente en el arte. Se utilizan metáforas irracionales.
5. Creacionismo: Propuesto por Vicente Huidobro en Paris, el poeta debe crear una
realidad nueva mediante metáforas que se distinga radicalmente de la mera
imitación de la naturaleza.
6. Ultraísmo: Surgido en España, pretendió eliminar sentimientos y lógica en la poesía,
utilizando la yuxtaposición de imágenes sorprendentes y, a veces, eliminando la
puntuación.
● En España, las vanguardias se desarrollan en dos etapas:
1. Primera etapa (1918–1925): Marcada por la deshumanización del arte, en la
que predominan el ultraísmo y el creacionismo.
2. Segunda etapa (1925–1930): Se produce una rehumanización, con una
vuelta a la expresión de contenidos humanos a través del surrealismo. Después , las
tensiones políticas de los años 30 provocan que se disuelvan las vanguardias.
n definitiva, las vanguardias suponen una ruptura con el arte anterior, una renovación total
E
del arte que influirá en generaciones literarias posteriores tan importantes como la del 27.
