JOSÉ ORTEGA Y GASSET
Filósofo, ensayista y periodista español del siglo XX. Fundador de la Revista de Occidente. En
política, colaboró con guras como Marañón y Pérez de Ayala en la fundación de la “Agrupación
al servicio de la República”
En su obra El tema de nuestro tiempo, critica los pilares del pensamiento moderno,
especialmente racionalismo e idealismo, pues ambos enfoques se alejan de la vida concreta.
Propone una losofía centrada en la vida concreta del ser humano, en su experiencia real y
personal. Eso da lugar a su propuesta central: el raciovitalismo, una integración de la razón con
la vida. La razón ya no se entiende como abstracta o universal, sino como herramienta al servicio
de la vida concreta del individuo
La vida es la realidad radical, la base de todas las demás realidades. No es abstracción ni algo
meramente biológico, sino el conjunto de vivencias, proyectos, emociones… Es lo que cada uno
hace de sí mismo en su circunstancia.
Su fórmula “yo soy yo y mi circunstancia” resume la idea de que el sujeto (el yo) no puede
separarse del mundo que lo rodea (la circunstancia), y a la vez la circunstancia no tiene sentido
sin el sujeto que la vive. La vida siempre es concreta, situada y se construye en el tiempo.
La vida no tiene esencia ja, es proyecto y devenir. No somos algo ya hecho, sino algo por
hacer. Sin embargo, no partimos de cero: la circunstancia en la que nacemos nos condiciona,
pero nos ofrece un margen de libertad para decidir nuestro camino.
La vida humana es una combinación de fatalidad (no elegimos dónde ni cuándo nacemos) y
libertad (sí elegimos cómo actuar). Por eso la vida se presenta como un problema a resolver:
nadie puede vivir por nosotros y debemos decidir constantemente.
La vida también es futurición, esencialmente orientada hacia el futuro. No vivimos encerrados en
el presente, sino que proyectamos acciones, aspiraciones, planes. Distingue entre el tiempo
cósmico (reloj, presente) y el tiempo humano (el futuro al que nos dirigimos)
Una de sus ideas centrales es el perspectivismo, toda verdad es vista desde un punto de vista.
No existe una verdad absoluta a la que accedemos todos de la misma manera, sino múltiples
verdades parciales que dependen de quién mira, desde dónde y con qué circunstancias.
El raciovitalismo es el núcleo de su sistema losó co: una razón que no se impone sobre la vida,
sino que nace de ella y la sirve. Frente al racionalismo puro, propone una razón vital, que tenga
en cuenta las necesidades, emociones, creencias y circunstancias del ser humano.
De la razón vital deriva la razón histórica, ya que la vida humana es inseparable de su desarrollo
en el tiempo. El hombre no tiene una naturaleza ja, sino que es un ser histórico con gurado por
sus vivencias y la tradición en la que nace. Para entender la vida humana hay que entender la
historia.
- Ideas: pensamientos conscientes, discutibles, que el ser humano adopta deliberadamente
- Creencias: pensamientos asumidos inconscientemente, en los que vivimos inmersos sin
cuestionarlos
Vivimos en un mundo de creencias heredadas, pero el deseo de saber nos hace transformarlas
en ideas. Esta tensión entre ideas y creencias es lo que mueve la historia, entendida como el
proceso de autocomprensión del ser humano
Desarrolla una teoría del tiempo histórico basada en las generaciones. En cada momento
conviven 3: emergente, dominante y declinante. Cada una tiene sus propias ideas y creencias, lo
que hace que en un mismo tiempo histórico haya visiones del mundo distintas.
Esto explica que los hombres de un mismo momento pueden ser contemporáneos pero no
coetáneos: comparten el presente, pero no la misma vivencia generacional. La pluralidad de
visiones permite el avance o retroceso histórico.
fi fi fi fi fi fi fi
Filósofo, ensayista y periodista español del siglo XX. Fundador de la Revista de Occidente. En
política, colaboró con guras como Marañón y Pérez de Ayala en la fundación de la “Agrupación
al servicio de la República”
En su obra El tema de nuestro tiempo, critica los pilares del pensamiento moderno,
especialmente racionalismo e idealismo, pues ambos enfoques se alejan de la vida concreta.
Propone una losofía centrada en la vida concreta del ser humano, en su experiencia real y
personal. Eso da lugar a su propuesta central: el raciovitalismo, una integración de la razón con
la vida. La razón ya no se entiende como abstracta o universal, sino como herramienta al servicio
de la vida concreta del individuo
La vida es la realidad radical, la base de todas las demás realidades. No es abstracción ni algo
meramente biológico, sino el conjunto de vivencias, proyectos, emociones… Es lo que cada uno
hace de sí mismo en su circunstancia.
Su fórmula “yo soy yo y mi circunstancia” resume la idea de que el sujeto (el yo) no puede
separarse del mundo que lo rodea (la circunstancia), y a la vez la circunstancia no tiene sentido
sin el sujeto que la vive. La vida siempre es concreta, situada y se construye en el tiempo.
La vida no tiene esencia ja, es proyecto y devenir. No somos algo ya hecho, sino algo por
hacer. Sin embargo, no partimos de cero: la circunstancia en la que nacemos nos condiciona,
pero nos ofrece un margen de libertad para decidir nuestro camino.
La vida humana es una combinación de fatalidad (no elegimos dónde ni cuándo nacemos) y
libertad (sí elegimos cómo actuar). Por eso la vida se presenta como un problema a resolver:
nadie puede vivir por nosotros y debemos decidir constantemente.
La vida también es futurición, esencialmente orientada hacia el futuro. No vivimos encerrados en
el presente, sino que proyectamos acciones, aspiraciones, planes. Distingue entre el tiempo
cósmico (reloj, presente) y el tiempo humano (el futuro al que nos dirigimos)
Una de sus ideas centrales es el perspectivismo, toda verdad es vista desde un punto de vista.
No existe una verdad absoluta a la que accedemos todos de la misma manera, sino múltiples
verdades parciales que dependen de quién mira, desde dónde y con qué circunstancias.
El raciovitalismo es el núcleo de su sistema losó co: una razón que no se impone sobre la vida,
sino que nace de ella y la sirve. Frente al racionalismo puro, propone una razón vital, que tenga
en cuenta las necesidades, emociones, creencias y circunstancias del ser humano.
De la razón vital deriva la razón histórica, ya que la vida humana es inseparable de su desarrollo
en el tiempo. El hombre no tiene una naturaleza ja, sino que es un ser histórico con gurado por
sus vivencias y la tradición en la que nace. Para entender la vida humana hay que entender la
historia.
- Ideas: pensamientos conscientes, discutibles, que el ser humano adopta deliberadamente
- Creencias: pensamientos asumidos inconscientemente, en los que vivimos inmersos sin
cuestionarlos
Vivimos en un mundo de creencias heredadas, pero el deseo de saber nos hace transformarlas
en ideas. Esta tensión entre ideas y creencias es lo que mueve la historia, entendida como el
proceso de autocomprensión del ser humano
Desarrolla una teoría del tiempo histórico basada en las generaciones. En cada momento
conviven 3: emergente, dominante y declinante. Cada una tiene sus propias ideas y creencias, lo
que hace que en un mismo tiempo histórico haya visiones del mundo distintas.
Esto explica que los hombres de un mismo momento pueden ser contemporáneos pero no
coetáneos: comparten el presente, pero no la misma vivencia generacional. La pluralidad de
visiones permite el avance o retroceso histórico.
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