UNIDAD I: ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO MUNDIAL
ARREGHI: COMPRENDER LA HEGEMONÍA
En primera parte, los conceptos de «imperio» e «imperialismo» es consecuencia sobre todo
de la adopción por parte de la administración Bush de un nuevo programa imperialista a raíz
del 11 de septiembre.
En esta segunda y última parte del artículo ilustraré esas circunstancias utilizando los
conceptos de solución espacial y de acumulación.
I. SOBREACUMULACIÓN Y FINANCIARIZACIÓN
El proceso por el que los Estados capitalistas tienden a experimentar una acumulación de
«dinero superfluo», a la que acompaña la necesidad de aumentar su poder a fin de proteger
una propiedad que crece sin cesar.
Llama la atención sobre el proceso por el que organizaciones capitalistas cada vez más
poderosas se han convertido en agencias de expansión de un sistema de acumulación y
dominio que desde un principio abarcaba una multiplicidad de Estados. Desde esta
perspectiva, el imperialismo de tipo capitalista es un aspecto de las luchas recurrentes en
las que los Estados capitalistas han utilizado medios coercitivos con el fin de inclinar a su
favor los desplazamientos espaciales que lleva consigo la acumulación «sin fin» de capital y
de poder.
CICLO DE ACUMULACIÓN
En primer lugar sugiere que, a escala histórico-mundial, la financiarización ha sido el
resultado de una sobreacumulación recurrente de capital; y en segundo lugar indica que
esta tendencia recurrente a la sobreacumulación y financiarización de capital era evidente
mucho antes de que el capitalismo se vinculara al industrialismo.
Los dos ciclos sistémicos de acumulación sucesivos se solapan en su comienzo y final,
porque las fases de expansión financiera no sólo han sido el «otoño» de importantes
desarrollos del capitalismo mundial, sino también periodos en los que surgía un nuevo
complejo dirigente estatal-empresarial que con el tiempo reorganizaba el sistema, haciendo
así posible una nueva expansión.
Las expansiones materiales y financieras son, unas y otras, procesos de un sistema de
acumulación y dominio que ha ido aumentando a lo largo de los siglos su escala y ámbito
de acción
Las expansiones financieras de importancia sistémica, la acumulación de capital excedente
en forma líquida ha tenido tres efectos principales. El primero el capital excedente
encarnado en terrenos, infraestructuras y medios de producción y comercio en una oferta
creciente de dinero y crédito. El segundo ha privado a los gobiernos y poblaciones de las
rentas antes procedentes de la producción y el comercio. Finalmente, estas expansiones
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, financieras han creado nichos de mercado altamente rentables para los intermediarios
financieros capaces de canalizar la creciente oferta de liquidez hacia las manos de
gobiernos o poblaciones en dificultades financieras.
II. ANTECEDENTES DEL NUEVO IMPERIALISMO
Los ciclos sistémicos de acumulación no presentan la historia del capitalismo como “el
eterno retorno de lo mismo”. Ninguna de las agencias que han promovido la formación y
expansión del capitalismo mundial corresponde al Estado nacional mítico de la teoría
política y social: Génova y las Provincias Unidas.
Como mantiene Arendt, el imperialismo debe considerarse como “la primera etapa del
dominio político de la burguesía más que la última etapa del capitalismo”.
Algunas ciudades-Estado italianas, y en particular Venecia, habían demostrado la viabilidad
de una estrategia capitalista de poder en el contexto europeo de la temprana modernidad.
Las burguesías que controlaban las ciudades-Estado italianas, en cambio, pretendían
acumular poder ampliando su dominio sobre el capital-dinero, absteniéndose de
adquisiciones territoriales a menos que fueran absolutamente esenciales para la
acumulación de capital.
EL ASCENSO DE AMSTERDAM
En el segundo ciclo sistémico de acumulación (holandés), las condiciones para la
prosecución de una estrategia de poder estrictamente capitalista siguieron siendo
favorables. De hecho, los holandeses consiguieron construir a partir del imperio marítimo y
territorial ibérico el sistema de puestos de intermediación e intercambio comercial y de
compañías estatutarias por acciones centrado en Amsterdam que sirvió de base para el
segundo ciclo sistémico de acumulación.
El sistema holandés de acumulación, que ciertamente se benefició más de la paz que de la
guerra después de Westfalia, se había construido mediante la guerra y la ruina del comercio
ibérico hasta ese momento.
EL DOMINIO DE LONDRES
Fue de este contexto del que emergió el Reino Unido como nuevo líder de la acumulación
«sin fin» de capital y de poder mediante una fusión completa del capitalismo e imperialismo.
En la década de 1780, el Reino Unido se convirtió en el principal beneficiario de la
competencia interestatal por el capital en busca de inversión.
El Reino Unido era también el heredero de la tradición imperialista iniciada por los socios
ibéricos de los genoveses, tradición que el “antiimperialismo” de los holandeses y la
estabilización del equilibrio de poder europeo en Westfalia sólo había invertido temporal y
parcialmente
CASTELLS: GLOBALIZACIÓN E IDENTIDAD
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ARREGHI: COMPRENDER LA HEGEMONÍA
En primera parte, los conceptos de «imperio» e «imperialismo» es consecuencia sobre todo
de la adopción por parte de la administración Bush de un nuevo programa imperialista a raíz
del 11 de septiembre.
En esta segunda y última parte del artículo ilustraré esas circunstancias utilizando los
conceptos de solución espacial y de acumulación.
I. SOBREACUMULACIÓN Y FINANCIARIZACIÓN
El proceso por el que los Estados capitalistas tienden a experimentar una acumulación de
«dinero superfluo», a la que acompaña la necesidad de aumentar su poder a fin de proteger
una propiedad que crece sin cesar.
Llama la atención sobre el proceso por el que organizaciones capitalistas cada vez más
poderosas se han convertido en agencias de expansión de un sistema de acumulación y
dominio que desde un principio abarcaba una multiplicidad de Estados. Desde esta
perspectiva, el imperialismo de tipo capitalista es un aspecto de las luchas recurrentes en
las que los Estados capitalistas han utilizado medios coercitivos con el fin de inclinar a su
favor los desplazamientos espaciales que lleva consigo la acumulación «sin fin» de capital y
de poder.
CICLO DE ACUMULACIÓN
En primer lugar sugiere que, a escala histórico-mundial, la financiarización ha sido el
resultado de una sobreacumulación recurrente de capital; y en segundo lugar indica que
esta tendencia recurrente a la sobreacumulación y financiarización de capital era evidente
mucho antes de que el capitalismo se vinculara al industrialismo.
Los dos ciclos sistémicos de acumulación sucesivos se solapan en su comienzo y final,
porque las fases de expansión financiera no sólo han sido el «otoño» de importantes
desarrollos del capitalismo mundial, sino también periodos en los que surgía un nuevo
complejo dirigente estatal-empresarial que con el tiempo reorganizaba el sistema, haciendo
así posible una nueva expansión.
Las expansiones materiales y financieras son, unas y otras, procesos de un sistema de
acumulación y dominio que ha ido aumentando a lo largo de los siglos su escala y ámbito
de acción
Las expansiones financieras de importancia sistémica, la acumulación de capital excedente
en forma líquida ha tenido tres efectos principales. El primero el capital excedente
encarnado en terrenos, infraestructuras y medios de producción y comercio en una oferta
creciente de dinero y crédito. El segundo ha privado a los gobiernos y poblaciones de las
rentas antes procedentes de la producción y el comercio. Finalmente, estas expansiones
1
, financieras han creado nichos de mercado altamente rentables para los intermediarios
financieros capaces de canalizar la creciente oferta de liquidez hacia las manos de
gobiernos o poblaciones en dificultades financieras.
II. ANTECEDENTES DEL NUEVO IMPERIALISMO
Los ciclos sistémicos de acumulación no presentan la historia del capitalismo como “el
eterno retorno de lo mismo”. Ninguna de las agencias que han promovido la formación y
expansión del capitalismo mundial corresponde al Estado nacional mítico de la teoría
política y social: Génova y las Provincias Unidas.
Como mantiene Arendt, el imperialismo debe considerarse como “la primera etapa del
dominio político de la burguesía más que la última etapa del capitalismo”.
Algunas ciudades-Estado italianas, y en particular Venecia, habían demostrado la viabilidad
de una estrategia capitalista de poder en el contexto europeo de la temprana modernidad.
Las burguesías que controlaban las ciudades-Estado italianas, en cambio, pretendían
acumular poder ampliando su dominio sobre el capital-dinero, absteniéndose de
adquisiciones territoriales a menos que fueran absolutamente esenciales para la
acumulación de capital.
EL ASCENSO DE AMSTERDAM
En el segundo ciclo sistémico de acumulación (holandés), las condiciones para la
prosecución de una estrategia de poder estrictamente capitalista siguieron siendo
favorables. De hecho, los holandeses consiguieron construir a partir del imperio marítimo y
territorial ibérico el sistema de puestos de intermediación e intercambio comercial y de
compañías estatutarias por acciones centrado en Amsterdam que sirvió de base para el
segundo ciclo sistémico de acumulación.
El sistema holandés de acumulación, que ciertamente se benefició más de la paz que de la
guerra después de Westfalia, se había construido mediante la guerra y la ruina del comercio
ibérico hasta ese momento.
EL DOMINIO DE LONDRES
Fue de este contexto del que emergió el Reino Unido como nuevo líder de la acumulación
«sin fin» de capital y de poder mediante una fusión completa del capitalismo e imperialismo.
En la década de 1780, el Reino Unido se convirtió en el principal beneficiario de la
competencia interestatal por el capital en busca de inversión.
El Reino Unido era también el heredero de la tradición imperialista iniciada por los socios
ibéricos de los genoveses, tradición que el “antiimperialismo” de los holandeses y la
estabilización del equilibrio de poder europeo en Westfalia sólo había invertido temporal y
parcialmente
CASTELLS: GLOBALIZACIÓN E IDENTIDAD
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