RESUMEN SAN AGUSTÍN DE HIPONA
1. INTRODUCCIÓN (FALTA PORQUE NO HABÍA COMENTARIO DE TEXTO EN
EXAMEN)
Nombre, fechas y procedencia: San Agustín de Hipona fue un filósofo nacido en Tagaste, África en
el año 354 d.C. y fallecido en el 430 d.C.
Obsesión o propósito filosófico:
Influencia:
Repercusión que tuvo posteriormente:
2. EL PROBLEMA DE DIOS Y LA REALIDAD: TEOLOGÍA Y METAFÍSICA
Creacionismo y Teoría del Ejemplarismo: San Agustín defiende el Creacionismo, es decir, el mundo
y el tiempo han sido creados por Dios desde la nada. Esta creación se explica a través de la Teoría del
Ejemplarismo: Dios ha realizado en la materia los seres concretos a partir de las ideas eternas que están
en su mente divina (arquetipos). (Dios tiene en su mente los arquetipos (ideas eternas que están en la mente de
Dios), y estas ideas las plasma en la realidad.)
Además, Dios depositó en la materia los gérmenes (semillas) de todos los seres humanos futuros para
que fueran apareciendo progresivamente en el tiempo (les da la capacidad de reproducirse). Todo ser
creado (criatura) se constituye de materia, que puede ser espiritual o corpórea, y forma, la esencia.
Ley eterna: Esta creación no es abandonada por Dios una vez ha sido creada, sino que la cuida y la
gobierna, para ello, al crear el mundo Dios implantó la ley eterna, un plan divino establecido por él al
que se debe todo lo que ocurre.
Problema del mal: A San Agustín le surge el problema del mal, puesto que si el mal existiese sería
algo creado por Dios (ya que él ha implantado la ley eterna), siendo así él malo. Entonces, San Agustín
dice que el mal no existe, sino que este es la carencia de ser o perfección, por lo que así puede decir que
todo lo creado por Dios es bueno y por tanto este no es malo. Además, defiende que todo mal individual
genera un bien mayor, por lo que no es un mal en sí mismo. Explica así también que el mal moral
humano es fruto de un bien mayor, la libertad.
Bien absoluto: Se puede salir del orden establecido y generar el mal. Es la libertad la que hace que en
vez de tender al bien absoluto tiende hacia su propio bien, sin darse cuenta que ese bien solo es así si
este está vinculado al bien absoluto. Por tanto, el mal es privación del bien debido.
, Misericordia de Dios: Dios hizo buenas todas las criaturas, pero la criatura libre puede querer mal las
cosas y esto origina el mal. Agustín cree que, con su misericordia y su justicia, termina volviendo al
orden, de tal forma que puede tolerar el mal para sacar de él bienes mayores.
Demostraciones de Dios: San Agustín admite varios argumentos para la demostración de Dios: el
argumento de la complejidad: la realidad es demasiado compleja para no haber sido creada por una
inteligencia divina. El argumento del consenso: si la mayoría de los hombres creen en Dios este tiene
que existir. Por último, su argumento preferido, el argumento de las ideas eternas: los seres humanos,
siendo finitos e imperfectos, somos capaces de tener ciertas ideas divinas, infinitas y perfectas en
nuestro alma. Esto se debe gracias a un ser eterno, divino y perfecto que nos las ha proporcionado: Dios.
3. EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO: EPISTEMOLOGÍA
¿Existe la verdad?: La Verdad es lo incorruptible (inmodificable) y lo eterno. Para San Agustín existe
la Verdad pues el escéptico (el que no cree en nada) se contradice al afirmar que no existe la verdad.
Tipos de conocimiento: Distinguirá varios tipos de conocimiento: el conocimiento sensible, el de los
sentidos, que genera doxa (opinión), el conocimiento cambiante; el conocimiento racional inferior, la
ciencia, la que permite acceder al conocimiento universal de las cosas temporales (finitas) y el
conocimiento racional superior, la filosofía o sabiduría, la que posibilita el conocimiento de verdades
eternas, inmutables, el conocimiento atemporal (infinito).
Teoría de la Iluminación: Según la Teoría de la Iluminación estas verdades eternas no pueden ser
desarrolladas a través de los sentidos, sino que se deben encontrar en el alma, donde Dios las ha puesto
y, por tanto, el hombre debe descubrirlas en su interior. Por tanto, la Verdad no está en la realidad sino
en el alma y esta se conoce a través de una iluminación divina.
Analogía: El hombre descubre la verdad de las cosas no con los sentidos sino en su interior. Aquí
Agustín tuvo que valerse de una analogía: así como los ojos del cuerpo ven porque hay un sol que
ilumina las cosas, el ojo del alma (el entendimiento del hombre) ve la verdad gracias a la luz De Dios,
que ilumina la verdad y el entendimiento.
Según él en la visión sensible hay tres elementos en juego y un cuarto como resultado: el sol, el ojo, las
cosas y la percepción. Del mismo modo, en el conocimiento de la verdad hay cuatro aspectos: Dios, el
entendimiento, la realidad y la verdad. Dios es la luz que alumbra la realidad y gracias a él podemos
llegar al entendimiento, y la unión entre Dios y el entendimiento lleva a la verdad, la cual es una
percepción individual ya que Dios se manifiesta en cada uno de formas diferentes. Entonces, la doctrina
de la Iluminación implica la presencia de Dios en el entendimiento (en el ojo del alma), como un
Maestro Interior.
1. INTRODUCCIÓN (FALTA PORQUE NO HABÍA COMENTARIO DE TEXTO EN
EXAMEN)
Nombre, fechas y procedencia: San Agustín de Hipona fue un filósofo nacido en Tagaste, África en
el año 354 d.C. y fallecido en el 430 d.C.
Obsesión o propósito filosófico:
Influencia:
Repercusión que tuvo posteriormente:
2. EL PROBLEMA DE DIOS Y LA REALIDAD: TEOLOGÍA Y METAFÍSICA
Creacionismo y Teoría del Ejemplarismo: San Agustín defiende el Creacionismo, es decir, el mundo
y el tiempo han sido creados por Dios desde la nada. Esta creación se explica a través de la Teoría del
Ejemplarismo: Dios ha realizado en la materia los seres concretos a partir de las ideas eternas que están
en su mente divina (arquetipos). (Dios tiene en su mente los arquetipos (ideas eternas que están en la mente de
Dios), y estas ideas las plasma en la realidad.)
Además, Dios depositó en la materia los gérmenes (semillas) de todos los seres humanos futuros para
que fueran apareciendo progresivamente en el tiempo (les da la capacidad de reproducirse). Todo ser
creado (criatura) se constituye de materia, que puede ser espiritual o corpórea, y forma, la esencia.
Ley eterna: Esta creación no es abandonada por Dios una vez ha sido creada, sino que la cuida y la
gobierna, para ello, al crear el mundo Dios implantó la ley eterna, un plan divino establecido por él al
que se debe todo lo que ocurre.
Problema del mal: A San Agustín le surge el problema del mal, puesto que si el mal existiese sería
algo creado por Dios (ya que él ha implantado la ley eterna), siendo así él malo. Entonces, San Agustín
dice que el mal no existe, sino que este es la carencia de ser o perfección, por lo que así puede decir que
todo lo creado por Dios es bueno y por tanto este no es malo. Además, defiende que todo mal individual
genera un bien mayor, por lo que no es un mal en sí mismo. Explica así también que el mal moral
humano es fruto de un bien mayor, la libertad.
Bien absoluto: Se puede salir del orden establecido y generar el mal. Es la libertad la que hace que en
vez de tender al bien absoluto tiende hacia su propio bien, sin darse cuenta que ese bien solo es así si
este está vinculado al bien absoluto. Por tanto, el mal es privación del bien debido.
, Misericordia de Dios: Dios hizo buenas todas las criaturas, pero la criatura libre puede querer mal las
cosas y esto origina el mal. Agustín cree que, con su misericordia y su justicia, termina volviendo al
orden, de tal forma que puede tolerar el mal para sacar de él bienes mayores.
Demostraciones de Dios: San Agustín admite varios argumentos para la demostración de Dios: el
argumento de la complejidad: la realidad es demasiado compleja para no haber sido creada por una
inteligencia divina. El argumento del consenso: si la mayoría de los hombres creen en Dios este tiene
que existir. Por último, su argumento preferido, el argumento de las ideas eternas: los seres humanos,
siendo finitos e imperfectos, somos capaces de tener ciertas ideas divinas, infinitas y perfectas en
nuestro alma. Esto se debe gracias a un ser eterno, divino y perfecto que nos las ha proporcionado: Dios.
3. EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO: EPISTEMOLOGÍA
¿Existe la verdad?: La Verdad es lo incorruptible (inmodificable) y lo eterno. Para San Agustín existe
la Verdad pues el escéptico (el que no cree en nada) se contradice al afirmar que no existe la verdad.
Tipos de conocimiento: Distinguirá varios tipos de conocimiento: el conocimiento sensible, el de los
sentidos, que genera doxa (opinión), el conocimiento cambiante; el conocimiento racional inferior, la
ciencia, la que permite acceder al conocimiento universal de las cosas temporales (finitas) y el
conocimiento racional superior, la filosofía o sabiduría, la que posibilita el conocimiento de verdades
eternas, inmutables, el conocimiento atemporal (infinito).
Teoría de la Iluminación: Según la Teoría de la Iluminación estas verdades eternas no pueden ser
desarrolladas a través de los sentidos, sino que se deben encontrar en el alma, donde Dios las ha puesto
y, por tanto, el hombre debe descubrirlas en su interior. Por tanto, la Verdad no está en la realidad sino
en el alma y esta se conoce a través de una iluminación divina.
Analogía: El hombre descubre la verdad de las cosas no con los sentidos sino en su interior. Aquí
Agustín tuvo que valerse de una analogía: así como los ojos del cuerpo ven porque hay un sol que
ilumina las cosas, el ojo del alma (el entendimiento del hombre) ve la verdad gracias a la luz De Dios,
que ilumina la verdad y el entendimiento.
Según él en la visión sensible hay tres elementos en juego y un cuarto como resultado: el sol, el ojo, las
cosas y la percepción. Del mismo modo, en el conocimiento de la verdad hay cuatro aspectos: Dios, el
entendimiento, la realidad y la verdad. Dios es la luz que alumbra la realidad y gracias a él podemos
llegar al entendimiento, y la unión entre Dios y el entendimiento lleva a la verdad, la cual es una
percepción individual ya que Dios se manifiesta en cada uno de formas diferentes. Entonces, la doctrina
de la Iluminación implica la presencia de Dios en el entendimiento (en el ojo del alma), como un
Maestro Interior.