Definición
El texto expositivo es aquel cuya finalidad principal es informar y explicar un tema de manera clara,
objetiva y ordenada. Su propósito es lograr que el receptor comprenda mejor el asunto tratado sin
incluir opiniones ni valoraciones subjetivas.
Estructura
Los textos expositivos suelen presentar una organización lógica y clara, que puede ser:
• Deductiva: Parte de una idea general y se desarrolla en detalles específicos.
• Inductiva: Comienza con datos particulares para llegar a una conclusión general.
• Encuadrada: Presenta la idea principal al principio y al final del texto.
Generalmente, se dividen en tres partes:
1. Introducción: Presenta el tema y su importancia.
2. Desarrollo: Explica y desarrolla la información con ejemplos, clasificaciones y datos.
3. Conclusión: Resume lo tratado y refuerza la información clave.
Recursos textuales
Para facilitar la comprensión, los textos expositivos emplean recursos como:
• Definición: Explicación del significado de un concepto.
• Clasificación: Agrupación de elementos según características comunes.
• Enumeración: Listado de información relevante.
• Cita de fuentes: Inclusión de información de expertos o documentos oficiales.
• Ejemplificación: Uso de ejemplos para ilustrar conceptos.
• Reformulación: Explicación de una idea con otras palabras.
• Pregunta-respuesta: Estructura interrogativa para aclarar conceptos.
Rasgos lingüísticos
Los textos expositivos presentan características específicas en su lenguaje:
• Uso de léxico preciso y denotativo.
• Reiteración para reforzar la información clave.
• Empleo de la tercera persona.
• Uso predominante del tiempo presente.
• Predominio de oraciones enunciativas.
• Sintaxis sencilla para facilitar la comprensión.
• Uso de conectores textuales (por ejemplo, en primer lugar, por otro lado, en conclusión).
Tipos de textos expositivos
Existen dos tipos principales:
1. Divulgativos: Dirigidos a un público general, con lenguaje accesible (artículos,
enciclopedias).