4.1. El reinado de Carlos IV. La Guerra de la Independencia.
En 1788 Carlos IV sube al trono y un año después estalla la Revolución Francesa. Como
consecuencia, el Conde de Floridablanca (al frente del gobierno) cierra las fronteras e
inicia un periodo de censura (evitar que las ideas liberales llegasen a la Península). Sin
embargo, no mucho después este es sustituido por el Conde de Aranda, quien se abre a
una negociación con Francia. No obstante, este último es sustituido por Godoy (trata de
evitar el asesinato de Luis XVI).
En 1793 se inicia una gran coalición para atacar Francia y contener la revolución, dando
pie a la Guerra de los Pirineos (entre España y Francia). Esta guerra finaliza con la Paz
de Basilea en 1795, en la que España cede Santo Domingo a Francia, a la vez que se llevan
a cabo una serie de acuerdos comerciales.
Consecuentemente, en 1796 se firma el I tratado de San Ildefonso, el cual introduce a
España en una guerra contra Inglaterra, lo que desemboca en la derrota del Cabo de San
Vicente (1797) donde los ingleses destruyen la flota española, lo que ocasiona un
derrumbe económico para España (fin del comercio colonial).
En 1798 se lleva a cabo la primera desamortización, por la cual Godoy es destituido, sin
embargo, una vez Napoleón es proclamado emperador (1800), se firma el II tratado de
San Ildefonso por el cual Godoy vuelve al frente del Gobierno y se inicia la Guerra de
las Naranjas contra Portugal en 1801. Además, en 1804 se inicia una segunda guerra con
Inglaterra que finaliza en 1805 con la batalla de Trafalgar (termina con lo que quedaba
de la flota española).
En 1807 se firma el tratado de Fontainebleau con el que España permite a Francia
atravesar la Península para invadir Portugal, aunque realmente es una excusa para
conquistar España. En consecuencia, surge el partido fernandino, ocasionando la
Conjura del Escorial en 1807 y el Motín de Aranjuez (levantamiento contra Carlos IV) un
año después. A causa de este último, Carlos IV destituye a Godoy y abdica en favor de
su hijo, Fernando.
Poco después, Carlos IV, Fernando y Godoy son llamados a Bayona por Napoleón y
tienen lugar las abdicaciones de Bayona (Fernando abdica en favor de su padre, Carlos
IV quién, a su vez, abdica en favor de Napoleón y este cede la corona a su hermano José
I de Bonaparte.
Mientras, en Madrid nace el rumor de que el rey había sido secuestrado lo que
desemboca en el levantamiento del 2 de mayo. Esto se convirtió rápidamente en una
gran lucha callejera en contra del ejército francés (la carga de los mamelucos) que finaliza
con los fusilamientos del 3 de mayo (ley decretada por Murat en la que todos los
aprisionados y todos aquellos que hubieran portado un arma habrían de ser fusilados.
Esto llamó la atención del alcalde de Móstoles quienes escriben un bando en el que
narran lo sucedido en Madrid con el objetivo de que el resto de pueblos de levantasen
contra Francia dando pie a la Guerra de Independencia (1808-1814).
La Guerra de Independencia se puede dividir en tres etapas:
1. Hasta diciembre de 1808. Se ocupa la zona norte de la Península, incluyendo
distintas zonas estratégicas, de las que resalta Zaragoza. En Julio tiene lugar la
batalla de Bailén que destaca como primera derrota francesa la cual obliga a José
I a huir de Madrid. Esto obliga a Napoleón a venir a la Península con su ejército
personal.
2. Diciembre 1808 – 1812. En enero de 1809 Napoleón ocupa toda la Península,
exceptuando Cádiz (Batalla de Ocaña) y Alicante. En esta segunda fase tiene
lugar el desembarco de Wellington en Lisboa y desde ahí va avanzando.
Durante esta etapa resalta el desarrollo de las guerrillas en expresión de la
, resistencia española, las cuales cuentan con el apoyo de la población civil (1811-
1812)
3. 1812 – 1814. En 1812 Napoleón inicia la campaña rusa (invierno) la cual resulta
con la muerte de muchos hombres. Consecuentemente, llama a ejércitos que
estaban desperdigados por Europa para apoyar la invasión, especialmente los
que estaban desperdigados en España. Así, el ejército anglo español va
avanzando. Resaltan las batallas de Ciudad Rodrigo (1812), de Arapiles (1812) y
de Vitoria (1813). Finalmente en 1813 se firma el tratado de Valençay.
Consecuencias.
Hubo una gran pérdida demográfica, no solo por la guerra sino por las diversas
epidemias, enfermedades y hambrunas. Además, hubo grandes pérdidas materiales,
destrucción de ciudades. Así mismo, la economía también sufrió graves consecuencias
(se perdió la industrialización del mercado textil catalán; pérdida del comercio colonial
por la destrucción de la flota española)
4.2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
Al iniciarse la Guerra de Independencia José I de Bonaparte sube al trono con un
liberalismo conservador. Llegó a la corona sin apoyos internos (su único apoyo eran los
llamados “afrancesados” {intelectuales ilustrados}) y, además, era desautorizado por
Napoleón en diversas ocasiones. Cuando sube al trono, se implanta el Estatuto Real de
Bayona (carta otorgada) por Napoleón (después dada a los reyes quienes la entregan al
pueblo). Esta carta fue redactada por los ilustrados siguiendo las indicaciones
absolutistas excepto por la inclusión de una limitada cartilla de derechos, dentro de las
que se incluye el Beas Corpus (derechos a personas detenidas).
En España hay un vacío de poder, ya que los españoles no aprueban a José I como rey.
Consecuentemente, surgen las Juntas. En un inicio tienen lugar las Juntas locales en
zonas no controladas por los franceses. Posteriormente, estas juntas se organizan en las
Juntas provinciales, que más adelante forman la Junta Central Suprema (liderada por el
Conde de Floridablanca). No obstante, esta pasa a ser una Junta de regencia, las cuales
convocan elecciones por sufragio universal masculino en favor de la formación de unas
cortes constituyentes.
Así, en septiembre de 1810 surgen las Cortes de Cádiz (localización muy segura isla).
La composición de estas cortes es muy variopinta. El grupo más numeroso está
compuesto por posiciones eclesiásticas. Además, se divide en liberales (buscan el fin de
la monarquía absoluta) y en absolutistas (preservación del absolutismo).
Así crean la Constitución de 1812 (tabla de constituciones).
4.3. El reinado de Fernando VII. La cuestión sucesoria.
Con el fin de la Guerra de Independencia, las Cortes de Cádiz se mueven a Madrid.
Fernando VII vuelve a la Península, desembarcando en Valencia. Allí le espera un grupo
de defensores del Antiguo Régimen quienes le entregan el Manifiesto de los Persas
(mostrándole su apoyo para reinar acorde al A.R). Tras eso, Fernando VII emite el
Decreto de Valencia, en el que se suprimen las Cortes y la legislación emitida por las
Cortes y la Constitución del 12 (Esto pasa en el resto de países Congreso de Viena),
dando pie al sexenio absolutista. Este periodo está marcado por la represión, la censura
y la inestabilidad política. Se acaba con cualquier tipo de reforma (inmovilismo).
Económicamente hay una crisis causada por la Guerra de Independencia y desastres
anteriores e inicios de las independencias americanas (1810 – 1824).
Los grupos liberales que protagonizaron las reformas durante la Guerra de
Independencia se pasan a la clandestinidad y practican diversos pronunciamientos
En 1788 Carlos IV sube al trono y un año después estalla la Revolución Francesa. Como
consecuencia, el Conde de Floridablanca (al frente del gobierno) cierra las fronteras e
inicia un periodo de censura (evitar que las ideas liberales llegasen a la Península). Sin
embargo, no mucho después este es sustituido por el Conde de Aranda, quien se abre a
una negociación con Francia. No obstante, este último es sustituido por Godoy (trata de
evitar el asesinato de Luis XVI).
En 1793 se inicia una gran coalición para atacar Francia y contener la revolución, dando
pie a la Guerra de los Pirineos (entre España y Francia). Esta guerra finaliza con la Paz
de Basilea en 1795, en la que España cede Santo Domingo a Francia, a la vez que se llevan
a cabo una serie de acuerdos comerciales.
Consecuentemente, en 1796 se firma el I tratado de San Ildefonso, el cual introduce a
España en una guerra contra Inglaterra, lo que desemboca en la derrota del Cabo de San
Vicente (1797) donde los ingleses destruyen la flota española, lo que ocasiona un
derrumbe económico para España (fin del comercio colonial).
En 1798 se lleva a cabo la primera desamortización, por la cual Godoy es destituido, sin
embargo, una vez Napoleón es proclamado emperador (1800), se firma el II tratado de
San Ildefonso por el cual Godoy vuelve al frente del Gobierno y se inicia la Guerra de
las Naranjas contra Portugal en 1801. Además, en 1804 se inicia una segunda guerra con
Inglaterra que finaliza en 1805 con la batalla de Trafalgar (termina con lo que quedaba
de la flota española).
En 1807 se firma el tratado de Fontainebleau con el que España permite a Francia
atravesar la Península para invadir Portugal, aunque realmente es una excusa para
conquistar España. En consecuencia, surge el partido fernandino, ocasionando la
Conjura del Escorial en 1807 y el Motín de Aranjuez (levantamiento contra Carlos IV) un
año después. A causa de este último, Carlos IV destituye a Godoy y abdica en favor de
su hijo, Fernando.
Poco después, Carlos IV, Fernando y Godoy son llamados a Bayona por Napoleón y
tienen lugar las abdicaciones de Bayona (Fernando abdica en favor de su padre, Carlos
IV quién, a su vez, abdica en favor de Napoleón y este cede la corona a su hermano José
I de Bonaparte.
Mientras, en Madrid nace el rumor de que el rey había sido secuestrado lo que
desemboca en el levantamiento del 2 de mayo. Esto se convirtió rápidamente en una
gran lucha callejera en contra del ejército francés (la carga de los mamelucos) que finaliza
con los fusilamientos del 3 de mayo (ley decretada por Murat en la que todos los
aprisionados y todos aquellos que hubieran portado un arma habrían de ser fusilados.
Esto llamó la atención del alcalde de Móstoles quienes escriben un bando en el que
narran lo sucedido en Madrid con el objetivo de que el resto de pueblos de levantasen
contra Francia dando pie a la Guerra de Independencia (1808-1814).
La Guerra de Independencia se puede dividir en tres etapas:
1. Hasta diciembre de 1808. Se ocupa la zona norte de la Península, incluyendo
distintas zonas estratégicas, de las que resalta Zaragoza. En Julio tiene lugar la
batalla de Bailén que destaca como primera derrota francesa la cual obliga a José
I a huir de Madrid. Esto obliga a Napoleón a venir a la Península con su ejército
personal.
2. Diciembre 1808 – 1812. En enero de 1809 Napoleón ocupa toda la Península,
exceptuando Cádiz (Batalla de Ocaña) y Alicante. En esta segunda fase tiene
lugar el desembarco de Wellington en Lisboa y desde ahí va avanzando.
Durante esta etapa resalta el desarrollo de las guerrillas en expresión de la
, resistencia española, las cuales cuentan con el apoyo de la población civil (1811-
1812)
3. 1812 – 1814. En 1812 Napoleón inicia la campaña rusa (invierno) la cual resulta
con la muerte de muchos hombres. Consecuentemente, llama a ejércitos que
estaban desperdigados por Europa para apoyar la invasión, especialmente los
que estaban desperdigados en España. Así, el ejército anglo español va
avanzando. Resaltan las batallas de Ciudad Rodrigo (1812), de Arapiles (1812) y
de Vitoria (1813). Finalmente en 1813 se firma el tratado de Valençay.
Consecuencias.
Hubo una gran pérdida demográfica, no solo por la guerra sino por las diversas
epidemias, enfermedades y hambrunas. Además, hubo grandes pérdidas materiales,
destrucción de ciudades. Así mismo, la economía también sufrió graves consecuencias
(se perdió la industrialización del mercado textil catalán; pérdida del comercio colonial
por la destrucción de la flota española)
4.2. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
Al iniciarse la Guerra de Independencia José I de Bonaparte sube al trono con un
liberalismo conservador. Llegó a la corona sin apoyos internos (su único apoyo eran los
llamados “afrancesados” {intelectuales ilustrados}) y, además, era desautorizado por
Napoleón en diversas ocasiones. Cuando sube al trono, se implanta el Estatuto Real de
Bayona (carta otorgada) por Napoleón (después dada a los reyes quienes la entregan al
pueblo). Esta carta fue redactada por los ilustrados siguiendo las indicaciones
absolutistas excepto por la inclusión de una limitada cartilla de derechos, dentro de las
que se incluye el Beas Corpus (derechos a personas detenidas).
En España hay un vacío de poder, ya que los españoles no aprueban a José I como rey.
Consecuentemente, surgen las Juntas. En un inicio tienen lugar las Juntas locales en
zonas no controladas por los franceses. Posteriormente, estas juntas se organizan en las
Juntas provinciales, que más adelante forman la Junta Central Suprema (liderada por el
Conde de Floridablanca). No obstante, esta pasa a ser una Junta de regencia, las cuales
convocan elecciones por sufragio universal masculino en favor de la formación de unas
cortes constituyentes.
Así, en septiembre de 1810 surgen las Cortes de Cádiz (localización muy segura isla).
La composición de estas cortes es muy variopinta. El grupo más numeroso está
compuesto por posiciones eclesiásticas. Además, se divide en liberales (buscan el fin de
la monarquía absoluta) y en absolutistas (preservación del absolutismo).
Así crean la Constitución de 1812 (tabla de constituciones).
4.3. El reinado de Fernando VII. La cuestión sucesoria.
Con el fin de la Guerra de Independencia, las Cortes de Cádiz se mueven a Madrid.
Fernando VII vuelve a la Península, desembarcando en Valencia. Allí le espera un grupo
de defensores del Antiguo Régimen quienes le entregan el Manifiesto de los Persas
(mostrándole su apoyo para reinar acorde al A.R). Tras eso, Fernando VII emite el
Decreto de Valencia, en el que se suprimen las Cortes y la legislación emitida por las
Cortes y la Constitución del 12 (Esto pasa en el resto de países Congreso de Viena),
dando pie al sexenio absolutista. Este periodo está marcado por la represión, la censura
y la inestabilidad política. Se acaba con cualquier tipo de reforma (inmovilismo).
Económicamente hay una crisis causada por la Guerra de Independencia y desastres
anteriores e inicios de las independencias americanas (1810 – 1824).
Los grupos liberales que protagonizaron las reformas durante la Guerra de
Independencia se pasan a la clandestinidad y practican diversos pronunciamientos
