2.LA ATENCIÓN
1.Introducción: El Concepto de Atención
La atención es uno de los fenómenos más fundamentales y complejos del estudio de la
cognición humana. Sin embargo, resulta difícil de definir con precisión debido a su carácter no
unitario, lo que significa que no es un proceso único y claramente delimitado, sino que abarca
un amplio rango de procesos, comportamientos y resultados experimentales. Este carácter
multifacético de la atención hace que su estudio y comprensión impliquen una variedad de
enfoques teóricos y experimentales.
Definición Clásica de la Atención
William James, uno de los pioneros en el estudio de la psicología, propuso en 1890 una de las
definiciones clásicas más citadas sobre la atención. James describió la atención como la "toma
de posesión por la mente, en forma clara y vívida, de uno entre varios objetos o cadenas de
pensamientos simultáneamente posibles." Según esta definición, la atención se caracteriza por
la focalización y la concentración de la conciencia, lo que implica un proceso selectivo en el
que se destaca un estímulo o pensamiento sobre los demás. Es decir, la atención no solo se
centra en lo que se está procesando activamente, sino que también implica ignorar o dejar de
lado información irrelevante o distracciones para enfocarse en lo importante.
En este sentido, la atención puede entenderse como un recurso cognitivo limitado, que debe
distribuirse eficientemente para optimizar el procesamiento de la información en situaciones
donde múltiples estímulos o pensamientos compiten por el procesamiento mental. James
también señala que el estado opuesto a la atención es la confusión, el aturdimiento o el
despiste, que surge cuando la mente no es capaz de mantener esta focalización o cuando los
estímulos compiten de forma desorganizada por los recursos cognitivos.
La Atención como un Concepto Multidimensional
A pesar de que el término "atención" a menudo se utiliza de manera generalizada, no se refiere
a un fenómeno unidimensional, sino que existen diferentes tipos y formas de atención. Esta
diferenciación surge de la necesidad de reconocer que la atención se manifiesta de diversas
maneras dependiendo de la tarea, el contexto y los procesos cognitivos implicados.
Algunos tipos de atención que se han identificado en la literatura incluyen:
Atención selectiva: La capacidad de concentrarse en un solo estímulo o tarea mientras se
ignoran otros.
Atención dividida: La capacidad de atender a dos o más tareas o estímulos al mismo
tiempo.
, Atención sostenida: La capacidad de mantener la atención de manera prolongada sobre
una tarea o estímulo.
Atención alternante: La habilidad de cambiar el foco de atención entre diferentes tareas o
estímulos.
Estos tipos de atención reflejan la versatilidad del sistema atencional y su capacidad de
adaptarse a diferentes demandas cognitivas y del entorno. En muchos casos, estos tipos de
atención coexisten y se solapan, lo que subraya la complejidad de estudiar este fenómeno.
Funciones de la Atención en los Procesos Cognitivos
La atención juega un papel esencial en la modulación de los procesos cognitivos. No solo
potencia y prioriza los aspectos más relevantes del entorno o de los procesos internos, sino que
también suministra los recursos necesarios para mantener la actividad del sistema cognitivo.
Este sistema funciona como una especie de "filtro" que regula qué información será procesada
en profundidad y cuál será desechada o relegada a un segundo plano.
En términos prácticos, la atención permite que las personas seleccionen información relevante
de un entorno sobrecargado de estímulos. Esto es crucial tanto para la percepción como para
otros procesos mentales más complejos, como el razonamiento, la toma de decisiones y la
memoria. A través de la atención, el cerebro optimiza sus recursos para centrarse en los
estímulos que son más importantes en un momento dado, mientras descarta información
irrelevante o distractora.
Además, la atención también actúa como un sistema supervisor que regula la actividad de otras
operaciones cognitivas. Por ejemplo, cuando una persona está resolviendo un problema
matemático, su sistema atencional asegura que el procesamiento de información sea lo más
eficiente posible al minimizar las distracciones y priorizar la información relevante. Del mismo
modo, en tareas más automáticas, como caminar o conducir en una autopista, la atención
supervisa de manera más pasiva los procesos, permitiendo a la persona cambiar el enfoque
cuando es necesario, como al reaccionar ante un obstáculo inesperado.
Influencia sobre la Percepción y Procesos Mentales
Otro aspecto clave de la atención es su influencia tanto sobre la percepción de estímulos
externos como sobre los procesos mentales internos. En términos de percepción, la atención
puede cambiar la forma en que se experimentan los estímulos. Un ejemplo clásico es el "efecto
de atención visual", donde los estímulos que son atendidos parecen más claros, detallados o
intensos en comparación con aquellos que se ignoran.
En cuanto a los procesos mentales internos, como el pensamiento y la memoria, la atención
desempeña un papel fundamental en la codificación, almacenamiento y recuperación de
información. La información a la que se presta atención es más probable que sea almacenada
en la memoria a largo plazo y, en consecuencia, más fácil de recordar en el futuro.
, Además, la atención puede influir en procesos más abstractos, como el razonamiento o la
resolución de problemas. Al permitir que la mente se concentre en los aspectos más relevantes
de una situación o tarea, la atención facilita la toma de decisiones más informadas y el análisis
más profundo de la información.
En resumen, la atención es un fenómeno cognitivo complejo que no puede ser reducido a una
sola definición o función. Actúa como un recurso limitado que modula y regula otros procesos
cognitivos, influenciando tanto la percepción como los procesos mentales internos. Su carácter
multifacético se refleja en la existencia de diferentes tipos de atención, cada uno adaptado a las
distintas necesidades cognitivas. La atención, en última instancia, es un mecanismo clave para la
adaptación eficiente del ser humano a su entorno, permitiendo la focalización en lo que es más
relevante y la exclusión de lo que no lo es.
2.Tipos de Atención
El concepto de atención puede dividirse en varios tipos, dependiendo de diversos criterios,
como la modalidad sensorial, el interés del sujeto, la actitud ante el estímulo y las
manifestaciones fisiológicas y motoras. Estas clasificaciones permiten comprender cómo se
adapta el sistema atencional a diferentes situaciones y estímulos. A continuación, se detallan los
principales tipos de atención, según diferentes criterios.
1. Atención Visual y Auditiva
La atención puede variar en función de la modalidad sensorial a la que se aplique y de la
naturaleza del estímulo. Dos de las modalidades más estudiadas son la visual y la auditiva.
Atención Visual: Está más relacionada con la percepción espacial, lo que significa que se
centra en la ubicación y disposición de los objetos en el entorno. Por ejemplo, cuando
buscamos a alguien en una multitud o cuando seguimos el movimiento de un objeto con la
vista.
Atención Auditiva: Está más vinculada a los parámetros temporales, ya que la información
auditiva suele presentarse en secuencias temporales que deben ser procesadas en el orden
en que se reciben. Un ejemplo clásico es cuando prestamos atención a una conversación en
un entorno ruidoso, aislando la voz relevante de los sonidos de fondo.
Ambas formas de atención sensorial se activan para procesar los estímulos relevantes en cada
modalidad, lo que significa que la atención puede ser dirigida hacia un estímulo visual o auditivo
según las necesidades de la tarea.
2. Atención Dividida y Selectiva
Esta clasificación está relacionada con la cantidad de estímulos que el sujeto procesa de
manera simultánea.
1.Introducción: El Concepto de Atención
La atención es uno de los fenómenos más fundamentales y complejos del estudio de la
cognición humana. Sin embargo, resulta difícil de definir con precisión debido a su carácter no
unitario, lo que significa que no es un proceso único y claramente delimitado, sino que abarca
un amplio rango de procesos, comportamientos y resultados experimentales. Este carácter
multifacético de la atención hace que su estudio y comprensión impliquen una variedad de
enfoques teóricos y experimentales.
Definición Clásica de la Atención
William James, uno de los pioneros en el estudio de la psicología, propuso en 1890 una de las
definiciones clásicas más citadas sobre la atención. James describió la atención como la "toma
de posesión por la mente, en forma clara y vívida, de uno entre varios objetos o cadenas de
pensamientos simultáneamente posibles." Según esta definición, la atención se caracteriza por
la focalización y la concentración de la conciencia, lo que implica un proceso selectivo en el
que se destaca un estímulo o pensamiento sobre los demás. Es decir, la atención no solo se
centra en lo que se está procesando activamente, sino que también implica ignorar o dejar de
lado información irrelevante o distracciones para enfocarse en lo importante.
En este sentido, la atención puede entenderse como un recurso cognitivo limitado, que debe
distribuirse eficientemente para optimizar el procesamiento de la información en situaciones
donde múltiples estímulos o pensamientos compiten por el procesamiento mental. James
también señala que el estado opuesto a la atención es la confusión, el aturdimiento o el
despiste, que surge cuando la mente no es capaz de mantener esta focalización o cuando los
estímulos compiten de forma desorganizada por los recursos cognitivos.
La Atención como un Concepto Multidimensional
A pesar de que el término "atención" a menudo se utiliza de manera generalizada, no se refiere
a un fenómeno unidimensional, sino que existen diferentes tipos y formas de atención. Esta
diferenciación surge de la necesidad de reconocer que la atención se manifiesta de diversas
maneras dependiendo de la tarea, el contexto y los procesos cognitivos implicados.
Algunos tipos de atención que se han identificado en la literatura incluyen:
Atención selectiva: La capacidad de concentrarse en un solo estímulo o tarea mientras se
ignoran otros.
Atención dividida: La capacidad de atender a dos o más tareas o estímulos al mismo
tiempo.
, Atención sostenida: La capacidad de mantener la atención de manera prolongada sobre
una tarea o estímulo.
Atención alternante: La habilidad de cambiar el foco de atención entre diferentes tareas o
estímulos.
Estos tipos de atención reflejan la versatilidad del sistema atencional y su capacidad de
adaptarse a diferentes demandas cognitivas y del entorno. En muchos casos, estos tipos de
atención coexisten y se solapan, lo que subraya la complejidad de estudiar este fenómeno.
Funciones de la Atención en los Procesos Cognitivos
La atención juega un papel esencial en la modulación de los procesos cognitivos. No solo
potencia y prioriza los aspectos más relevantes del entorno o de los procesos internos, sino que
también suministra los recursos necesarios para mantener la actividad del sistema cognitivo.
Este sistema funciona como una especie de "filtro" que regula qué información será procesada
en profundidad y cuál será desechada o relegada a un segundo plano.
En términos prácticos, la atención permite que las personas seleccionen información relevante
de un entorno sobrecargado de estímulos. Esto es crucial tanto para la percepción como para
otros procesos mentales más complejos, como el razonamiento, la toma de decisiones y la
memoria. A través de la atención, el cerebro optimiza sus recursos para centrarse en los
estímulos que son más importantes en un momento dado, mientras descarta información
irrelevante o distractora.
Además, la atención también actúa como un sistema supervisor que regula la actividad de otras
operaciones cognitivas. Por ejemplo, cuando una persona está resolviendo un problema
matemático, su sistema atencional asegura que el procesamiento de información sea lo más
eficiente posible al minimizar las distracciones y priorizar la información relevante. Del mismo
modo, en tareas más automáticas, como caminar o conducir en una autopista, la atención
supervisa de manera más pasiva los procesos, permitiendo a la persona cambiar el enfoque
cuando es necesario, como al reaccionar ante un obstáculo inesperado.
Influencia sobre la Percepción y Procesos Mentales
Otro aspecto clave de la atención es su influencia tanto sobre la percepción de estímulos
externos como sobre los procesos mentales internos. En términos de percepción, la atención
puede cambiar la forma en que se experimentan los estímulos. Un ejemplo clásico es el "efecto
de atención visual", donde los estímulos que son atendidos parecen más claros, detallados o
intensos en comparación con aquellos que se ignoran.
En cuanto a los procesos mentales internos, como el pensamiento y la memoria, la atención
desempeña un papel fundamental en la codificación, almacenamiento y recuperación de
información. La información a la que se presta atención es más probable que sea almacenada
en la memoria a largo plazo y, en consecuencia, más fácil de recordar en el futuro.
, Además, la atención puede influir en procesos más abstractos, como el razonamiento o la
resolución de problemas. Al permitir que la mente se concentre en los aspectos más relevantes
de una situación o tarea, la atención facilita la toma de decisiones más informadas y el análisis
más profundo de la información.
En resumen, la atención es un fenómeno cognitivo complejo que no puede ser reducido a una
sola definición o función. Actúa como un recurso limitado que modula y regula otros procesos
cognitivos, influenciando tanto la percepción como los procesos mentales internos. Su carácter
multifacético se refleja en la existencia de diferentes tipos de atención, cada uno adaptado a las
distintas necesidades cognitivas. La atención, en última instancia, es un mecanismo clave para la
adaptación eficiente del ser humano a su entorno, permitiendo la focalización en lo que es más
relevante y la exclusión de lo que no lo es.
2.Tipos de Atención
El concepto de atención puede dividirse en varios tipos, dependiendo de diversos criterios,
como la modalidad sensorial, el interés del sujeto, la actitud ante el estímulo y las
manifestaciones fisiológicas y motoras. Estas clasificaciones permiten comprender cómo se
adapta el sistema atencional a diferentes situaciones y estímulos. A continuación, se detallan los
principales tipos de atención, según diferentes criterios.
1. Atención Visual y Auditiva
La atención puede variar en función de la modalidad sensorial a la que se aplique y de la
naturaleza del estímulo. Dos de las modalidades más estudiadas son la visual y la auditiva.
Atención Visual: Está más relacionada con la percepción espacial, lo que significa que se
centra en la ubicación y disposición de los objetos en el entorno. Por ejemplo, cuando
buscamos a alguien en una multitud o cuando seguimos el movimiento de un objeto con la
vista.
Atención Auditiva: Está más vinculada a los parámetros temporales, ya que la información
auditiva suele presentarse en secuencias temporales que deben ser procesadas en el orden
en que se reciben. Un ejemplo clásico es cuando prestamos atención a una conversación en
un entorno ruidoso, aislando la voz relevante de los sonidos de fondo.
Ambas formas de atención sensorial se activan para procesar los estímulos relevantes en cada
modalidad, lo que significa que la atención puede ser dirigida hacia un estímulo visual o auditivo
según las necesidades de la tarea.
2. Atención Dividida y Selectiva
Esta clasificación está relacionada con la cantidad de estímulos que el sujeto procesa de
manera simultánea.
