Tema 8. 23. La crisis de 1898 y sus consecuencias: El regeneracionismo
Tras la muerte en 1885 de Alfonso XII ejerció la regencia su esposa María Cristina de
Habsburgo (se había casado dos veces, la primera con María de las Mercedes de
Orleans, que falleció prematuramente). Los partidos del turno acordaron entonces el
llamado “Pacto de El Pardo” para asegurar el mantenimiento del sistema con la nueva
regente. Al final de este periodo se produjo una crisis en el sistema de la restauración que
llevó a su progresiva descomposición durante el reinado de Alfonso XIII.
Los orígenes de la crisis de 1898 se sitúan en la guerra de Cuba. La Paz del Zanjón
había supuesto el final de la primera guerra por la independencia de la isla, pero esta se
iba a reiniciar por las siguientes causas:
● El incumplimiento por parte de los gobiernos españoles de las promesas de
autonomía.
● El importante interés económico de Cuba y el fuerte flujo migratorio desde la
Península, debido al desarrollo de la agricultura de plantación para la exportación
(tabaco, azúcar, café), incrementó las tensiones entre la metrópoli y la colonia. Los
elevados aranceles proteccionistas, convertían a la isla en un mercado cautivo en el
que debían comprar a precios muy altos el cereal castellano y el textil catalán,
mientras que dificultaban el comercio con Estados Unidos, principal comprador de
materias primas cubanas, y a Europa.
● El apoyo de los Estados Unidos, en los inicios de su política imperialista, a los
independentistas cubanos.
En 1893 se fundó el Partido Revolucionario Cubano dirigido por José Martí. La
insurrección se inició en 1895 con el Grito de Baire, y triunfó sobre todo en la parte
oriental de la isla. España envió al ejército comandado por Martínez Campos, que intentó
agotar la vía negociadora, y luego por el general Weyler, que aplicó métodos muy duros
como la concentración de campesinos en aldeas cercanas, donde las condiciones de vida
eran desastrosas (hambre, epidemias). También mandó dividir la isla en” trochas” (límites
militarizados para dificultar la movilidad de los rebeldes). Se envió un fuerte contingente
de tropas (200.000) que se enfrentó a un entorno tropical donde proliferaron las bajas por
enfermedad y a la guerra de guerrillas practicada por los insurrectos. En 1897, tras el
asesinato de Cánovas, el gobierno liberal concedió la autonomía política y arancelaria a la
isla, pero ya era demasiado tarde.
De forma paralela, en 1896 estalló una insurrección en Filipinas, dirigida por José Rizal,
fundador de la Liga Filipina. En Filipinas, el porcentaje de población española era muy
bajo y existía un fuerte descontento con la administración colonial y el fuerte influjo de las
Tras la muerte en 1885 de Alfonso XII ejerció la regencia su esposa María Cristina de
Habsburgo (se había casado dos veces, la primera con María de las Mercedes de
Orleans, que falleció prematuramente). Los partidos del turno acordaron entonces el
llamado “Pacto de El Pardo” para asegurar el mantenimiento del sistema con la nueva
regente. Al final de este periodo se produjo una crisis en el sistema de la restauración que
llevó a su progresiva descomposición durante el reinado de Alfonso XIII.
Los orígenes de la crisis de 1898 se sitúan en la guerra de Cuba. La Paz del Zanjón
había supuesto el final de la primera guerra por la independencia de la isla, pero esta se
iba a reiniciar por las siguientes causas:
● El incumplimiento por parte de los gobiernos españoles de las promesas de
autonomía.
● El importante interés económico de Cuba y el fuerte flujo migratorio desde la
Península, debido al desarrollo de la agricultura de plantación para la exportación
(tabaco, azúcar, café), incrementó las tensiones entre la metrópoli y la colonia. Los
elevados aranceles proteccionistas, convertían a la isla en un mercado cautivo en el
que debían comprar a precios muy altos el cereal castellano y el textil catalán,
mientras que dificultaban el comercio con Estados Unidos, principal comprador de
materias primas cubanas, y a Europa.
● El apoyo de los Estados Unidos, en los inicios de su política imperialista, a los
independentistas cubanos.
En 1893 se fundó el Partido Revolucionario Cubano dirigido por José Martí. La
insurrección se inició en 1895 con el Grito de Baire, y triunfó sobre todo en la parte
oriental de la isla. España envió al ejército comandado por Martínez Campos, que intentó
agotar la vía negociadora, y luego por el general Weyler, que aplicó métodos muy duros
como la concentración de campesinos en aldeas cercanas, donde las condiciones de vida
eran desastrosas (hambre, epidemias). También mandó dividir la isla en” trochas” (límites
militarizados para dificultar la movilidad de los rebeldes). Se envió un fuerte contingente
de tropas (200.000) que se enfrentó a un entorno tropical donde proliferaron las bajas por
enfermedad y a la guerra de guerrillas practicada por los insurrectos. En 1897, tras el
asesinato de Cánovas, el gobierno liberal concedió la autonomía política y arancelaria a la
isla, pero ya era demasiado tarde.
De forma paralela, en 1896 estalló una insurrección en Filipinas, dirigida por José Rizal,
fundador de la Liga Filipina. En Filipinas, el porcentaje de población española era muy
bajo y existía un fuerte descontento con la administración colonial y el fuerte influjo de las
