La ciudadanía en la antigua Grecia
Unidad Educativa Sígsig
Historia bloque número 1: Ciudadanía y derechos
Ciudadanía en la Grecia antigua
El término ciudadanía proviene del vocablo latino cívitas, que significa
ciudad y su origen se remonta a la antigua Grecia.
Las ciudades griegas eran conocidas como polis. Estas se caracterizaban
por ser comunidades independientes que contaban con su propia forma de
gobierno. Pese a que estas ciudades-estado eran espacios pequeños,
contaban con un gran desarrollo científico y artístico. Entre las polis más
importantes destacaban Atenas y Esparta.
¿Cómo estaba organizada la antigua Grecia?
La antigua Grecia estaba organizada en dos grandes grupos:
CIUDADANOS
En Atenas eran considerados como ciudadanos, aquellos hombres
libres, mayores de 21 años, cuyos padres eran nativos atenienses.
Contaban con derechos políticos. Podían votar y elegir cargos públicos,
poseían propiedades, accedían a la justicia, eran parte de un culto.
Entre sus oficios, los ciudadanos podían llegar a ser soldados,
comerciantes, agricultores, sacerdotes, entre otros.
En Esparta los ciudadanos eran los hijos de madre y padre espartanos
que habían culminado con su educación (basada en la preparación para
la guerra) Las mujeres gozaban los mismos derechos que los hombres.
Tenían voz y voto, podían educarse, practicar el arte, participaban en
diversos deportes con el objetivo de preparar su cuerpo para la
formación de hijos fuertes para la guerra.
NO CIUDADANOS
En Atenas este grupo estaba constituido por los extranjeros, las
mujeres y las personas esclavizadas.
Los extranjeros o “metecos” como se los conocía en Atenas, eran
extranjeros residentes de la ciudad, eran libres y podían ser artesanos o
comerciantes, tenían la obligación de pagar impuestos, no podían tener
propiedades, tenían la capacidad de pertenecer a la milicia.
Las mujeres en Atenas no eran consideradas como ciudadanos y toda
su vida tenían que ser controladas por un tutor hombre (padre, marido o
hijo) Salían poco de casa, solo para asistir a matrimonios, actividades
relacionadas con la religión o funerales.
Unidad Educativa Sígsig
Historia bloque número 1: Ciudadanía y derechos
Ciudadanía en la Grecia antigua
El término ciudadanía proviene del vocablo latino cívitas, que significa
ciudad y su origen se remonta a la antigua Grecia.
Las ciudades griegas eran conocidas como polis. Estas se caracterizaban
por ser comunidades independientes que contaban con su propia forma de
gobierno. Pese a que estas ciudades-estado eran espacios pequeños,
contaban con un gran desarrollo científico y artístico. Entre las polis más
importantes destacaban Atenas y Esparta.
¿Cómo estaba organizada la antigua Grecia?
La antigua Grecia estaba organizada en dos grandes grupos:
CIUDADANOS
En Atenas eran considerados como ciudadanos, aquellos hombres
libres, mayores de 21 años, cuyos padres eran nativos atenienses.
Contaban con derechos políticos. Podían votar y elegir cargos públicos,
poseían propiedades, accedían a la justicia, eran parte de un culto.
Entre sus oficios, los ciudadanos podían llegar a ser soldados,
comerciantes, agricultores, sacerdotes, entre otros.
En Esparta los ciudadanos eran los hijos de madre y padre espartanos
que habían culminado con su educación (basada en la preparación para
la guerra) Las mujeres gozaban los mismos derechos que los hombres.
Tenían voz y voto, podían educarse, practicar el arte, participaban en
diversos deportes con el objetivo de preparar su cuerpo para la
formación de hijos fuertes para la guerra.
NO CIUDADANOS
En Atenas este grupo estaba constituido por los extranjeros, las
mujeres y las personas esclavizadas.
Los extranjeros o “metecos” como se los conocía en Atenas, eran
extranjeros residentes de la ciudad, eran libres y podían ser artesanos o
comerciantes, tenían la obligación de pagar impuestos, no podían tener
propiedades, tenían la capacidad de pertenecer a la milicia.
Las mujeres en Atenas no eran consideradas como ciudadanos y toda
su vida tenían que ser controladas por un tutor hombre (padre, marido o
hijo) Salían poco de casa, solo para asistir a matrimonios, actividades
relacionadas con la religión o funerales.