ELENA MORA MORÁN
2º BACHILLERATO C
BLOQUE 2- LA EDAD MEDIA. TRES CULTURAS Y UN MAPA
POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
2.1 AL ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. EMIRATO Y
CALIFATO DE CÓRDOBA.
La crisis que padecía el Estado visigodo sumado al ímpetu expansivo del islam supuso la
entrada en 711 de los musulmanes, lo cuales llegaron a dominar toda la Península
Ibérica excepto el norte.
Todo el territorio conquistado fue reconocido con el nombre de Al-Ándalus y en 714 se
convirtió en un emirato dependiente con capital en Córdoba regido por un emir de la
dinastía Omeya que actuaba como delegado del califa. En el año 756 Abderramán I,
miembro superviviente de la dinastía Omeya, proclamó el emirato independiente,
durante el que se dio un favorable desarrollo tanto para la economía musulmana como
para el avance cristiano.
Bajo la dirección política y religiosa del califa Abderramán III, Al Ándalus vivió su época
de mayor esplendor siendo el Califato de Córdoba. Sin embargo, dicha estabilidad acabó
cuando se nombró califa al niño de 8 años Hisham II, por lo que se delegó el poder a su
ministro Almanzor. Cuando este muere, una rebelión puso fin al último califa y Al-
Ándalus se dividió en numerosos reinos de Taifas.
2.2 AL ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ.
La muerte de Almanzor supuso la desaparición del califato de Córdoba en el año 1031,
el cual se fragmentó en pequeños reinos llamados taifas y, aunque conservaron el
funcionamiento del califato, su poder disminuyó considerablemente y fue aprovechado
por los cristianos a los que comenzaron a pagar parias.
Aunque muchos de ellos tenían grandes riquezas, eran muy débiles militarmente lo que
permitió el avance de los cristianos por la Península Ibérica. Tras la toma de Toledo por
parte de Alfonso VI de Castilla, los almorávides aprovecharon los enfrentamientos entre
las taifas para unificar el poder político de Al-Ándalus. A pesar de grandes victorias como
la de Sagrajas, su rigurosidad religiosa, sus abusos de poder y sus intolerancias hacia
judíos y mozárabes generaron revueltas que retomaron los segundos reinos de taifas.
Los almohades lograron reunificar Al-Ándalus bajo su dominio, pero tras la alianza de
Navarra, Castilla y Aragón, fueron derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa en
1212. De esta forma, surgieron los terceros reinos de taifas que desaparecieron en poco
tiempo a excepción del Reino nazarí de Granada, que se mantuvo hasta 1492 cuando los
reyes católicos pusieron fin a la presencia musulmana en la Península Ibérica.
2º BACHILLERATO C
BLOQUE 2- LA EDAD MEDIA. TRES CULTURAS Y UN MAPA
POLÍTICO EN CONSTANTE CAMBIO (711-1474)
2.1 AL ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. EMIRATO Y
CALIFATO DE CÓRDOBA.
La crisis que padecía el Estado visigodo sumado al ímpetu expansivo del islam supuso la
entrada en 711 de los musulmanes, lo cuales llegaron a dominar toda la Península
Ibérica excepto el norte.
Todo el territorio conquistado fue reconocido con el nombre de Al-Ándalus y en 714 se
convirtió en un emirato dependiente con capital en Córdoba regido por un emir de la
dinastía Omeya que actuaba como delegado del califa. En el año 756 Abderramán I,
miembro superviviente de la dinastía Omeya, proclamó el emirato independiente,
durante el que se dio un favorable desarrollo tanto para la economía musulmana como
para el avance cristiano.
Bajo la dirección política y religiosa del califa Abderramán III, Al Ándalus vivió su época
de mayor esplendor siendo el Califato de Córdoba. Sin embargo, dicha estabilidad acabó
cuando se nombró califa al niño de 8 años Hisham II, por lo que se delegó el poder a su
ministro Almanzor. Cuando este muere, una rebelión puso fin al último califa y Al-
Ándalus se dividió en numerosos reinos de Taifas.
2.2 AL ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ.
La muerte de Almanzor supuso la desaparición del califato de Córdoba en el año 1031,
el cual se fragmentó en pequeños reinos llamados taifas y, aunque conservaron el
funcionamiento del califato, su poder disminuyó considerablemente y fue aprovechado
por los cristianos a los que comenzaron a pagar parias.
Aunque muchos de ellos tenían grandes riquezas, eran muy débiles militarmente lo que
permitió el avance de los cristianos por la Península Ibérica. Tras la toma de Toledo por
parte de Alfonso VI de Castilla, los almorávides aprovecharon los enfrentamientos entre
las taifas para unificar el poder político de Al-Ándalus. A pesar de grandes victorias como
la de Sagrajas, su rigurosidad religiosa, sus abusos de poder y sus intolerancias hacia
judíos y mozárabes generaron revueltas que retomaron los segundos reinos de taifas.
Los almohades lograron reunificar Al-Ándalus bajo su dominio, pero tras la alianza de
Navarra, Castilla y Aragón, fueron derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa en
1212. De esta forma, surgieron los terceros reinos de taifas que desaparecieron en poco
tiempo a excepción del Reino nazarí de Granada, que se mantuvo hasta 1492 cuando los
reyes católicos pusieron fin a la presencia musulmana en la Península Ibérica.