HISTORIA AMERICANA GENERAL PRE INDEPENDIENTE. TRABAJO
INTEGRADOR FINAL.
El objetivo de este trabajo de investigación estará centrado en analizar la construcción y el
funcionamiento del espacio económico de acuerdo a las tres variables solicitadas en la
consigna: minería, hacienda y fuerza de trabajo. Para lograr satisfactoriamente lo propuesto,
se seguirán una serie de pautas de carácter organizativo. En primer lugar, se dará lugar a un
corte temporal de acuerdo a la bibliografía sugerida, que irá desde el siglo XVII hasta el
siglo XIX inclusive, haciendo hincapié en los ciclos económicos de mejoras y depresiones a
lo largo de los mismos. En segundo lugar, se procederá inicialmente a tratar el caso de las
colonias de España en América, para luego buscar puntos de comparación en este ámbito
con la colonia portuguesa de Brasil. Con respecto a ello, se intentará trazar dichas
similitudes o diferencias a partir de las reformas económicas que ambos territorios
asumieron durante el siglo XVIII. En tercer lugar, los conceptos de minería y hacienda
serán desarrollados bajo la noción de fuerza de trabajo, ya que se consideran fundamentales
y en estrecha relación. Por último, en un básico y humilde intento de asimilación a la
metodología del gran Fernand Braudel, se irá de lo general hacia lo particular, en el sentido
de analizar primero los procesos económicos en grandes extensiones de tierra a lo largo del
continente hasta llegar al área rural en territorio rioplatense: lo más cercano a nuestra
identidad no sólo temporal, sino principalmente en cuanto al espacio consignado.
No caben dudas que durante el período aquí investigado hubo en las colonias americanas
dos actividades económicas que marcaron la época y su posterioridad. Estamos hablando de
la minería, en primer lugar y, posteriormente, la hacienda. Sin embargo, para referirnos a
ellas debemos tener cuidado de no caer en simplificaciones, ya que fueron desarrolladas en
espacios geográficos y sociales bien distintos. Con respecto a la minería específicamente,
dentro de las colonias pertenecientes a España debe diferenciarse el sector novohispano del
altoperuano; del mismo modo, también encontramos minas de oro y metales preciosos en
Brasil, un área política y culturalmente diferente. Similar situación ocurre con el desarrollo
de las haciendas. No es lo mismo hablar del espacio rural en México o el Alto Perú o
mismo el territorio lusitano. Incluso, dentro del propio espacio del Río de la Plata, las zonas
geográficas que lo componen poseen características propias y peculiares que hicieron de
, sus economías un sello único. La fuerza de trabajo, como el tercero de los componentes a
analizar, debe tenerse en cuenta que será observado bajo los dos conceptos anteriores, ya
que tanto la minería como la hacienda para su desarrollo y evolución debieron contar con
un caudal importante de mano de obra, libre o forzada, cuestión que examinaremos más
adelante.
La minería, al igual que todo el espacio económico colonial, sufrió importantes
transformaciones a lo largo de los siglos. Si hay algo que la caracteriza particularmente es
su cronología cíclica marcada por fases expansivas entre los siglos XVI y XVIII y
separadas por una marcada depresión durante el siglo XVII. Sin embargo, esta última
cuestión ha entrado en revisión a partir de nuevos estudios en donde se cuestiona la “crisis
del siglo XVII” y se prefiere diferenciar las particularidades de cada región. Por ejemplo, el
caso de Nueva España resulta paradójico, ya que presenta un prolongado crecimiento de su
producción minera. Distinta era la situación de la región andina, en dónde Potosí
efectivamente tuvo un período de baja producción. A partir del siglo XVIII esta situación se
revierte y la producción de ambos espacios marcarán una tendencia global al crecimiento
(Tandeter, 2000). En algún punto, existió la creencia de que este aumento estaba
relacionado con las políticas de la monarquía de los Borbones, pero nuevos estudios
contradicen esa versión y hacen hincapié más bien en un conjunto de factores propios, tanto
de la empresa minera como de los mercados adyacentes. Sin embargo, no puede dejarse de
admitir que algunas políticas específicas de la época contribuyeron al nuevo salto de la
producción minera, tanto el control de los empresarios sobre los trabajadores como la
reducción de la remuneración laboral (incluso, la eliminación de los partidos). Tandeter
(2000) menciona también a la concesión de exenciones impositivas y al suministro de
mercurio al costo como otros dos factores cruciales. Nuevamente, cabe diferenciar aquí el
espacio geográfico novohispano del área andina. La evolución de Potosí no muestra los
picos dramáticos de México, sino “un alza moderada y continua” debido a la expansión
cuantitativa del mineral procesado. Y aquí entra a jugar también un factor clave no sólo de
la economía colonial sino de este trabajo de investigación: la mita. Ésta se convirtió, en
palabras de Tandeter (2000), en la “clave de la supervivencia y expansión de Potosí”. Se
trataba de una migración forzada anual con la que el Cerro Rico y sus ingenios habían sido
dotados por el virrey Toledo en la década de 1570 (junto con el establecimiento de
INTEGRADOR FINAL.
El objetivo de este trabajo de investigación estará centrado en analizar la construcción y el
funcionamiento del espacio económico de acuerdo a las tres variables solicitadas en la
consigna: minería, hacienda y fuerza de trabajo. Para lograr satisfactoriamente lo propuesto,
se seguirán una serie de pautas de carácter organizativo. En primer lugar, se dará lugar a un
corte temporal de acuerdo a la bibliografía sugerida, que irá desde el siglo XVII hasta el
siglo XIX inclusive, haciendo hincapié en los ciclos económicos de mejoras y depresiones a
lo largo de los mismos. En segundo lugar, se procederá inicialmente a tratar el caso de las
colonias de España en América, para luego buscar puntos de comparación en este ámbito
con la colonia portuguesa de Brasil. Con respecto a ello, se intentará trazar dichas
similitudes o diferencias a partir de las reformas económicas que ambos territorios
asumieron durante el siglo XVIII. En tercer lugar, los conceptos de minería y hacienda
serán desarrollados bajo la noción de fuerza de trabajo, ya que se consideran fundamentales
y en estrecha relación. Por último, en un básico y humilde intento de asimilación a la
metodología del gran Fernand Braudel, se irá de lo general hacia lo particular, en el sentido
de analizar primero los procesos económicos en grandes extensiones de tierra a lo largo del
continente hasta llegar al área rural en territorio rioplatense: lo más cercano a nuestra
identidad no sólo temporal, sino principalmente en cuanto al espacio consignado.
No caben dudas que durante el período aquí investigado hubo en las colonias americanas
dos actividades económicas que marcaron la época y su posterioridad. Estamos hablando de
la minería, en primer lugar y, posteriormente, la hacienda. Sin embargo, para referirnos a
ellas debemos tener cuidado de no caer en simplificaciones, ya que fueron desarrolladas en
espacios geográficos y sociales bien distintos. Con respecto a la minería específicamente,
dentro de las colonias pertenecientes a España debe diferenciarse el sector novohispano del
altoperuano; del mismo modo, también encontramos minas de oro y metales preciosos en
Brasil, un área política y culturalmente diferente. Similar situación ocurre con el desarrollo
de las haciendas. No es lo mismo hablar del espacio rural en México o el Alto Perú o
mismo el territorio lusitano. Incluso, dentro del propio espacio del Río de la Plata, las zonas
geográficas que lo componen poseen características propias y peculiares que hicieron de
, sus economías un sello único. La fuerza de trabajo, como el tercero de los componentes a
analizar, debe tenerse en cuenta que será observado bajo los dos conceptos anteriores, ya
que tanto la minería como la hacienda para su desarrollo y evolución debieron contar con
un caudal importante de mano de obra, libre o forzada, cuestión que examinaremos más
adelante.
La minería, al igual que todo el espacio económico colonial, sufrió importantes
transformaciones a lo largo de los siglos. Si hay algo que la caracteriza particularmente es
su cronología cíclica marcada por fases expansivas entre los siglos XVI y XVIII y
separadas por una marcada depresión durante el siglo XVII. Sin embargo, esta última
cuestión ha entrado en revisión a partir de nuevos estudios en donde se cuestiona la “crisis
del siglo XVII” y se prefiere diferenciar las particularidades de cada región. Por ejemplo, el
caso de Nueva España resulta paradójico, ya que presenta un prolongado crecimiento de su
producción minera. Distinta era la situación de la región andina, en dónde Potosí
efectivamente tuvo un período de baja producción. A partir del siglo XVIII esta situación se
revierte y la producción de ambos espacios marcarán una tendencia global al crecimiento
(Tandeter, 2000). En algún punto, existió la creencia de que este aumento estaba
relacionado con las políticas de la monarquía de los Borbones, pero nuevos estudios
contradicen esa versión y hacen hincapié más bien en un conjunto de factores propios, tanto
de la empresa minera como de los mercados adyacentes. Sin embargo, no puede dejarse de
admitir que algunas políticas específicas de la época contribuyeron al nuevo salto de la
producción minera, tanto el control de los empresarios sobre los trabajadores como la
reducción de la remuneración laboral (incluso, la eliminación de los partidos). Tandeter
(2000) menciona también a la concesión de exenciones impositivas y al suministro de
mercurio al costo como otros dos factores cruciales. Nuevamente, cabe diferenciar aquí el
espacio geográfico novohispano del área andina. La evolución de Potosí no muestra los
picos dramáticos de México, sino “un alza moderada y continua” debido a la expansión
cuantitativa del mineral procesado. Y aquí entra a jugar también un factor clave no sólo de
la economía colonial sino de este trabajo de investigación: la mita. Ésta se convirtió, en
palabras de Tandeter (2000), en la “clave de la supervivencia y expansión de Potosí”. Se
trataba de una migración forzada anual con la que el Cerro Rico y sus ingenios habían sido
dotados por el virrey Toledo en la década de 1570 (junto con el establecimiento de
