Cap. 4. ¿Por qué no donamos más?
En este capítulo Singer expondrá la tensión que existe entre el altruismo y el egoísmo,
tratará de explicar porque la gente no dona más de lo que dona e intentará encontrar la
solución para empujar a las personas a donar más. Elisabeth Thompson y Daniel Batson
realizaron un experimento para demostrar que los seres humanos tendemos a obrar
solo en beneficio propio y es este uno de los principales motivos de que no donemos
más. Este experimento consistió en que cada individuo debía escoger una tarea de entre
dos (una más aburrida y otra más gratificante y entretenida) que se les proponía y la
restante sería asignada a otra persona. Para ello se les daba una moneda que podían
lanzar en caso de querer repartir las tareas de la manera más ética y justa posible, pero
podían hacer lo que realmente quisieran ya que nadie les estaba viendo. Al finalizar el
experimento se entrevistó a los sujetos y la mitad ni siquiera tiraron la moneda, de estos
el 80% se asignó la tarea más gratificante a sí mismo. Casualmente de los que lanzaron
la moneda, al 85% les “tocó” la mejor tarea. Sin embargo, el ser humano no es siempre
así, en muchas ocasiones es generoso, un claro ejemplo de esto es que España se
encuentra en el país número uno como donante de órganos. Singer ofrece el ejemplo
de las donaciones de sangre, que también se llevan a cabo por todo el mundo sin ningún
ánimo de lucro. Pero si hacemos todo esto, la pregunta que se nos plantea es, ¿por qué
si hacemos todo esto, no ayudamos a los niños que sufren pobreza extrema si no nos
supone un coste o esfuerzo mayor que estas donaciones? Analizará y responderá a los
argumentos que tratan de justificar esta falta de solidaridad.
El primer ejemplo es la falta de identificación de la víctima, pues está demostrado que
invertimos más en ayudar a las personas a las que le ponemos nombre y cara, que en
una “vida estadística”, sin identificar; esto se denomina la regla del rescate. Esta regla
hace que la donación resulte más sencilla y menos costosa para los donantes, pero es
menos efectiva al centrarse tan solo en uno de los millones de niños necesitados. Paul
Slovic, prestigioso investigador de este campo, cree que la identificación de una
persona, nos influye tanto porque funcionamos mediante dos procesos para saber cómo
actuar: el sistema afectivo y el deliberativo. El sistema afectivo se sustenta por las
reacciones emocionales y es el que se activa al identificar el sufrimiento con una persona
concreta y nos hace reaccionar más rápido. Por otro lado está el sistema deliberativo
En este capítulo Singer expondrá la tensión que existe entre el altruismo y el egoísmo,
tratará de explicar porque la gente no dona más de lo que dona e intentará encontrar la
solución para empujar a las personas a donar más. Elisabeth Thompson y Daniel Batson
realizaron un experimento para demostrar que los seres humanos tendemos a obrar
solo en beneficio propio y es este uno de los principales motivos de que no donemos
más. Este experimento consistió en que cada individuo debía escoger una tarea de entre
dos (una más aburrida y otra más gratificante y entretenida) que se les proponía y la
restante sería asignada a otra persona. Para ello se les daba una moneda que podían
lanzar en caso de querer repartir las tareas de la manera más ética y justa posible, pero
podían hacer lo que realmente quisieran ya que nadie les estaba viendo. Al finalizar el
experimento se entrevistó a los sujetos y la mitad ni siquiera tiraron la moneda, de estos
el 80% se asignó la tarea más gratificante a sí mismo. Casualmente de los que lanzaron
la moneda, al 85% les “tocó” la mejor tarea. Sin embargo, el ser humano no es siempre
así, en muchas ocasiones es generoso, un claro ejemplo de esto es que España se
encuentra en el país número uno como donante de órganos. Singer ofrece el ejemplo
de las donaciones de sangre, que también se llevan a cabo por todo el mundo sin ningún
ánimo de lucro. Pero si hacemos todo esto, la pregunta que se nos plantea es, ¿por qué
si hacemos todo esto, no ayudamos a los niños que sufren pobreza extrema si no nos
supone un coste o esfuerzo mayor que estas donaciones? Analizará y responderá a los
argumentos que tratan de justificar esta falta de solidaridad.
El primer ejemplo es la falta de identificación de la víctima, pues está demostrado que
invertimos más en ayudar a las personas a las que le ponemos nombre y cara, que en
una “vida estadística”, sin identificar; esto se denomina la regla del rescate. Esta regla
hace que la donación resulte más sencilla y menos costosa para los donantes, pero es
menos efectiva al centrarse tan solo en uno de los millones de niños necesitados. Paul
Slovic, prestigioso investigador de este campo, cree que la identificación de una
persona, nos influye tanto porque funcionamos mediante dos procesos para saber cómo
actuar: el sistema afectivo y el deliberativo. El sistema afectivo se sustenta por las
reacciones emocionales y es el que se activa al identificar el sufrimiento con una persona
concreta y nos hace reaccionar más rápido. Por otro lado está el sistema deliberativo