Claudia Aído Benítez.
TEMA 5: AUTOCONCEPTO E IDENTIDAD.
La riqueza y la complejidad del yo, que conforma la imagen que tenemos sobre nosotros, se
enmarca en dos grandes bloques de procesos psicológicos:
- Cognitivos: relativos al autoconcepto, percepción que una persona tiene de sí misma.
- Afectivos: relacionados con la autoestima, actitud que tenemos hacia nosotros
mismos.
El conocimiento que tenemos sobre nosotros y nuestros estados de ánimo lo manifestamos
ante los demás a través del comportamiento.
- Autopresentación: tratamos de controlar la imagen que los demás forman de
nosotros. Además, constituye una parte esencial de las relaciones interpersonales, ya
que tratamos de mostrar determinadas facetas del yo favorables en cada contexto
social.
Las características del yo están relacionadas con 3 motivos sociales universales.
1. Conocimiento y comprensión.
2. Potenciación personal.
3. Pertenencia.
CONOCIMIENTO DEL YO.
Las personas necesitan conocerse a sí mismas para funcionar socialmente. Ese conocimiento
les permite comportarse adecuadamente y ser aceptadas por los demás.
● Motivo de potenciación: valorarnos positivamente a nosotros mismos, desarrollando
nuestras propias capacidades y la necesidad de sentirnos únicos y especiales.
● Necesidad de pertenencia: comportarse de modo que posibilite unas buenas
relaciones sociales y presentarse ante los demás del modo más adecuado.
El autoconcepto representa el vínculo entre el individuo y lo social. El conocimiento sobre
uno mismo es más rico, detallado y sofisticado que el que poseemos sobre cualquier otra
persona. El conocimiento sobre nosotros mismos lo almacenamos mediante esquemas. El
conjunto de autoesquemas abarca creencias de uno mismo, incluyendo rasgos de
personalidad y características aplicables a contextos específicos. El autoconcepto se organiza
alrededor de múltiples esquemas basados en roles, actividades e intereses, relaciones
interpersonales, pertenencia a grupos, creencias, valores, experiencias del pasado y
expectativas sobre el futuro. El autoconcepto es multifacético, lo que no implica que no
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, Claudia Aído Benítez.
tengamos una visión de nosotros estable y unitaria. Poseemos un conocimiento global de
nosotros mismos y tenemos un conocimiento específico de distintas áreas de nuestra
existencia.
Cuestionario de Autoconcepto Forma 5 (AF5): compuesto por 30 ítems que evalúan
mediante una escala del 1 al 99, 5 dimensiones:
1. Autoconcepto académico-laboral.
2. Autoconcepto social.
3. Autoconcepto emocional.
4. Autoconcepto familiar.
5. Autoconcepto físico.
Una puntuación alta refleja un elevado autoconcepto.
● Efecto de autorreferencia: tendencia a recordar mejor la información relevante para
el autoconcepto que cualquier otro tipo de información.
Los aspectos importantes para el yo están bien estructurados y organizados en la memoria. La
información que afecta sensiblemente al yo se elabora más que otro tipo de información,
puesto que está bien estructurada previamente, se codifica mejor. También, se recuerda mejor
la información sobre una persona a la que se conoce bien.
La importancia que se concede a un determinado aspecto del autoconcepto predice otros
fenómenos relacionados con el yo:
- Si se concede mucho valor a una determinada faceta del yo es más habitual que la
persona trate de comportarse coherentemente con esa visión de sí misma, y que
muestre alta estabilidad en su conducta a través de distintas situaciones.
- Ser poco competente en una dimensión que es muy importante, afecta más a la
autoestima que en una dimensión menos importante.
- Si una persona tiene una autoestima baja en general, pero una visión positiva de sí
misma en una determinada dimensión, un fallo en esa faceta haría que la visión del yo
quede enormemente deteriorada.
REPRESENTACIONES MENTALES DEL YO.
William James estableció una diferenciación entre el yo y el mí:
- El yo abarca lo intrapersonal y privado, está implicado en procesos relaciones con la
introspección y con las acciones que la persona realiza de forma reflexiva.
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TEMA 5: AUTOCONCEPTO E IDENTIDAD.
La riqueza y la complejidad del yo, que conforma la imagen que tenemos sobre nosotros, se
enmarca en dos grandes bloques de procesos psicológicos:
- Cognitivos: relativos al autoconcepto, percepción que una persona tiene de sí misma.
- Afectivos: relacionados con la autoestima, actitud que tenemos hacia nosotros
mismos.
El conocimiento que tenemos sobre nosotros y nuestros estados de ánimo lo manifestamos
ante los demás a través del comportamiento.
- Autopresentación: tratamos de controlar la imagen que los demás forman de
nosotros. Además, constituye una parte esencial de las relaciones interpersonales, ya
que tratamos de mostrar determinadas facetas del yo favorables en cada contexto
social.
Las características del yo están relacionadas con 3 motivos sociales universales.
1. Conocimiento y comprensión.
2. Potenciación personal.
3. Pertenencia.
CONOCIMIENTO DEL YO.
Las personas necesitan conocerse a sí mismas para funcionar socialmente. Ese conocimiento
les permite comportarse adecuadamente y ser aceptadas por los demás.
● Motivo de potenciación: valorarnos positivamente a nosotros mismos, desarrollando
nuestras propias capacidades y la necesidad de sentirnos únicos y especiales.
● Necesidad de pertenencia: comportarse de modo que posibilite unas buenas
relaciones sociales y presentarse ante los demás del modo más adecuado.
El autoconcepto representa el vínculo entre el individuo y lo social. El conocimiento sobre
uno mismo es más rico, detallado y sofisticado que el que poseemos sobre cualquier otra
persona. El conocimiento sobre nosotros mismos lo almacenamos mediante esquemas. El
conjunto de autoesquemas abarca creencias de uno mismo, incluyendo rasgos de
personalidad y características aplicables a contextos específicos. El autoconcepto se organiza
alrededor de múltiples esquemas basados en roles, actividades e intereses, relaciones
interpersonales, pertenencia a grupos, creencias, valores, experiencias del pasado y
expectativas sobre el futuro. El autoconcepto es multifacético, lo que no implica que no
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, Claudia Aído Benítez.
tengamos una visión de nosotros estable y unitaria. Poseemos un conocimiento global de
nosotros mismos y tenemos un conocimiento específico de distintas áreas de nuestra
existencia.
Cuestionario de Autoconcepto Forma 5 (AF5): compuesto por 30 ítems que evalúan
mediante una escala del 1 al 99, 5 dimensiones:
1. Autoconcepto académico-laboral.
2. Autoconcepto social.
3. Autoconcepto emocional.
4. Autoconcepto familiar.
5. Autoconcepto físico.
Una puntuación alta refleja un elevado autoconcepto.
● Efecto de autorreferencia: tendencia a recordar mejor la información relevante para
el autoconcepto que cualquier otro tipo de información.
Los aspectos importantes para el yo están bien estructurados y organizados en la memoria. La
información que afecta sensiblemente al yo se elabora más que otro tipo de información,
puesto que está bien estructurada previamente, se codifica mejor. También, se recuerda mejor
la información sobre una persona a la que se conoce bien.
La importancia que se concede a un determinado aspecto del autoconcepto predice otros
fenómenos relacionados con el yo:
- Si se concede mucho valor a una determinada faceta del yo es más habitual que la
persona trate de comportarse coherentemente con esa visión de sí misma, y que
muestre alta estabilidad en su conducta a través de distintas situaciones.
- Ser poco competente en una dimensión que es muy importante, afecta más a la
autoestima que en una dimensión menos importante.
- Si una persona tiene una autoestima baja en general, pero una visión positiva de sí
misma en una determinada dimensión, un fallo en esa faceta haría que la visión del yo
quede enormemente deteriorada.
REPRESENTACIONES MENTALES DEL YO.
William James estableció una diferenciación entre el yo y el mí:
- El yo abarca lo intrapersonal y privado, está implicado en procesos relaciones con la
introspección y con las acciones que la persona realiza de forma reflexiva.
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