¿Cómo representa Lorca en la obra la mujer de la época?
En ‘La Casa de Bernarda Alba’, Lorca pretende proporcionar una
representación precisa de la España rural en los años treinta, incluida la
representación de las mujeres. En esta época, las mujeres tienen un
estatúan más bajo que los hombres en la sociedad y se espera que sean
puras y sumisas. El honor era muy importante para la posición social de la
familia.
Desde mi punto de vista, es importante que entendamos el destino
y el papel tradicional de las mujeres en el mundo lorquiano. Los hombres
los más poderosos en la sociedad patriarcal, esperan que las mujeres
sean puras y virginales. Por ejemplo, Pepe el Romano dice, “quiero una
mujer buena”, que indica la visión común y la expectativa en este periodo
de tiempo. Sin embargo, las mismas expectativas no se tienen para los
hombres. Adela dice a La Poncia sobre los hombres, “se les perdona
todo”, que revela las actitudes prevalentes y los dobles estándares. Lorca
ofrece una crítica sobre el destino predeterminado de la mujer, como es
evidente a través de la trama que Lorca cree que las mujeres deberían ser
libres.
Para continuar, es vital que reconozcamos la mujer rebelde y las
consecuencias. Adela, la protagonista, es un ejemplo del resultado de una
soledad que suprime el deseo sexual, y restringe la libertad femenina. En
el acto primero, Adela dice, “¡mañana me pondré mi vestido verde!”, que
representa una rebelión de las expectativas sociales. Adela dice sobre
Pepe, “bebo su sangre lentamente”, que revela el deseo sexual reprimido,
resultado de reglas estrictas enfatizadas en la doctrina de la iglesia
católica. Es inevitable que las mujeres en la España rural de los años
treinta quieran escapar “este infierno”. Finalmente, las mujeres como
Adela enfrentarán las consecuencias de este valiente desafío. La cualidad
rebelde de Adela significa que su muerte sea una forma de escapar.
Lorca destaca a las mujeres de esta época, al revelar la importancia
del honor y la reputación en la sociedad de la obra. La carga de esta
responsabilidad lleva inevitablemente a las mujeres en la obra a anhela la
libertad. Al final de la obra, Bernarda está preocupada por mantener las
apariencias de la familia y por la reputación de su hija. Bernarda, la
dictadora, declara, “ha muerto virgen”. Es necesario que entendamos el
valor de la virginidad dentro el mundo lorquiano. La reputación familiar, la
estatua social y la posición en la comunidad dependen del
comportamiento de las mujeres.
Para concluir, Lorca ofrece una única de las expectativas sociales y
el tratamiento de las mujeres en el mundo de la obra. Las mujeres se ven
obligadas a desempeñar un papel tradicional con un destino ineludible, lo
que provoca que se rebelen contra la sociedad, pero están restringidas
por la responsabilidad de mantener su honor.
En ‘La Casa de Bernarda Alba’, Lorca pretende proporcionar una
representación precisa de la España rural en los años treinta, incluida la
representación de las mujeres. En esta época, las mujeres tienen un
estatúan más bajo que los hombres en la sociedad y se espera que sean
puras y sumisas. El honor era muy importante para la posición social de la
familia.
Desde mi punto de vista, es importante que entendamos el destino
y el papel tradicional de las mujeres en el mundo lorquiano. Los hombres
los más poderosos en la sociedad patriarcal, esperan que las mujeres
sean puras y virginales. Por ejemplo, Pepe el Romano dice, “quiero una
mujer buena”, que indica la visión común y la expectativa en este periodo
de tiempo. Sin embargo, las mismas expectativas no se tienen para los
hombres. Adela dice a La Poncia sobre los hombres, “se les perdona
todo”, que revela las actitudes prevalentes y los dobles estándares. Lorca
ofrece una crítica sobre el destino predeterminado de la mujer, como es
evidente a través de la trama que Lorca cree que las mujeres deberían ser
libres.
Para continuar, es vital que reconozcamos la mujer rebelde y las
consecuencias. Adela, la protagonista, es un ejemplo del resultado de una
soledad que suprime el deseo sexual, y restringe la libertad femenina. En
el acto primero, Adela dice, “¡mañana me pondré mi vestido verde!”, que
representa una rebelión de las expectativas sociales. Adela dice sobre
Pepe, “bebo su sangre lentamente”, que revela el deseo sexual reprimido,
resultado de reglas estrictas enfatizadas en la doctrina de la iglesia
católica. Es inevitable que las mujeres en la España rural de los años
treinta quieran escapar “este infierno”. Finalmente, las mujeres como
Adela enfrentarán las consecuencias de este valiente desafío. La cualidad
rebelde de Adela significa que su muerte sea una forma de escapar.
Lorca destaca a las mujeres de esta época, al revelar la importancia
del honor y la reputación en la sociedad de la obra. La carga de esta
responsabilidad lleva inevitablemente a las mujeres en la obra a anhela la
libertad. Al final de la obra, Bernarda está preocupada por mantener las
apariencias de la familia y por la reputación de su hija. Bernarda, la
dictadora, declara, “ha muerto virgen”. Es necesario que entendamos el
valor de la virginidad dentro el mundo lorquiano. La reputación familiar, la
estatua social y la posición en la comunidad dependen del
comportamiento de las mujeres.
Para concluir, Lorca ofrece una única de las expectativas sociales y
el tratamiento de las mujeres en el mundo de la obra. Las mujeres se ven
obligadas a desempeñar un papel tradicional con un destino ineludible, lo
que provoca que se rebelen contra la sociedad, pero están restringidas
por la responsabilidad de mantener su honor.