TEATRO ANTERIOR A 1936
El teatro está marcado por la gran cantidad de obras representadas y la
coexistencia de autores: realistas, dramaturgos de Fin de Siglo, Generación del
14 y 27. Se distinguen dos tipos de teatro: el comercial y el experimental
(anticomercial).
El teatro comercial responde a los gustos del público. En esta tendencia se
inscriben las comedias y melodramas de Jacinto Benavente, el teatro poético y el
teatro cómico, que incluye fórmulas como la tragicomedia de Arniches, el
astracán de Pedro Muñoz Seca o las comedias de los hermanos Álvarez Quintero
(“Las de Caín”). Las características del teatro anticomercial son el rechazo al
realismo, la reflexión filosófica y la recuperación de formas primitivas de
teatralidad.
Los cuatro autores más destacables son:
Jacinto Benavente: el madrileño, que recibió el Premio Nobel de
Literatura en 1922, destacó por sus comedias de ambientación burguesa y sus
melodramas rurales. Su obra más original, sin embargo, es la farsa “Los
intereses creados” (1907), que critica amablemente la hipocresía de la sociedad
burguesa.
Valle-Inclán: elaboró una amplia producción que puede organizarse en
tres ciclos: el ciclo mítico, el de la farsa y el del esperpento. El esperpento es una
fórmula teatral que recibe su máxima cristalización en la obra “Luces de
bohemia”. Consiste en la deformación caricaturesca de la realidad para resaltar
lo miserable de la existencia. Fue escrita en 1920 y estrenada en 1970. Presenta
quince escenas en las que Max Estrella, un poeta ciego y fracasado, vive su
última noche. La obra puede interpretarse como una crítica a la política y
sociedad españolas.
Ramón Gómez de la Serna: “El teatro en soledad” fue la única obra
teatral que Gómez de la Serna estrenó. Introdujo las vanguardias en España y de
1908 a 1912 dirigió la revista “Prometeo”. Emplea el humor y la exaltación para
eliminar el sentimentalismo. Creó un género llamado greguería: es un enunciado
breve e ingenioso que refleja una mirada novedosa sobre la realidad.
Federico García Lorca: fue, junto con Alberti, el principal dramaturgo de
la Generación del 27. En sus farsas hay dos tipos de obras: obras para guiñoles y
obras para personas. En el teatro mayor destacan las obras de la “Trilogía
dramática de la tierra española”, que son: “Bodas de Sangre” (1933), “Yerma”
(1934) y “La casa de Bernarda Alba” (1936). El tema principal es la frustración e
insatisfacción ante el deseo de libertad y de plenitud erótica y la realidad que se
El teatro está marcado por la gran cantidad de obras representadas y la
coexistencia de autores: realistas, dramaturgos de Fin de Siglo, Generación del
14 y 27. Se distinguen dos tipos de teatro: el comercial y el experimental
(anticomercial).
El teatro comercial responde a los gustos del público. En esta tendencia se
inscriben las comedias y melodramas de Jacinto Benavente, el teatro poético y el
teatro cómico, que incluye fórmulas como la tragicomedia de Arniches, el
astracán de Pedro Muñoz Seca o las comedias de los hermanos Álvarez Quintero
(“Las de Caín”). Las características del teatro anticomercial son el rechazo al
realismo, la reflexión filosófica y la recuperación de formas primitivas de
teatralidad.
Los cuatro autores más destacables son:
Jacinto Benavente: el madrileño, que recibió el Premio Nobel de
Literatura en 1922, destacó por sus comedias de ambientación burguesa y sus
melodramas rurales. Su obra más original, sin embargo, es la farsa “Los
intereses creados” (1907), que critica amablemente la hipocresía de la sociedad
burguesa.
Valle-Inclán: elaboró una amplia producción que puede organizarse en
tres ciclos: el ciclo mítico, el de la farsa y el del esperpento. El esperpento es una
fórmula teatral que recibe su máxima cristalización en la obra “Luces de
bohemia”. Consiste en la deformación caricaturesca de la realidad para resaltar
lo miserable de la existencia. Fue escrita en 1920 y estrenada en 1970. Presenta
quince escenas en las que Max Estrella, un poeta ciego y fracasado, vive su
última noche. La obra puede interpretarse como una crítica a la política y
sociedad españolas.
Ramón Gómez de la Serna: “El teatro en soledad” fue la única obra
teatral que Gómez de la Serna estrenó. Introdujo las vanguardias en España y de
1908 a 1912 dirigió la revista “Prometeo”. Emplea el humor y la exaltación para
eliminar el sentimentalismo. Creó un género llamado greguería: es un enunciado
breve e ingenioso que refleja una mirada novedosa sobre la realidad.
Federico García Lorca: fue, junto con Alberti, el principal dramaturgo de
la Generación del 27. En sus farsas hay dos tipos de obras: obras para guiñoles y
obras para personas. En el teatro mayor destacan las obras de la “Trilogía
dramática de la tierra española”, que son: “Bodas de Sangre” (1933), “Yerma”
(1934) y “La casa de Bernarda Alba” (1936). El tema principal es la frustración e
insatisfacción ante el deseo de libertad y de plenitud erótica y la realidad que se