PEC 3
ADULTEZ
Reto 3. La adultez, ¿la calma
después de la tormenta y la
estabilidad antes del declive?
Sofía Pérez Sánchez
Tarea 1. Cambios físicos
1.1.
Menopausia y andropausia están relacionadas con un descenso de secreción hormonal,
estrógenos y progesterona en mujeres, y testosterona en hombres (Ballesteros et al., 2016), suele
ocurrir entre los 45-55 años, aunque puede variar la edad dependiendo la persona. Y como asegura
Tizón (2004, citado en Pérez Blasco, 1998), pueden considerarse como pérdidas evolutivas, es
decir, implica pasar por una transición y proceso de duelo.
Ambos procesos generan cierto declive físico, como en el caso de Josep ((Durán y Hernández,
pág 1
, 2022), la pérdida de masa muscular (sarcopenia) (Arrondo et al., 2004) y densidad ósea
(osteoporosis), lo que implica mayores y frecuentes lesiones en músculos y articulaciones,
padeciendo eventos dolorosos y afectando en su vida social.
También son característicos la modificación/bajo estado anímico, la precipitada fatiga física y una
disminución del deseo sexual (Triadó et al., 2019)
Hay marcadas diferencias de género entre cómo se viven y afectan estos fenómenos en la vida
personal, social y afectiva de la persona (Ballesteros et al., 2016).
Para ellas, como expone Bárbara (Durán y Hernández, 2022), la menopausia ha tenido un fuerte
impacto, influyendo en su identidad, derivando en una crisis vital, significando el fin de la
reproducción y la imposibilidad de tener descendencia de manera natural, además del estigma
social y cultural añadido (Ballesteros et al., 2016). En cambio, la llegada de la andropausia en
hombres no incapacita su capacidad reproductora (Arrondo et al., 2004).
Por otra parte, en esta etapa adulta son frecuentes los cambios en la apariencia, como las canas y
arrugas, el aumento de peso y la flacidez en la piel, debido a la poca producción de colágeno
(Triadó et al., 2019), como menciona Rita (Durán y Hernández, 2022) en el podcast.
Añadir a esto que, el sistema sensorial, sobre todo, el auditivo y visual, es afectado (Triadó et al.,
2019), disminuyendo su capacidad perceptiva, dando lugar a posibles cataratas, presbicia (vista
cansada) o sordera, lo que les condiciona directamente a su día a día, sobre todo, en el ámbito
social y en la capacidad del lenguaje y la comunicación e interacción con otros.
Estos factores naturales son procesos de envejecimiento primario (Triadó et al., 2019), inevitables.
Mientras que, como incide Marc (Durán y Hernández, 2022), concretamente, el sedentarismo como
estilo de vida forma parte de un proceso de envejecimiento secundario, como agravante, influye
sobre los sistemas respiratorio, digestivo y endocrino, los ciclos circadianos y sueño (Triadó et al.,
2019).
1.2
PARA ELLAS:
Se recomienda que usen parches de estrógenos de manera artificial, para compensar la deficiencia
de producción natural (Triadó et al., 2019).
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ADULTEZ
Reto 3. La adultez, ¿la calma
después de la tormenta y la
estabilidad antes del declive?
Sofía Pérez Sánchez
Tarea 1. Cambios físicos
1.1.
Menopausia y andropausia están relacionadas con un descenso de secreción hormonal,
estrógenos y progesterona en mujeres, y testosterona en hombres (Ballesteros et al., 2016), suele
ocurrir entre los 45-55 años, aunque puede variar la edad dependiendo la persona. Y como asegura
Tizón (2004, citado en Pérez Blasco, 1998), pueden considerarse como pérdidas evolutivas, es
decir, implica pasar por una transición y proceso de duelo.
Ambos procesos generan cierto declive físico, como en el caso de Josep ((Durán y Hernández,
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, 2022), la pérdida de masa muscular (sarcopenia) (Arrondo et al., 2004) y densidad ósea
(osteoporosis), lo que implica mayores y frecuentes lesiones en músculos y articulaciones,
padeciendo eventos dolorosos y afectando en su vida social.
También son característicos la modificación/bajo estado anímico, la precipitada fatiga física y una
disminución del deseo sexual (Triadó et al., 2019)
Hay marcadas diferencias de género entre cómo se viven y afectan estos fenómenos en la vida
personal, social y afectiva de la persona (Ballesteros et al., 2016).
Para ellas, como expone Bárbara (Durán y Hernández, 2022), la menopausia ha tenido un fuerte
impacto, influyendo en su identidad, derivando en una crisis vital, significando el fin de la
reproducción y la imposibilidad de tener descendencia de manera natural, además del estigma
social y cultural añadido (Ballesteros et al., 2016). En cambio, la llegada de la andropausia en
hombres no incapacita su capacidad reproductora (Arrondo et al., 2004).
Por otra parte, en esta etapa adulta son frecuentes los cambios en la apariencia, como las canas y
arrugas, el aumento de peso y la flacidez en la piel, debido a la poca producción de colágeno
(Triadó et al., 2019), como menciona Rita (Durán y Hernández, 2022) en el podcast.
Añadir a esto que, el sistema sensorial, sobre todo, el auditivo y visual, es afectado (Triadó et al.,
2019), disminuyendo su capacidad perceptiva, dando lugar a posibles cataratas, presbicia (vista
cansada) o sordera, lo que les condiciona directamente a su día a día, sobre todo, en el ámbito
social y en la capacidad del lenguaje y la comunicación e interacción con otros.
Estos factores naturales son procesos de envejecimiento primario (Triadó et al., 2019), inevitables.
Mientras que, como incide Marc (Durán y Hernández, 2022), concretamente, el sedentarismo como
estilo de vida forma parte de un proceso de envejecimiento secundario, como agravante, influye
sobre los sistemas respiratorio, digestivo y endocrino, los ciclos circadianos y sueño (Triadó et al.,
2019).
1.2
PARA ELLAS:
Se recomienda que usen parches de estrógenos de manera artificial, para compensar la deficiencia
de producción natural (Triadó et al., 2019).
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