BLOQUE 9. LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA,
1902-1931.
9.1. ALFONSO XIII Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN: LOS PARTIDOS
DINÁSTICOS. LAS FUERZAS POLÍTICAS DE LA OPOSICIÓN: REPUBLICANOS, NACIONALISTAS,
SINDICALISTAS Y ANARCOSINDICALISTAS.
A comienzos del siglo XX el sistema político de la Restauración ideado por Cánovas seguía
vigente, de forma que los partidos conservador y liberal se turnaban de forma pacífica en el
poder mediante el fraude electoral (encasillado, caciquismo y pucherazo). Pero el desastre del
98 y la siguiente crisis propiciaron la aparición de una corriente ideológica, el
regeneracionismo, que denunciaba los vicios del sistema dominado por una oligarquía, y
realizaba propuestas para la modernización política, social y económica del país. Destacaron
intelectuales como Joaquín Costa y algunos políticos, como Maura (conservador) y Canalejas
(liberal), que sustituyeron a los fallecidos Cánovas y Sagasta.
Alfonso XIII accedió al trono en 1902 con 16 años de edad, en medio de la crisis de liderazgo
que sufrían los partidos tradicionales del turno (conservadores y liberales). En 1905 se produjo
una de las peores crisis del reinado cuando un grupo de oficiales asaltó los talleres de las
revistas satíricas Cu-cut y la Veu de Catalunya, acusándoles de atacar al ejército con sus
caricaturas. La presión de los militares obligó al gobierno a publicar la Ley de Jurisdicciones,
1906, en la que los delitos contra el ejército y la patria sería juzgados por un tribunal militar, de
esta manera volviendo a recuperar parte de su poder e influencia política.
El gobierno conservador de Maura 19071910, puso en marcha su programa regeneracionista
con numerosas reformas:
→Ley electoral que declaraba el voto obligatorio, aunque no se consiguió acabar con el fraude.
→Ley de administración local que contemplaba mayor autonomía para los ayuntamientos.
→Política económica proteccionista que fomentaba la industria nacional. .
→Medidas sociales que legalizaron la huelga y el descanso dominical.
Pero su decisión de enviar reservistas (casados y con hijos) de Madrid y Barcelona a luchar en
el protectorado de Marruecos tras las derrotas españolas (Barranco del Lobo), provocaron los
sucesos d ela semana trágica de Barcelona, 1909 que forzaron su dimisión en las calles de
Barcelona. Entre los 5 condenados y fusilados estaba el líder, maestro anarquista catalán,
Ferrer Guardia acusado sin pruebas.
El gobierno liberal de Canalejas 1910-1912, propició la separación de la Iglesia del Estado y
promulgó la ley del candado 1910, que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes
religiosas. Entre las reformas sociales destacaron la mejoras de las condiciones de trabajo
(reducción de la jornada laboral, ley de accidentes de trabajo) y la supresión del impuesto de
consumos sobre los productos de primera necesidad. La ley de reclutamiento impedía la
redención en metálico y establecía el servicio militar obligatorio en caso de guerra. La ley de
mancomunidades suponía un primera paso en la descentralización para Cataluña.
Los partidos excluidos y el movimientos obrero ganaron fuerzas y sus apoyos aumentaron:
Los republicanos: constituían la oposición más importante al sistema y aspiraban a la
democratización, a partir de ideas liberales, laicistas y anticlericales. La Unión Republicana de
Lerrouz (radical) y Salmerón (reformista) obtuvo 36 diputados en 1903. Sus diferencias
acabaron con la escisión en 1908 del Partido Radical de Lerroux, implantado en Cataluña,
con discurso populista, demagógico, anticlerical y anticatalanista.
Los nacionalistas: En Cataluña destacaba la Lliga Regionalista, 1901, liderada por Prat de la
Riba y por Cambó, que reivindicaba la regeneración del país y la autonomía de Cataluña,
aumentó sus apoyos tras la ley de Jurisdicciones de 1906. Era un partido burgués y moderado
, que colaboraba con los partidos del turno y consiguió la creación de la Mancomunidad de
Cataluña.
El nacionalismo vasco: tras la muerte de Sabino Arana, 1903, se debaió entre un sector radical
independentista y uno moderado autonomista por lo que el PNV fue ganando terreno en todo
el país Vasco con apoyo de la burguesía.
El anarquismo: Se oponía a participar en la política y rechazaba el reformismo social. Estaba
arraigado en zonas industriales de Cataluña y también en el campesinado andaluz y extremeño.
Se dividía en dos tendencias, terrorista y sindicalista. En 1910 se funda la organización
anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) que se reafirmó en la acción
directa como estrategia (sabotajes, ocupaciones, terrorismo).
El socialismo: El sindicato UGT y el PSOE crecieron de forma considerable entre 1910 y 1912,
tras las Semana Trágica de Barcelona y su alianza con los republicanos, que llevaron al
fundador Pablo Iglesias a ocupar un puesto en el Parlamento. Además de pedir mejoras
sociales para los trabajadores adoptaron el discurso anticlerical republicano. La UGT incorporó
a los obreros industriales del sector minero y ferroviario, logrando su implantación en Asturias,
Vizcaya y Madrid.
9.2. LA INTERVENCIÓN EN MARRUECOS. REPERCUSIONES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
EN ESPAÑA. LA CRISIS DE 1917 Y EL TRIENIO BOLCHEVIQUE.
Tras el desastre del 98, España intentó recuperar prestigio internacional y superar su
aislamiento exterior, con su intervención en Marruecos. En la conferencia de Algeciras de
1906, Francia y España delimitaron sus zonas de influencia del protectorado. A España le
correspondía el norte (entre Ceuta y Melilla), la zona del Rif, donde tuvo que incrementar su
presencia militar para asegurar la explotación de las minas y la construcción del ferrocarril. En
1909 las derrotas ante los rifeños decidieron al conservador Maura a movilizar los reservistas
de Madrid y Barcelona, lo que desencadenó las protestas de la península. La emboscada del
Barranco del Lobo desencadenó la Semana Trágica de Barcelona, 1910, duramente reprimida
por el ejército, y que condenó a muerte a dirigentes anarquistas en procesos sin garantías. La
ejecución de Ferrer Guardia supuso un escándalo internacional, que forzó la división de Maura,
sustituido por el liberal Canalejas, asesinado en 1912.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, 1914-1918 el gobierno del conservador Eduardo
Dato declaró la neutralidad, respaldada por todos los partidos. A pesar de la neutralidad, las
fuerzas políticas y sectores de la sociedad más conservadores mostraron simpatía hacia los
imperios centrales (germanófilos), mientras que los liberales y de izquierdas lo hicieran hacia
los aliados, (aliadófilos). Solo una minoría socialista y anarcosindicalista no tomaron partido. La
neutralidad favoreció una espectacular expansión económica, ya que España abasteció a
todos los países beligerantes, suministrando materias primas y productos industriales. Pero
mientras la burguesía industrial y financiera se enriqueció con los beneficios, las clases
trabajadoras y campesinas sufrieron un fuerte descenso de su nivel de vida debido al fuerte
incremento de los productos de primera necesidad. Esta situación agravó las diferencias
sociales y provocó una gran agitación social, incrementándose el número de huelgas en 1915 y
1916.
Coincidiendo con la Revolución Rusa, en el verano de 917 este clima de tensiones sociales y
políticas desencadenó una grave crisis en la que confluyeron tres conflictos.
Crisis militar: Juntas de Defensa: El proyecto de reforma militar mediante la reducción del
excesivo número de oficiales y el sistema de ascensos mediante méritos de guerra que
favorecía a los oficiales que servían en África, provocó que los jóvenes oficiales peninsulares de
ingenieros y artillería exigieran el ascenso por rigurosa antigüedad. Se formaron Juntas de
1902-1931.
9.1. ALFONSO XIII Y LA CRISIS DEL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN: LOS PARTIDOS
DINÁSTICOS. LAS FUERZAS POLÍTICAS DE LA OPOSICIÓN: REPUBLICANOS, NACIONALISTAS,
SINDICALISTAS Y ANARCOSINDICALISTAS.
A comienzos del siglo XX el sistema político de la Restauración ideado por Cánovas seguía
vigente, de forma que los partidos conservador y liberal se turnaban de forma pacífica en el
poder mediante el fraude electoral (encasillado, caciquismo y pucherazo). Pero el desastre del
98 y la siguiente crisis propiciaron la aparición de una corriente ideológica, el
regeneracionismo, que denunciaba los vicios del sistema dominado por una oligarquía, y
realizaba propuestas para la modernización política, social y económica del país. Destacaron
intelectuales como Joaquín Costa y algunos políticos, como Maura (conservador) y Canalejas
(liberal), que sustituyeron a los fallecidos Cánovas y Sagasta.
Alfonso XIII accedió al trono en 1902 con 16 años de edad, en medio de la crisis de liderazgo
que sufrían los partidos tradicionales del turno (conservadores y liberales). En 1905 se produjo
una de las peores crisis del reinado cuando un grupo de oficiales asaltó los talleres de las
revistas satíricas Cu-cut y la Veu de Catalunya, acusándoles de atacar al ejército con sus
caricaturas. La presión de los militares obligó al gobierno a publicar la Ley de Jurisdicciones,
1906, en la que los delitos contra el ejército y la patria sería juzgados por un tribunal militar, de
esta manera volviendo a recuperar parte de su poder e influencia política.
El gobierno conservador de Maura 19071910, puso en marcha su programa regeneracionista
con numerosas reformas:
→Ley electoral que declaraba el voto obligatorio, aunque no se consiguió acabar con el fraude.
→Ley de administración local que contemplaba mayor autonomía para los ayuntamientos.
→Política económica proteccionista que fomentaba la industria nacional. .
→Medidas sociales que legalizaron la huelga y el descanso dominical.
Pero su decisión de enviar reservistas (casados y con hijos) de Madrid y Barcelona a luchar en
el protectorado de Marruecos tras las derrotas españolas (Barranco del Lobo), provocaron los
sucesos d ela semana trágica de Barcelona, 1909 que forzaron su dimisión en las calles de
Barcelona. Entre los 5 condenados y fusilados estaba el líder, maestro anarquista catalán,
Ferrer Guardia acusado sin pruebas.
El gobierno liberal de Canalejas 1910-1912, propició la separación de la Iglesia del Estado y
promulgó la ley del candado 1910, que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes
religiosas. Entre las reformas sociales destacaron la mejoras de las condiciones de trabajo
(reducción de la jornada laboral, ley de accidentes de trabajo) y la supresión del impuesto de
consumos sobre los productos de primera necesidad. La ley de reclutamiento impedía la
redención en metálico y establecía el servicio militar obligatorio en caso de guerra. La ley de
mancomunidades suponía un primera paso en la descentralización para Cataluña.
Los partidos excluidos y el movimientos obrero ganaron fuerzas y sus apoyos aumentaron:
Los republicanos: constituían la oposición más importante al sistema y aspiraban a la
democratización, a partir de ideas liberales, laicistas y anticlericales. La Unión Republicana de
Lerrouz (radical) y Salmerón (reformista) obtuvo 36 diputados en 1903. Sus diferencias
acabaron con la escisión en 1908 del Partido Radical de Lerroux, implantado en Cataluña,
con discurso populista, demagógico, anticlerical y anticatalanista.
Los nacionalistas: En Cataluña destacaba la Lliga Regionalista, 1901, liderada por Prat de la
Riba y por Cambó, que reivindicaba la regeneración del país y la autonomía de Cataluña,
aumentó sus apoyos tras la ley de Jurisdicciones de 1906. Era un partido burgués y moderado
, que colaboraba con los partidos del turno y consiguió la creación de la Mancomunidad de
Cataluña.
El nacionalismo vasco: tras la muerte de Sabino Arana, 1903, se debaió entre un sector radical
independentista y uno moderado autonomista por lo que el PNV fue ganando terreno en todo
el país Vasco con apoyo de la burguesía.
El anarquismo: Se oponía a participar en la política y rechazaba el reformismo social. Estaba
arraigado en zonas industriales de Cataluña y también en el campesinado andaluz y extremeño.
Se dividía en dos tendencias, terrorista y sindicalista. En 1910 se funda la organización
anarcosindicalista CNT (Confederación Nacional del Trabajo) que se reafirmó en la acción
directa como estrategia (sabotajes, ocupaciones, terrorismo).
El socialismo: El sindicato UGT y el PSOE crecieron de forma considerable entre 1910 y 1912,
tras las Semana Trágica de Barcelona y su alianza con los republicanos, que llevaron al
fundador Pablo Iglesias a ocupar un puesto en el Parlamento. Además de pedir mejoras
sociales para los trabajadores adoptaron el discurso anticlerical republicano. La UGT incorporó
a los obreros industriales del sector minero y ferroviario, logrando su implantación en Asturias,
Vizcaya y Madrid.
9.2. LA INTERVENCIÓN EN MARRUECOS. REPERCUSIONES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
EN ESPAÑA. LA CRISIS DE 1917 Y EL TRIENIO BOLCHEVIQUE.
Tras el desastre del 98, España intentó recuperar prestigio internacional y superar su
aislamiento exterior, con su intervención en Marruecos. En la conferencia de Algeciras de
1906, Francia y España delimitaron sus zonas de influencia del protectorado. A España le
correspondía el norte (entre Ceuta y Melilla), la zona del Rif, donde tuvo que incrementar su
presencia militar para asegurar la explotación de las minas y la construcción del ferrocarril. En
1909 las derrotas ante los rifeños decidieron al conservador Maura a movilizar los reservistas
de Madrid y Barcelona, lo que desencadenó las protestas de la península. La emboscada del
Barranco del Lobo desencadenó la Semana Trágica de Barcelona, 1910, duramente reprimida
por el ejército, y que condenó a muerte a dirigentes anarquistas en procesos sin garantías. La
ejecución de Ferrer Guardia supuso un escándalo internacional, que forzó la división de Maura,
sustituido por el liberal Canalejas, asesinado en 1912.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, 1914-1918 el gobierno del conservador Eduardo
Dato declaró la neutralidad, respaldada por todos los partidos. A pesar de la neutralidad, las
fuerzas políticas y sectores de la sociedad más conservadores mostraron simpatía hacia los
imperios centrales (germanófilos), mientras que los liberales y de izquierdas lo hicieran hacia
los aliados, (aliadófilos). Solo una minoría socialista y anarcosindicalista no tomaron partido. La
neutralidad favoreció una espectacular expansión económica, ya que España abasteció a
todos los países beligerantes, suministrando materias primas y productos industriales. Pero
mientras la burguesía industrial y financiera se enriqueció con los beneficios, las clases
trabajadoras y campesinas sufrieron un fuerte descenso de su nivel de vida debido al fuerte
incremento de los productos de primera necesidad. Esta situación agravó las diferencias
sociales y provocó una gran agitación social, incrementándose el número de huelgas en 1915 y
1916.
Coincidiendo con la Revolución Rusa, en el verano de 917 este clima de tensiones sociales y
políticas desencadenó una grave crisis en la que confluyeron tres conflictos.
Crisis militar: Juntas de Defensa: El proyecto de reforma militar mediante la reducción del
excesivo número de oficiales y el sistema de ascensos mediante méritos de guerra que
favorecía a los oficiales que servían en África, provocó que los jóvenes oficiales peninsulares de
ingenieros y artillería exigieran el ascenso por rigurosa antigüedad. Se formaron Juntas de
