BLOQUE 10. LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA GUERRA CIVIL EN UN CONTEXTO DE CRISIS
INTERNACIONAL (1931-1939)
10.1. LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO
REFORMISTA (1931-1933).
En las elecciones municipales convocadas por el almirante Aznar para el 12 de abril de 1931,
los monárquicos obtuvieron la mayoría de concejales en las zonas rurales controladas por los
caciques. Sin embargo, en las grandes ciudades (donde el sufragio era más limpio) triunfó la
coalición republicana socialista. El 13 de abril, Alfonso XIII sorprendió al país al lanzar un
manifiesto en el que comunicaba que dejaba el trono y partió al exilio. El 14 de abril, Alcalá
Zamora proclamó en la Puerta del Sol (Madrid) la Segunda República Española de forma
pacífica y en un ambiente festivo.
El comité revolucionario establecido en el Pacto de San Sebastián se convertía en el nuevo
gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora. Lo integraban Alcalá Zamora y Miguel
Maura (Derecha Liberal Republicana), Alejandro Lerrouz y Martínez Barrio (partido Radical, de
centro), Manuel Azaña y Marcelino Domingo (republicanos de izquierda), Fernando de los Ríos,
Indalecio Prieto y Largo Caballero (PSOE), Casares Quiroga (republicano gallego) y Nicolau
d`Olwer (republicano catalán). Representaban a las clases medias profesionales, la pequeña
burguesía y los obreros socialistas.
Además de convocar unas cortes constituyentes realizaron reformas inmediatas:
-Se restaura la generalitat de Cataluña para integrar a la recién proclamada república
catalana por Maciá, líder de Esquerra Republicana.
-Se obligó a los propietarios agrícolas a tener sus tierras cultivadas (decreto de laboreo
forzoso) y a emplear braceros del propio término municipal, para paliar la miseria agraria.
-En educación, construcción de escuelas y contratación de maestros, al margen de la Iglesia.
-Reforma del ejército, reduciendo el número de oficiales con retiros voluntarios a sueldo
completo, y cierre de la Academia de Zaragoza, dirigida por Francisco Franco.
-Creación de la Guardia de Asalto para mantener el orden público en las ciudades.
Reaccionaron en contra de los terratenientes, los industriales, los militares… y sobre todo, la
Iglesia. El arzobispo de Toledo publicó una pastoral contra la república, y fue expulsado.
Grupos minoritarios de anarquistas incendiaron conventos e iglesias, lo que provocó el
desacrédito del gobierno ante los católicos nacionales y extranjeros.
En junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, con una sola cámara y
sufragio universal masculino (23 años). Fueron las primeras libres y limpias en España. La
coalición de republicanos y socialistas obtuvo una aplastante mayoría (90% de los diputados).
LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Refleja un ideal democrático, igualitario y no confesional, que va
más allá del liberalismo de las anteriores y que tiene en cuenta los derechos del pueblo.
Establece la soberanía popular y una estricta separación de poderes, quedando el legislativo
en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal (que incluía a las
mujeres). El poder ejecutivo se constituía según la mayoría parlamentaria. El judicial con
jurados. El Presidente de la República era elegido cada seis años por los diputados. Contempla
en estatuto de autonomía para Cataluña y el País Vasco.
La declaración de derechos, además de la libertad de expresión y de asociación, recogía el
derecho al trabajo, la educación y la cultura, la igualdad de los cónyuges en el matrimonio,
divorcio, matrimonio civil y mismos derechos para hijos legítimos e ilegítimos. Se respetaba la
propiedad privada pero quedaba sujeta a los intereses nacionales, por lo que se podían realizar
expropiaciones (con indemnización).
, Se estableció un estado aconfesional, que reconocía la práctica de cualquier religión, y se
eliminó la financiación del Estado a la Iglesia Católica, además de prohibirle la enseñanza. Esto
provocó una fuerte oposición y la dimisión de Alcalá Zamora y Maura (derecha republicana)
además de la movilización de la derecha no republicana.
La constitución se aprobó en diciembre de 1931 sin el consenso de las fuerzas políticas. El
primer gobierno lo presidió Manuel Azaña u el presidente fue Alcalá Zamora. La crisis
económica mundial de 1929 y la deuda pública heredada de la dictadura de Primo de Rivera
condicionaron la capacidad de la República para financiar las reformas planeadas.
EL BIENIO REFORMISTA. 1931-1933.
-Política religiosa: se promulgan leyes que desarrollan los principios establecidos en la
constitución. anticlericalismo, aconfesionalidad y libertad de conciencia (ley del divorcio y ley
de congregaciones religiosas), que provocaron una fuerte oposición.
-Reforma educativa y política cultural. Se construyeron 13.000 escuelas laicas y mixtas con
51.000 maestros para universalizar la educación primaria y sustituir a la Iglesia. Se crearon
misiones pedagógicas para extender la cultura a las zonas rurales con la colaboración de
intelectuales (Manuel Machado, García Lorca, María Zambrano, etc).
-Reformas laborales. Dirigidas por el líder de UGT y ministro de Trabajo, Largo Caballero, con
leyes que regulaban la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños, los salarios y despidos,
mejorando las condiciones de vida de campesinos y obreros.
-Los Estatutos de autonomía. Dividieron a la sociedad española y contaron con la oposición de
la Derecha y el Ejército, además del PSOE. A favor estaban los anarquistas y los regionalistas
catalanes y vascos. En 1932, Cataluña obtenía su autonomía (estatuto de Nuria) por iniciativa
de Esquerra Republicana (companys), que había desplazado en votos a la Lliga Regioanlista. El
estatuto vasco fue más complejo, quedó paralizado tras las elecciones de 1933 y fue aprobado
ya en plena guerra civil (octubre de 1936). En Galicia, Andalucía, Valencia, Aragón y Baleares el
proceso se paralizó por la guerra civil.
-Reforma agraria. Fue la de mayor envergadura. La agricultura adolecía de baja productividad
por el atraso técnico, además de una inadecuada estructura de la propiedad (minifundios en el
norte y latifundios en el sur). El 47% de la población trabajaba en el sector primario, la mayoría
como braceros y jornaleros en la miseria.
La ley de reforma agraria de 1932 era moderada, pretendía la modernización técnica y la
redistribución de la propiedad mal cultivada, mediante la expropiación con indemnización.
Tenía que aplicarla el Instituto de Reforma Agraria (IRA), con presupuesto insuficiente, el
escaso interés de los republicanos de izquierda y la oposición de la derecha y los grandes
propietarios. La lentitud en su aplicación provocó protestas radicales.
La oposición a las reformas provocó una conspiración militar para derribarla. En agosto de
1932, el general Sanjurjo se pronunció en Sevilla, y tras fracasar fue detenido con sus
compañeros. La sentencia de muerte le fue conmutada por el exilio, se instaló en Portugal y
desde allí encabezó la sublevación de 1936.
La mayoría de los anarquistas de la CNT y la FAI provocaron alteraciones en el orden público
(Castilblanco y Arnedo), que fueron sofocadas por el gobierno con la ley de defensa de la
república. Los disturbios más sangrientos fueron los de Casas Viejas (Cádiz, 1933), con
enfrentamientos entre campesinos anarquistas, la la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Las
INTERNACIONAL (1931-1939)
10.1. LA PROCLAMACIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. EL BIENIO
REFORMISTA (1931-1933).
En las elecciones municipales convocadas por el almirante Aznar para el 12 de abril de 1931,
los monárquicos obtuvieron la mayoría de concejales en las zonas rurales controladas por los
caciques. Sin embargo, en las grandes ciudades (donde el sufragio era más limpio) triunfó la
coalición republicana socialista. El 13 de abril, Alfonso XIII sorprendió al país al lanzar un
manifiesto en el que comunicaba que dejaba el trono y partió al exilio. El 14 de abril, Alcalá
Zamora proclamó en la Puerta del Sol (Madrid) la Segunda República Española de forma
pacífica y en un ambiente festivo.
El comité revolucionario establecido en el Pacto de San Sebastián se convertía en el nuevo
gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora. Lo integraban Alcalá Zamora y Miguel
Maura (Derecha Liberal Republicana), Alejandro Lerrouz y Martínez Barrio (partido Radical, de
centro), Manuel Azaña y Marcelino Domingo (republicanos de izquierda), Fernando de los Ríos,
Indalecio Prieto y Largo Caballero (PSOE), Casares Quiroga (republicano gallego) y Nicolau
d`Olwer (republicano catalán). Representaban a las clases medias profesionales, la pequeña
burguesía y los obreros socialistas.
Además de convocar unas cortes constituyentes realizaron reformas inmediatas:
-Se restaura la generalitat de Cataluña para integrar a la recién proclamada república
catalana por Maciá, líder de Esquerra Republicana.
-Se obligó a los propietarios agrícolas a tener sus tierras cultivadas (decreto de laboreo
forzoso) y a emplear braceros del propio término municipal, para paliar la miseria agraria.
-En educación, construcción de escuelas y contratación de maestros, al margen de la Iglesia.
-Reforma del ejército, reduciendo el número de oficiales con retiros voluntarios a sueldo
completo, y cierre de la Academia de Zaragoza, dirigida por Francisco Franco.
-Creación de la Guardia de Asalto para mantener el orden público en las ciudades.
Reaccionaron en contra de los terratenientes, los industriales, los militares… y sobre todo, la
Iglesia. El arzobispo de Toledo publicó una pastoral contra la república, y fue expulsado.
Grupos minoritarios de anarquistas incendiaron conventos e iglesias, lo que provocó el
desacrédito del gobierno ante los católicos nacionales y extranjeros.
En junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, con una sola cámara y
sufragio universal masculino (23 años). Fueron las primeras libres y limpias en España. La
coalición de republicanos y socialistas obtuvo una aplastante mayoría (90% de los diputados).
LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Refleja un ideal democrático, igualitario y no confesional, que va
más allá del liberalismo de las anteriores y que tiene en cuenta los derechos del pueblo.
Establece la soberanía popular y una estricta separación de poderes, quedando el legislativo
en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal (que incluía a las
mujeres). El poder ejecutivo se constituía según la mayoría parlamentaria. El judicial con
jurados. El Presidente de la República era elegido cada seis años por los diputados. Contempla
en estatuto de autonomía para Cataluña y el País Vasco.
La declaración de derechos, además de la libertad de expresión y de asociación, recogía el
derecho al trabajo, la educación y la cultura, la igualdad de los cónyuges en el matrimonio,
divorcio, matrimonio civil y mismos derechos para hijos legítimos e ilegítimos. Se respetaba la
propiedad privada pero quedaba sujeta a los intereses nacionales, por lo que se podían realizar
expropiaciones (con indemnización).
, Se estableció un estado aconfesional, que reconocía la práctica de cualquier religión, y se
eliminó la financiación del Estado a la Iglesia Católica, además de prohibirle la enseñanza. Esto
provocó una fuerte oposición y la dimisión de Alcalá Zamora y Maura (derecha republicana)
además de la movilización de la derecha no republicana.
La constitución se aprobó en diciembre de 1931 sin el consenso de las fuerzas políticas. El
primer gobierno lo presidió Manuel Azaña u el presidente fue Alcalá Zamora. La crisis
económica mundial de 1929 y la deuda pública heredada de la dictadura de Primo de Rivera
condicionaron la capacidad de la República para financiar las reformas planeadas.
EL BIENIO REFORMISTA. 1931-1933.
-Política religiosa: se promulgan leyes que desarrollan los principios establecidos en la
constitución. anticlericalismo, aconfesionalidad y libertad de conciencia (ley del divorcio y ley
de congregaciones religiosas), que provocaron una fuerte oposición.
-Reforma educativa y política cultural. Se construyeron 13.000 escuelas laicas y mixtas con
51.000 maestros para universalizar la educación primaria y sustituir a la Iglesia. Se crearon
misiones pedagógicas para extender la cultura a las zonas rurales con la colaboración de
intelectuales (Manuel Machado, García Lorca, María Zambrano, etc).
-Reformas laborales. Dirigidas por el líder de UGT y ministro de Trabajo, Largo Caballero, con
leyes que regulaban la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños, los salarios y despidos,
mejorando las condiciones de vida de campesinos y obreros.
-Los Estatutos de autonomía. Dividieron a la sociedad española y contaron con la oposición de
la Derecha y el Ejército, además del PSOE. A favor estaban los anarquistas y los regionalistas
catalanes y vascos. En 1932, Cataluña obtenía su autonomía (estatuto de Nuria) por iniciativa
de Esquerra Republicana (companys), que había desplazado en votos a la Lliga Regioanlista. El
estatuto vasco fue más complejo, quedó paralizado tras las elecciones de 1933 y fue aprobado
ya en plena guerra civil (octubre de 1936). En Galicia, Andalucía, Valencia, Aragón y Baleares el
proceso se paralizó por la guerra civil.
-Reforma agraria. Fue la de mayor envergadura. La agricultura adolecía de baja productividad
por el atraso técnico, además de una inadecuada estructura de la propiedad (minifundios en el
norte y latifundios en el sur). El 47% de la población trabajaba en el sector primario, la mayoría
como braceros y jornaleros en la miseria.
La ley de reforma agraria de 1932 era moderada, pretendía la modernización técnica y la
redistribución de la propiedad mal cultivada, mediante la expropiación con indemnización.
Tenía que aplicarla el Instituto de Reforma Agraria (IRA), con presupuesto insuficiente, el
escaso interés de los republicanos de izquierda y la oposición de la derecha y los grandes
propietarios. La lentitud en su aplicación provocó protestas radicales.
La oposición a las reformas provocó una conspiración militar para derribarla. En agosto de
1932, el general Sanjurjo se pronunció en Sevilla, y tras fracasar fue detenido con sus
compañeros. La sentencia de muerte le fue conmutada por el exilio, se instaló en Portugal y
desde allí encabezó la sublevación de 1936.
La mayoría de los anarquistas de la CNT y la FAI provocaron alteraciones en el orden público
(Castilblanco y Arnedo), que fueron sofocadas por el gobierno con la ley de defensa de la
república. Los disturbios más sangrientos fueron los de Casas Viejas (Cádiz, 1933), con
enfrentamientos entre campesinos anarquistas, la la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Las
