Tema 9: la creación del Estado franquista (1939-1959)
Sobre un país decadente y en ruinas debido a la guerra civil (1936-1939), se construirá un
nuevo Estado caracterizado por la absoluta centralización del poder en la figura del general
Franco, por la represión y la persecución sistemática de cualquier oposición y por el
establecimiento de una economía autárquica que prolongaría las consecuencias materiales
de la guerra durante 40 años. Durante dicha dictadura existían una serie de fundamentos
ideológicos del franquismo que se pueden resumir en los siguientes puntos.
Primeramente, desde un punto de vista político e ideológico, era una dictadura de tipo
fascista, aunque con matices, ya que estaba más inspirada en el fascismo italiano debido a
la proximidad cultural. Era tal la inspiración en el régimen fascista italiano que incluso se
copió algunas leyes y organismos. Entre dichas leyes y organismos cabe destacar la ley del
Fuero del Trabajo, el Instituto Nacional de Industria, el establecimiento de un Decreto de
Unificación en 1937, donde se suprimieron los partidos políticos con la unificación de La
Falange con los Jons. También es de suma importancia mencionar la Ley de Cortes
mediante la cual se restablecieron Las Cortes pero sin ninguna atribución legislativa, y la ley
de Fuero de los Españoles donde se recogieron los derechos y obligaciones que todo
español debía cumplir como buen ciudadano.
Además, también se clasifica como una dictadura personal ya que estaba caracterizada por
la concentración de todos los poderes en la figura de Francisco Franco. Es decir, todas las
instituciones le estaban subordinadas, por lo tanto, de manera directa o indirecta, dependían
de la voluntad del Caudillo.
Dicha dictadura fue marcadamente antiliberal, lo que significa que no permitió la actuación
de partidos políticos salvo el Movimiento Nacional (La Falange). También, Franco acusaba
al comunismo y a la República como el origen de todos los desastres. Es por ello que
durante este periodo se defendía el anticomunismo y el antirepublicanismo que tuvo como
consecuencia la persecución y encarcelación a los afines a estos movimientos.
El tradicionalismo era otra de las ideas muy presentes durante la dictadura fascista, sobre
todo en sus discursos, llenos de un ultranacionalismo partidario de un centralismo político
que negaba cualquier diferencia regional. A su vez, se consideraba un pilar fundamental la
disciplina en la sociedad y es por ello que el militarismo impregnó muchos aspectos de la
sociedad de ese momento: uniformes de la Falange, desfiles, actos de exaltación de la
bandera o el himno nacional.
La Iglesia recupera su poder durante el régimen franquista ya que existía la idea de un
clericalismo muy conservador. Por ello, se le otorgó un papel muy privilegiado a la Iglesia
(nacionalcatolicismo) en el control de la educación y la opinión pública. Además, la religión
oficial pasó a ser la católica. El hecho de dar poder a la Iglesia estaba muy unido al
providencialismo, que es la creencia de que el dictador estaba en el poder por algo divino.
Es decir, Franco creía que era el elegido de Dios para reformar el país.
Sobre un país decadente y en ruinas debido a la guerra civil (1936-1939), se construirá un
nuevo Estado caracterizado por la absoluta centralización del poder en la figura del general
Franco, por la represión y la persecución sistemática de cualquier oposición y por el
establecimiento de una economía autárquica que prolongaría las consecuencias materiales
de la guerra durante 40 años. Durante dicha dictadura existían una serie de fundamentos
ideológicos del franquismo que se pueden resumir en los siguientes puntos.
Primeramente, desde un punto de vista político e ideológico, era una dictadura de tipo
fascista, aunque con matices, ya que estaba más inspirada en el fascismo italiano debido a
la proximidad cultural. Era tal la inspiración en el régimen fascista italiano que incluso se
copió algunas leyes y organismos. Entre dichas leyes y organismos cabe destacar la ley del
Fuero del Trabajo, el Instituto Nacional de Industria, el establecimiento de un Decreto de
Unificación en 1937, donde se suprimieron los partidos políticos con la unificación de La
Falange con los Jons. También es de suma importancia mencionar la Ley de Cortes
mediante la cual se restablecieron Las Cortes pero sin ninguna atribución legislativa, y la ley
de Fuero de los Españoles donde se recogieron los derechos y obligaciones que todo
español debía cumplir como buen ciudadano.
Además, también se clasifica como una dictadura personal ya que estaba caracterizada por
la concentración de todos los poderes en la figura de Francisco Franco. Es decir, todas las
instituciones le estaban subordinadas, por lo tanto, de manera directa o indirecta, dependían
de la voluntad del Caudillo.
Dicha dictadura fue marcadamente antiliberal, lo que significa que no permitió la actuación
de partidos políticos salvo el Movimiento Nacional (La Falange). También, Franco acusaba
al comunismo y a la República como el origen de todos los desastres. Es por ello que
durante este periodo se defendía el anticomunismo y el antirepublicanismo que tuvo como
consecuencia la persecución y encarcelación a los afines a estos movimientos.
El tradicionalismo era otra de las ideas muy presentes durante la dictadura fascista, sobre
todo en sus discursos, llenos de un ultranacionalismo partidario de un centralismo político
que negaba cualquier diferencia regional. A su vez, se consideraba un pilar fundamental la
disciplina en la sociedad y es por ello que el militarismo impregnó muchos aspectos de la
sociedad de ese momento: uniformes de la Falange, desfiles, actos de exaltación de la
bandera o el himno nacional.
La Iglesia recupera su poder durante el régimen franquista ya que existía la idea de un
clericalismo muy conservador. Por ello, se le otorgó un papel muy privilegiado a la Iglesia
(nacionalcatolicismo) en el control de la educación y la opinión pública. Además, la religión
oficial pasó a ser la católica. El hecho de dar poder a la Iglesia estaba muy unido al
providencialismo, que es la creencia de que el dictador estaba en el poder por algo divino.
Es decir, Franco creía que era el elegido de Dios para reformar el país.
