100% de satisfacción garantizada Inmediatamente disponible después del pago Tanto en línea como en PDF No estas atado a nada 4.2 TrustPilot
logo-home
Examen

SIMULACRO-NADA

Puntuación
-
Vendido
-
Páginas
2
Grado
10 (Matrícula de Hon
Subido en
27-06-2025
Escrito en
2024/2025

UN GRAN SIMULACRO EN EL QUE ENTENDERÁS TODA LA OBRA.

Institución
Grado








Ups! No podemos cargar tu documento ahora. Inténtalo de nuevo o contacta con soporte.

Escuela, estudio y materia

Institución
Escuela secundaria
Estudio
Bachillerato
Grado
Año escolar
6

Información del documento

Subido en
27 de junio de 2025
Número de páginas
2
Escrito en
2024/2025
Tipo
Examen
Contiene
Solo preguntas

Temas

Vista previa del contenido

¿CÓMO HE TRABAJADO EL TEXTO?

PASOS:

1. Realizo una primera lectura general (intentando concentrarme y entender la historia).
2. Realizo una segunda lectura donde voy señalando aquellos aspectos que llaman mi atención y que puedo
relacionarlos con la teoría que me sé.

PERSONAJES

TEMAS

ESPACIOS

ESTILO

OTROS ASPECTOS QUE ME LLAMAN LA ATENCIÓN



TEXTO
Comíamos en fondas a lo largo de la costa o en merenderos entre pinos, al aire libre. A veces llovía. Entonces
Ena y yo nos refugiábamos bajo el impermeable de Jaime, quien se mojaba tranquilamente... Muchas tardes
me he puesto algún chaleco de lana, o un jersey suyo. Él tenía una pila de estas cosas en el automóvil en
previsión de la traidora primavera. Aquel año, por otra parte, hizo un tiempo maravilloso. Me acuerdo que en
marzo volvíamos cargadas de ramas de almendro florecidas y en seguida empezó la mimosa a amarillear y a
temblar sobre las tapias de los jardines.

Estos chorros de luz que recibía mi vida gracias a Ena, estaban amargados por el sombrío tinte con que se
teñía mi espíritu otros días de la semana. No me refiero a los sucesos de la calle de Aribau, que apenas
influían ya en mi vida, sino a la visión desenfocada de mis nervios demasiado afilados por un hambre que a
fuerza de ser crónica llegué casi a no sentirla. A veces me enfadaba con Ena por una nadería. Salía de su casa
desesperada. Luego regresaba sin decirle una palabra y me ponía a estudiar junto a ella. Ena se hacía la
desentendida y seguíamos como si tal cosa. El recuerdo de estas escenas me hacía llorar de terror algunas
veces cuando las razonaba en mis paseos por las calles de los arrabales, o por la noche, cuando el dolor de
cabeza no me dejaba dormir y tenía que quitar la almohada para que se disipara. Pensaba en Juan y me
encontraba semejante a él en muchas cosas. Ni siquiera se me ocurría pensar que estaba histérica por la falta
de alimento. Cuando recibía mi mensualidad iba a casa de Ena cargada de flores, compraba dulces a mi
abuela y también me acostumbré a comprar cigarrillos, que ahorraba para las épocas de escasez de comida,
ya que me aliviaban y me ayudaban a soñar proyectos deshilvanados. Cuando Román volvió de su viaje,
estos cigarrillos me los proporcionaba él, regalándomelos. Me seguía con una sonrisa especial cuando yo
andaba por la casa, cuando me paraba en la puerta de la cocina, olfateando, o cuando me tumbaba horas
enteras en la cama, con los ojos abiertos.

Una de aquellas tardes en que me enfadé con Ena, la indignación me duró más tiempo. Caminaba con el ceño
fruncido, llevada de un monólogo interior exaltado y largo. «No volveré a su casa.» «Estoy harta de sus
sonrisas de superioridad.» «Me ha seguido con los ojos, divertida, convencida de que voy a volver a los dos
minutos otra vez.» «Cree que no puedo prescindir de su amistad. ¡Qué equivocación!» «Juega conmigo como
con todo el mundo hace —pensé injustamente—, como con sus padres, con sus hermanos, como con los
pobres muchachos que le hacen el amor, a los que ella alienta para luego gozarse en verlos sufrir»... Cada
vez se me hacía más evidente el carácter maquiavélico de mi amiga. Casi me parecía despreciable...
Llegué a mi casa más pronto que nunca. Me puse a ordenar los apuntes de clase, nerviosa y casi llorando
porque no entendía mi propia letra. Del fondo de mi cartera de estudiante cayó la tarjeta que me había dado
Gerardo aquella primera noche de la liberación de mi vida, cuando lo había encontrado entre las sombras que
rodeaban la catedral.
$8.69
Accede al documento completo:

100% de satisfacción garantizada
Inmediatamente disponible después del pago
Tanto en línea como en PDF
No estas atado a nada

Conoce al vendedor
Seller avatar
hugocayetanomartnezmartnez

Documento también disponible en un lote

Conoce al vendedor

Seller avatar
hugocayetanomartnezmartnez
Seguir Necesitas iniciar sesión para seguir a otros usuarios o asignaturas
Vendido
1
Miembro desde
6 meses
Número de seguidores
0
Documentos
10
Última venta
5 meses hace

0.0

0 reseñas

5
0
4
0
3
0
2
0
1
0

Recientemente visto por ti

Por qué los estudiantes eligen Stuvia

Creado por compañeros estudiantes, verificado por reseñas

Calidad en la que puedes confiar: escrito por estudiantes que aprobaron y evaluado por otros que han usado estos resúmenes.

¿No estás satisfecho? Elige otro documento

¡No te preocupes! Puedes elegir directamente otro documento que se ajuste mejor a lo que buscas.

Paga como quieras, empieza a estudiar al instante

Sin suscripción, sin compromisos. Paga como estés acostumbrado con tarjeta de crédito y descarga tu documento PDF inmediatamente.

Student with book image

“Comprado, descargado y aprobado. Así de fácil puede ser.”

Alisha Student

Preguntas frecuentes