RESUMEN GENERACIÓN DEL 27
Es una época de agitación política con la Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, lo que
llevará a una gran conflictividad social e iniciará la Guerra Civil (1936-1939). Además, fue uno de los
momentos más ricos y positivos para el arte y el pensamiento.
La Generación del 27 recibe este nombre por un acto organizado en 1927 en el Atenel de Sevilla en el
que se conmemoraba el tricentenario de la muerte de Góngora. Estos eran de edades similares, tenían
gran cultura literaria, mantuvieron actitudes liberales y apoyaron la República, convivieron en la
Residencia de Estudiantes y contribuyeron a la renovación poética, así había un equilibrio entre
tradición y vanguardia que dio entrada a temas más humanos, de compromiso social y políticos.
Presentaban entusiasmo por Góngora, de quien admiraban la libertad de la imaginación y del ingenio.
Obtuvieron influencias de Juan Ramón Jiménez, su referente a través de la poesía pura, y de las
vanguardias, lo cual se aprecia en la metáfora y la imagen.
En una primera época cultivaron una poesía pura, intelectual y antisentimentalista. Se aprecian tonos
becquerianos y la influencia de las primeras vanguardias. En la segunda etapa, hacia 1929, se inicia un
proceso de rehumanización y el surrealismo trae el interés por las pasiones humanas. En la tercera etapa
los poetas adoptaron una postura más comprometida debido a la Guerra Civil y el fusilamiento de Lorca.
Entre los autores de la generación del 27 podemos encontrar a Manuel Altolaguirre, quién es
característico por su anhelo de unión con la naturaleza, destaca Las islas invitadas. Jorge Guillén fue el
máximo representante de la poesía pura y destaca por Cántico. Pedro Salinas desarrollará el tema del
amor y tratará de buscar la esencia de la vida, destaca Largo lamento. Rafael Alberti trató el surrealismo
y la poesía comprometida, destacó Poeta en la calle. Vicente Aleixandre emplea la metáfora y el verso
libre y destaca su obra Sombra del Paraíso. Gerardo Diego combina estilos diferentes de manera
simultánea, destaca Versos humanos. Luis Cernuda fue el más becqueriano, romántico y sentimental,
escribió Placeres prohibidos. Dámaso Alonso se reveló con su obra Hijos de la ira, que rompe con la
poesía de la posguerra. Emilio Prados compuso poesía densa y barroca que se representa en Jardín
cerrado.
Federico García Lorca nació en Granada en 1898 y fue fusilado en 1936. Tenía una personalidad muy
compleja, por su simpatía y gran vitalidad frente a su insatisfacción profunda. Su estilo poético destaca
por su combinación entre lo popular y lo culto, la simbología y su concepción del ritmo en el verso.
Destaca Poeta en Nueva York, en la que refleja con técnica surrealista su experiencia en Nueva York.
También fue dramaturgo y dirigió La Barraca, un grupo de teatro ambulante. En sus obras se repite el
mismo tema: el enfrentamiento del individuo con su contexto, que tiene como consecuencia la
frustración trágica. Destaca la simbología y el lenguaje estilizado y popular al mismo tiempo. En su
primera etapa teatral destacan los ensayos juveniles, las piezas de guiñol y las farsas, en las que el tema
Es una época de agitación política con la Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República, lo que
llevará a una gran conflictividad social e iniciará la Guerra Civil (1936-1939). Además, fue uno de los
momentos más ricos y positivos para el arte y el pensamiento.
La Generación del 27 recibe este nombre por un acto organizado en 1927 en el Atenel de Sevilla en el
que se conmemoraba el tricentenario de la muerte de Góngora. Estos eran de edades similares, tenían
gran cultura literaria, mantuvieron actitudes liberales y apoyaron la República, convivieron en la
Residencia de Estudiantes y contribuyeron a la renovación poética, así había un equilibrio entre
tradición y vanguardia que dio entrada a temas más humanos, de compromiso social y políticos.
Presentaban entusiasmo por Góngora, de quien admiraban la libertad de la imaginación y del ingenio.
Obtuvieron influencias de Juan Ramón Jiménez, su referente a través de la poesía pura, y de las
vanguardias, lo cual se aprecia en la metáfora y la imagen.
En una primera época cultivaron una poesía pura, intelectual y antisentimentalista. Se aprecian tonos
becquerianos y la influencia de las primeras vanguardias. En la segunda etapa, hacia 1929, se inicia un
proceso de rehumanización y el surrealismo trae el interés por las pasiones humanas. En la tercera etapa
los poetas adoptaron una postura más comprometida debido a la Guerra Civil y el fusilamiento de Lorca.
Entre los autores de la generación del 27 podemos encontrar a Manuel Altolaguirre, quién es
característico por su anhelo de unión con la naturaleza, destaca Las islas invitadas. Jorge Guillén fue el
máximo representante de la poesía pura y destaca por Cántico. Pedro Salinas desarrollará el tema del
amor y tratará de buscar la esencia de la vida, destaca Largo lamento. Rafael Alberti trató el surrealismo
y la poesía comprometida, destacó Poeta en la calle. Vicente Aleixandre emplea la metáfora y el verso
libre y destaca su obra Sombra del Paraíso. Gerardo Diego combina estilos diferentes de manera
simultánea, destaca Versos humanos. Luis Cernuda fue el más becqueriano, romántico y sentimental,
escribió Placeres prohibidos. Dámaso Alonso se reveló con su obra Hijos de la ira, que rompe con la
poesía de la posguerra. Emilio Prados compuso poesía densa y barroca que se representa en Jardín
cerrado.
Federico García Lorca nació en Granada en 1898 y fue fusilado en 1936. Tenía una personalidad muy
compleja, por su simpatía y gran vitalidad frente a su insatisfacción profunda. Su estilo poético destaca
por su combinación entre lo popular y lo culto, la simbología y su concepción del ritmo en el verso.
Destaca Poeta en Nueva York, en la que refleja con técnica surrealista su experiencia en Nueva York.
También fue dramaturgo y dirigió La Barraca, un grupo de teatro ambulante. En sus obras se repite el
mismo tema: el enfrentamiento del individuo con su contexto, que tiene como consecuencia la
frustración trágica. Destaca la simbología y el lenguaje estilizado y popular al mismo tiempo. En su
primera etapa teatral destacan los ensayos juveniles, las piezas de guiñol y las farsas, en las que el tema