FUNDAMENTOS DE PSICOLINGÜÍSTICA
TEMA 3. Reconocimiento visual de las palabras
¿Cómo reconocemos las palabras escritas?
Aunque el conocimiento implica la identificación de un elemento, no sólo
estamos interesados en descubrir cómo decidimos que una serie de letras nos resulta
familiar o no, sino también cómo se accede a toda la información relacionada con una
palabra.
En el acceso léxico, accedemos a la representación de un elemento a partir de su
representación perceptiva y, en ese momento, se encuentra disponible este tipo de
información (significado, clase de palabra, funciones, pronunciación).
¿Existe una brecha entre el reconocimiento de una palabra y el acceso a su
significado? Balota denomino al momento en que una persona ha reconocido la palabra
pero todavía no ha accedido a su significado “momento mágico”.
Johnson-Laird propuso que la profundidad del acceso léxico puede variar.
Observó que en ocasiones, apenas recuperamos información sobre una palabra. Gerrig
amplió esta idea, y afirmo que hay distintos “modos de acceso léxico” en distintos
contextos.
Aunque el procesamiento del lenguaje hablado tiene mucho en común con el
del lenguaje visual hay una diferencia importante y es que la señal hablada solo está
expuesta durante un breve periodo de tiempo mientras que, en condiciones normales
la palabra escrita se mantiene disponible todo el tiempo que necesite el lector.
Muchos de los procesos implicados en el acceso al significado de las palabras
son comunes al reconocimiento tanto de la palabra escrita como hablada.
La alfabetización es un acontecimiento relativamente reciente. Aunque el
lenguaje escrito puede no ser tan fundamental como el hablado resulta muy útil.
Los objetivos del tema son:
Conocer las diferentes representaciones y procesos que están implicados en el
reconocimiento de una palabra escrita (RPE)
Conocer los factores que facilitan o dificultan el RPE y sus fenómenos asociados
Conocer los fenómenos de priming y comprender su naturaleza
Conocer las principales tareas experimentales utilizadas para estudiar el RPE
Conocer los principales modelos teóricos diseñados para explicar el RPE
MÉTODOS BÁSICOS Y CONCLUSIONES BÁSICAS
Se han utilizado seis métodos fundamentales para analizar el reconocimiento
visual de las palabras. Se trata de la creación de imágenes cerebrales; el análisis de los
, FUNDAMENTOS DE PSICOLINGÜÍSTICA
movimientos oculares, la medición de los tiempos de nombramiento, decisión léxica y
clasificación y la identificación taquistoscópica.
1. El estudio de los movimientos oculares en la lectura
Ha adquirido importancia para ayudarnos a comprender tanto la forma en la
que reconocemos las palabras como la forma en que procesamos unidades más largas
de lenguaje impreso. Hay una serie de técnicas disponibles. Una técnica sencilla es la
conocida como seguimiento del limbo ocular, el inconveniente de esta prueba es que
realiza un buen seguimiento de los movimientos oculares horizontales pero no es muy
bueno para realizar el seguimiento de los movimientos verticales.
Una de las técnicas más utilizadas es el sistema de Purkinje que hace un
seguimiento preciso tanto para los movimientos horizontales como los verticales.
Cuando leemos, no movemos los ojos de manera homogénea. Por el contrario,
los ojos se desplazan en saltos denominados sacudidas de una duración de entre 20 y
60 ms, con intervalos de entre 200 y 250 ms cuando el ojo está parado. Estos periodos
de detenimiento se denominan fijaciones. Cuando el ojo se está moviendo en una
sacudida se está asimilando muy poca información. La información que se puede
asimilar durante una fijación es limitada (15 caracteres a la derecha y tan solo entre 3 y
4 a la izquierda para los angloparlantes). Esta asimetría se revierte para las personas
que leen de derecha a izquierda.
Las personas con una gran habilidad de lectura pueden asimilar más
información en una fijación que los lectores menos adiestrados.
La fóvea es la parte más sensible del campo visual, rodeada de la parafóvea
donde la agudeza visual es más reducida; más allá se encuentra la periferia, donde la
agudeza visual es aún peor. Extraemos la mayor parte del significado de lo que leemos
de la zona de la fóvea.
A veces cometemos errores o tenemos que repasar el material anterior, y
tenemos que mirar atrás. Estos movimientos oculares hacia atrás al material anterior
denominados regresiones, son a veces tan breves que no somos conscientes de ellos.
El modelo más influyente del control del movimiento ocular es el modelo de E-
Z Reader, en este modelo la atención, el procesamiento visual y el control oculomotor
determinan cuándo y a dónde se mueven los ojos cuando leemos. La idea central de
este modelo es que, cuando leemos, nos fijamos en un punto, y después la atención
visual progresa avanzando por la línea de texto hasta que se alcanza un punto donde
las limitaciones de la precisión del sistema visual dificultan extraer más información y
reconocer las palabras. A continuación se desplaza la atención y se programa un
movimiento ocular para moverse al punto de dificultad, se produce una sacudida a la
nueva localización y se repite el proceso.
TEMA 3. Reconocimiento visual de las palabras
¿Cómo reconocemos las palabras escritas?
Aunque el conocimiento implica la identificación de un elemento, no sólo
estamos interesados en descubrir cómo decidimos que una serie de letras nos resulta
familiar o no, sino también cómo se accede a toda la información relacionada con una
palabra.
En el acceso léxico, accedemos a la representación de un elemento a partir de su
representación perceptiva y, en ese momento, se encuentra disponible este tipo de
información (significado, clase de palabra, funciones, pronunciación).
¿Existe una brecha entre el reconocimiento de una palabra y el acceso a su
significado? Balota denomino al momento en que una persona ha reconocido la palabra
pero todavía no ha accedido a su significado “momento mágico”.
Johnson-Laird propuso que la profundidad del acceso léxico puede variar.
Observó que en ocasiones, apenas recuperamos información sobre una palabra. Gerrig
amplió esta idea, y afirmo que hay distintos “modos de acceso léxico” en distintos
contextos.
Aunque el procesamiento del lenguaje hablado tiene mucho en común con el
del lenguaje visual hay una diferencia importante y es que la señal hablada solo está
expuesta durante un breve periodo de tiempo mientras que, en condiciones normales
la palabra escrita se mantiene disponible todo el tiempo que necesite el lector.
Muchos de los procesos implicados en el acceso al significado de las palabras
son comunes al reconocimiento tanto de la palabra escrita como hablada.
La alfabetización es un acontecimiento relativamente reciente. Aunque el
lenguaje escrito puede no ser tan fundamental como el hablado resulta muy útil.
Los objetivos del tema son:
Conocer las diferentes representaciones y procesos que están implicados en el
reconocimiento de una palabra escrita (RPE)
Conocer los factores que facilitan o dificultan el RPE y sus fenómenos asociados
Conocer los fenómenos de priming y comprender su naturaleza
Conocer las principales tareas experimentales utilizadas para estudiar el RPE
Conocer los principales modelos teóricos diseñados para explicar el RPE
MÉTODOS BÁSICOS Y CONCLUSIONES BÁSICAS
Se han utilizado seis métodos fundamentales para analizar el reconocimiento
visual de las palabras. Se trata de la creación de imágenes cerebrales; el análisis de los
, FUNDAMENTOS DE PSICOLINGÜÍSTICA
movimientos oculares, la medición de los tiempos de nombramiento, decisión léxica y
clasificación y la identificación taquistoscópica.
1. El estudio de los movimientos oculares en la lectura
Ha adquirido importancia para ayudarnos a comprender tanto la forma en la
que reconocemos las palabras como la forma en que procesamos unidades más largas
de lenguaje impreso. Hay una serie de técnicas disponibles. Una técnica sencilla es la
conocida como seguimiento del limbo ocular, el inconveniente de esta prueba es que
realiza un buen seguimiento de los movimientos oculares horizontales pero no es muy
bueno para realizar el seguimiento de los movimientos verticales.
Una de las técnicas más utilizadas es el sistema de Purkinje que hace un
seguimiento preciso tanto para los movimientos horizontales como los verticales.
Cuando leemos, no movemos los ojos de manera homogénea. Por el contrario,
los ojos se desplazan en saltos denominados sacudidas de una duración de entre 20 y
60 ms, con intervalos de entre 200 y 250 ms cuando el ojo está parado. Estos periodos
de detenimiento se denominan fijaciones. Cuando el ojo se está moviendo en una
sacudida se está asimilando muy poca información. La información que se puede
asimilar durante una fijación es limitada (15 caracteres a la derecha y tan solo entre 3 y
4 a la izquierda para los angloparlantes). Esta asimetría se revierte para las personas
que leen de derecha a izquierda.
Las personas con una gran habilidad de lectura pueden asimilar más
información en una fijación que los lectores menos adiestrados.
La fóvea es la parte más sensible del campo visual, rodeada de la parafóvea
donde la agudeza visual es más reducida; más allá se encuentra la periferia, donde la
agudeza visual es aún peor. Extraemos la mayor parte del significado de lo que leemos
de la zona de la fóvea.
A veces cometemos errores o tenemos que repasar el material anterior, y
tenemos que mirar atrás. Estos movimientos oculares hacia atrás al material anterior
denominados regresiones, son a veces tan breves que no somos conscientes de ellos.
El modelo más influyente del control del movimiento ocular es el modelo de E-
Z Reader, en este modelo la atención, el procesamiento visual y el control oculomotor
determinan cuándo y a dónde se mueven los ojos cuando leemos. La idea central de
este modelo es que, cuando leemos, nos fijamos en un punto, y después la atención
visual progresa avanzando por la línea de texto hasta que se alcanza un punto donde
las limitaciones de la precisión del sistema visual dificultan extraer más información y
reconocer las palabras. A continuación se desplaza la atención y se programa un
movimiento ocular para moverse al punto de dificultad, se produce una sacudida a la
nueva localización y se repite el proceso.
