CIMBORRIO
En la Alta Edad Media, en un
contexto de sociedad estamental y
vida de trabajo, se desarrolló un
nuevo periodo artístico, el románico.
Durante esta etapa destacó la
arquitectura religiosa, iglesias y
catedrales, generado a partir de la
Orden de Cluny que después de que
en el año 100 no se diese el
anunciado Apocalipsis declarase que
era necesario gracias a Dios. Para
ello se empleó un modelo internacional diseñado por la orden que condicionaría las
construcciones europeas del periodo. En este tipo de construcciones apareció un
elemento arquitectónico denominado cimborrio.
Este tiene forma de torre y se ubica sobre el crucero de una iglesia
permitiendo iluminar y ventilar el interior de la misma, así como realzar el eje
central del espacio religioso. Generalmente presentan una planta cuadrada y
octogonal que descansan sobre pechinas o trompas. Suele presentar amplios
ventanales que alivian el peso de esta estructura. Se cubren de distintas maneras:
techumbre plana, bóvedas o cúpulas. En el gótico se rematarán con capiteles a modo
de aguja rivalizando en altura con las torres campanario.
Su empleo se generalizó en toda Europa en las grandes iglesias durante toda la
época medieval, primero en estilo románico y luego en el estilo gótico.
Destacan los cimborrios en la zona francesa de Normandía, los cimborrios
normandos de Inglaterra y el conjunto del Duero. Entre estos últimos podemos
destacar el de la Catedral vieja de Salamanca, el de la Catedral de Zamora y el de la
Catedral de Toro. En la catedral de Santiago de Compostela también se utilizó.
En este último fue utilizado como simbolización externa de la bóveda celeste
que representa el cielo y la unión con Dios. En un elemento arquitectónico que le
aportó mucha elegancia a los edificios.
En la Alta Edad Media, en un
contexto de sociedad estamental y
vida de trabajo, se desarrolló un
nuevo periodo artístico, el románico.
Durante esta etapa destacó la
arquitectura religiosa, iglesias y
catedrales, generado a partir de la
Orden de Cluny que después de que
en el año 100 no se diese el
anunciado Apocalipsis declarase que
era necesario gracias a Dios. Para
ello se empleó un modelo internacional diseñado por la orden que condicionaría las
construcciones europeas del periodo. En este tipo de construcciones apareció un
elemento arquitectónico denominado cimborrio.
Este tiene forma de torre y se ubica sobre el crucero de una iglesia
permitiendo iluminar y ventilar el interior de la misma, así como realzar el eje
central del espacio religioso. Generalmente presentan una planta cuadrada y
octogonal que descansan sobre pechinas o trompas. Suele presentar amplios
ventanales que alivian el peso de esta estructura. Se cubren de distintas maneras:
techumbre plana, bóvedas o cúpulas. En el gótico se rematarán con capiteles a modo
de aguja rivalizando en altura con las torres campanario.
Su empleo se generalizó en toda Europa en las grandes iglesias durante toda la
época medieval, primero en estilo románico y luego en el estilo gótico.
Destacan los cimborrios en la zona francesa de Normandía, los cimborrios
normandos de Inglaterra y el conjunto del Duero. Entre estos últimos podemos
destacar el de la Catedral vieja de Salamanca, el de la Catedral de Zamora y el de la
Catedral de Toro. En la catedral de Santiago de Compostela también se utilizó.
En este último fue utilizado como simbolización externa de la bóveda celeste
que representa el cielo y la unión con Dios. En un elemento arquitectónico que le
aportó mucha elegancia a los edificios.