Historia
TEMA 16: LA CONSPIRACIÓN MILITAR Y LA GUERRA CIVIL
INTRODUCCIÓN
Tras las irregularidades en las elecciones de febrero y la subida al poder del Frente Popular, comienzan los
contactos para preparar una sublevación contra el gobierno. Esto se debe al ambiente de violencia en las
calles y la posibilidad de que se desencadene un proceso revolucionario por los elementos más radicales
del Frente Popular (socialistas, anarquistas y comunistas).
El gobierno de Azaña y su ministro de Guerra Masquelet, dispersan a los militares sospechosos: el general
Mola es destinado a Navarra, Goded a Mallorca, y Franco a Canarias, entre otros. Al mismo tiempo,
concentran en Madrid efectivos militares leales al Frente Popular.
En mayo, Mola (“el director”) asume la preparación del golpe. Su plan consiste en un golpe rápido y
violento convergiendo en Madrid para deponer al gobierno; a continuación se establecería un directorio
militar republicano, siendo el jefe de la sublevación el general Sanjurjo. El gobierno conoce la trama, pero
prefiere esperar para aplastarla cuando se inicie. Mientras, Mola negocia con los carlistas, y la Falange se
sumará después.
DESARROLLO
LA SUBLEVACIÓN MILITAR
El 12 de julio de 1936 muere en atentado por una represalia anterior el teniente Castillo de la guardia de
asalto (socialista). El 13 de julio, guardias de asalto dirigidos por el capitán Condés de la Guardia Civil,
secuestran y asesinan a Calvo Sotelo (Renovación Española). Gil Robles (CEDA) se salvó al no estar en
casa.
Así, la tarde del 17 de julio se subleva el ejército de África con Yague a la cabeza. El 18, Franco hace lo
propio en Canarias, y se traslada al protectorado para dirigir al ejército sublevado. Ese mismo día triunfa
Queipo de Llano en Sevilla; la rebelión es secundaria en Cádiz, Córdoba, Granada y Cáceres. También en
Castilla la Vieja, Galicia, Aragón y otros enclaves aislados.
Debido a la extensión de la rebelión, el presidente de gobierno, José Giral, ordenó la entrega de armas a
las milicias al verse sobrepasado por los grupos más revolucionarios. El 19, se subleva Mola en Navarra,
formando las primeras columnas de requetés. Goded, que había triunfado en Mallorca, se traslada a
Barcelona pero fracasa, siendo detenido. En Madrid, la indecisión de los sublevados al no salir de los
cuarteles fue aprovechada por el gobierno y las milicias armadas para derrotarlos.
En lo que a la marina y aviación se refiere, la mayoría quedaron para el Frente Popular. Ante esta situación,
el 21 de julio el golpe había fracasado, abocándose España a una guerra civil. El golpe fracasó en Asturias,
Cantabria y parte del País Vasco, donde el PNV colaboró finalmente con la República. Además, en
Cataluña, Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona oriental de Andalucía. El fracaso parcial
del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas.
La zona nacional contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia, y las minas de carbón
leonés y de Riotinto en Huelva. Tenía un ejército mucho más preparado como era el ejército de África. En
la zona republicana quedaron comprendidas las regiones industriales, y contaba con el trigo de la Mancha
y los productos de las huertas levantinas. También pudo disponer de las reservas de oro del Banco de
España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas, ya que el propio
gobierno disolvió muchas cuya fidelidad era dudosa.
Los dos bandos recibieron ayuda del exterior: los rebeldes obtuvieron material de guerra de Alemania
(Legión Condor) e Italia, así como voluntarios de Italia, Portugal e Irlanda; el Frente Popular recibió ayuda
en armas y asesores de la URSS, Francia y las Brigadas Internacionales.
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TEMA 16: LA CONSPIRACIÓN MILITAR Y LA GUERRA CIVIL
INTRODUCCIÓN
Tras las irregularidades en las elecciones de febrero y la subida al poder del Frente Popular, comienzan los
contactos para preparar una sublevación contra el gobierno. Esto se debe al ambiente de violencia en las
calles y la posibilidad de que se desencadene un proceso revolucionario por los elementos más radicales
del Frente Popular (socialistas, anarquistas y comunistas).
El gobierno de Azaña y su ministro de Guerra Masquelet, dispersan a los militares sospechosos: el general
Mola es destinado a Navarra, Goded a Mallorca, y Franco a Canarias, entre otros. Al mismo tiempo,
concentran en Madrid efectivos militares leales al Frente Popular.
En mayo, Mola (“el director”) asume la preparación del golpe. Su plan consiste en un golpe rápido y
violento convergiendo en Madrid para deponer al gobierno; a continuación se establecería un directorio
militar republicano, siendo el jefe de la sublevación el general Sanjurjo. El gobierno conoce la trama, pero
prefiere esperar para aplastarla cuando se inicie. Mientras, Mola negocia con los carlistas, y la Falange se
sumará después.
DESARROLLO
LA SUBLEVACIÓN MILITAR
El 12 de julio de 1936 muere en atentado por una represalia anterior el teniente Castillo de la guardia de
asalto (socialista). El 13 de julio, guardias de asalto dirigidos por el capitán Condés de la Guardia Civil,
secuestran y asesinan a Calvo Sotelo (Renovación Española). Gil Robles (CEDA) se salvó al no estar en
casa.
Así, la tarde del 17 de julio se subleva el ejército de África con Yague a la cabeza. El 18, Franco hace lo
propio en Canarias, y se traslada al protectorado para dirigir al ejército sublevado. Ese mismo día triunfa
Queipo de Llano en Sevilla; la rebelión es secundaria en Cádiz, Córdoba, Granada y Cáceres. También en
Castilla la Vieja, Galicia, Aragón y otros enclaves aislados.
Debido a la extensión de la rebelión, el presidente de gobierno, José Giral, ordenó la entrega de armas a
las milicias al verse sobrepasado por los grupos más revolucionarios. El 19, se subleva Mola en Navarra,
formando las primeras columnas de requetés. Goded, que había triunfado en Mallorca, se traslada a
Barcelona pero fracasa, siendo detenido. En Madrid, la indecisión de los sublevados al no salir de los
cuarteles fue aprovechada por el gobierno y las milicias armadas para derrotarlos.
En lo que a la marina y aviación se refiere, la mayoría quedaron para el Frente Popular. Ante esta situación,
el 21 de julio el golpe había fracasado, abocándose España a una guerra civil. El golpe fracasó en Asturias,
Cantabria y parte del País Vasco, donde el PNV colaboró finalmente con la República. Además, en
Cataluña, Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona oriental de Andalucía. El fracaso parcial
del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas.
La zona nacional contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia, y las minas de carbón
leonés y de Riotinto en Huelva. Tenía un ejército mucho más preparado como era el ejército de África. En
la zona republicana quedaron comprendidas las regiones industriales, y contaba con el trigo de la Mancha
y los productos de las huertas levantinas. También pudo disponer de las reservas de oro del Banco de
España. Sin embargo, las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas, ya que el propio
gobierno disolvió muchas cuya fidelidad era dudosa.
Los dos bandos recibieron ayuda del exterior: los rebeldes obtuvieron material de guerra de Alemania
(Legión Condor) e Italia, así como voluntarios de Italia, Portugal e Irlanda; el Frente Popular recibió ayuda
en armas y asesores de la URSS, Francia y las Brigadas Internacionales.
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