TEMA 6: DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)
La dictadura de Primo de Rivera se desarrolló entre 1923 y 1930 en un contexto internacional marcado
por la inestabilidad tras la Primera Guerra Mundial y el auge de regímenes autoritarios como el fascismo en Italia
(Musolini). A nivel económico, los años veinte fueron una etapa de crecimiento en muchas naciones
occidentales, pero la crisis de 1929 afectó gravemente a España y aceleró el desgaste del régimen. En el ámbito
colonial, España y Francia lograron derrotar la resistencia rifeña en 1927, mientras que la división entre
comunismo y dictaduras llevó a una fuerte represión de opositores en Europa, reflejada también en las políticas
de Primo de Rivera.
La dictadura surgió como respuesta a una profunda crisis del sistema político de la Restauración y al
desprestigio del ejército tras el desastre de Annual. En 1921 España sufrió una grave derrota militar en
Marruecos a manos de las tropas rifeñas lideradas por Abd-el-Krim. Los errores tácticos del general Silvestre
provocaron la muerte de más de diez mil soldados españoles y una humillante retirada, lo que generó fuertes
críticas contra Alfonso XIII y el ejército. El expediente Picasso, una investigación sobre las causas del desastre,
comprometía seriamente a la monarquía, lo que generó un clima de inestabilidad política.
El 13 de septiembre de 1923 el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera, quien ostentaba
dicho cargo desde 1922, dio un golpe de Estado con el apoyo de un amplio sector del ejército, partidario del
restablecimiento del orden, cada vez más alterado por la creciente conflictividad social, el respaldo de Alfonso
XIII, quien confiaba en que la dictadura restaurara el orden en España, el empresariado catalán que anhelaba
restaurar el orden público y acabar con la amenaza anarquista. Se estableció así una dictadura militar en la que
Primo de Rivera asumió todo el poder suprimiendo la Constitución y disolviendo las Cortes. En esta primera
etapa conocida como Directorio Militar (1923-1925), Primo de Rivera ostentó el cargo de Presidente del
Directorio Militar, declaró el estado de guerra, limitó la libertad de expresión y persiguió a anarquistas y
opositores. También se impulsó la creación de la Unión Patriótica, un partido único basado en los valores de
religión, patria y monarquía. Paralelamente se tomaron medidas de carácter social como la regulación del
trabajo de la mujer, la construcción de viviendas de protección oficial y un plan de obras públicas.
Uno de los mayores logros de Primo de Rivera en esta fase fue la resolución del conflicto en
Marruecos. En 1925, con el apoyo de José Sanjurjo y la participación de Francisco Franco, se llevó a cabo el
desembarco de Alhucemas, lo que permitió la derrota de los rifeños y el fin de la guerra en 1927. Este éxito
militar le dio popularidad y consolidó su posición en el poder, por lo que decidió extender su mandato más allá
de lo inicialmente previsto, dando paso al Directorio Civil (1925-1930).
El Directorio Civil, en el que Primo de Rivera ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros,
tenía como objetivo institucionalizar la dictadura a largo plazo y para ello se creó la Asamblea Nacional
Consultiva encargada de elaborar una nueva legislación. También se propuso un anteproyecto de Constitución
inspirado en la Carta Otorgada que pretendía otorgar derechos sin un verdadero sistema democrático. La
dictadura contó con la participación de figuras como José Calvo Sotelo y promovió la Organización Corporativa
Nacional, un sindicato vertical que unía a empresarios y trabajadores bajo el control del Estado.
En el ámbito económico Primo de Rivera se benefició del crecimiento de los felices años veinte
promoviendo un fuerte intervencionismo estatal. Se impulsó un ambicioso plan de obras públicas con la
construcción de carreteras, embalses y confederaciones hidrográficas, además de la creación de monopolios
estatales en sectores estratégicos como el tabaco, la telefonía y el combustible. Sin embargo, este crecimiento
provocó un creciente déficit presupuestario que debilitó las finanzas del Estado.
A medida que la crisis económica de 1929 se hacía sentir en España la dictadura empezó a perder
apoyo. La oposición creció con republicanos como Alejandro Lerroux, Manuel Azaña y Alcalá-Zamora, quienes
en 1926 fundaron la Alianza Republicana, una coalición de distintos grupos republicanos con el objetivo de
acabar con la monarquía y la dictadura. Este movimiento fue clave para la posterior organización del Pacto de
San Sebastián, que buscaba instaurar la Segunda República., además de los nacionalistas catalanes y
movimientos obreros divididos entre un sector socialista encabezado por Largo Caballero que apoyó inicialmente
la dictadura y otro liderado por Indalecio Prieto que se mostró abiertamente en contra. Los comunistas y
anarquistas organizados en el PCE, la CNT y la FAI fueron duramente reprimidos mientras que los intelectuales
reclamaban el regreso de un sistema parlamentario liberal.
La dictadura de Primo de Rivera se desarrolló entre 1923 y 1930 en un contexto internacional marcado
por la inestabilidad tras la Primera Guerra Mundial y el auge de regímenes autoritarios como el fascismo en Italia
(Musolini). A nivel económico, los años veinte fueron una etapa de crecimiento en muchas naciones
occidentales, pero la crisis de 1929 afectó gravemente a España y aceleró el desgaste del régimen. En el ámbito
colonial, España y Francia lograron derrotar la resistencia rifeña en 1927, mientras que la división entre
comunismo y dictaduras llevó a una fuerte represión de opositores en Europa, reflejada también en las políticas
de Primo de Rivera.
La dictadura surgió como respuesta a una profunda crisis del sistema político de la Restauración y al
desprestigio del ejército tras el desastre de Annual. En 1921 España sufrió una grave derrota militar en
Marruecos a manos de las tropas rifeñas lideradas por Abd-el-Krim. Los errores tácticos del general Silvestre
provocaron la muerte de más de diez mil soldados españoles y una humillante retirada, lo que generó fuertes
críticas contra Alfonso XIII y el ejército. El expediente Picasso, una investigación sobre las causas del desastre,
comprometía seriamente a la monarquía, lo que generó un clima de inestabilidad política.
El 13 de septiembre de 1923 el capitán general de Cataluña Miguel Primo de Rivera, quien ostentaba
dicho cargo desde 1922, dio un golpe de Estado con el apoyo de un amplio sector del ejército, partidario del
restablecimiento del orden, cada vez más alterado por la creciente conflictividad social, el respaldo de Alfonso
XIII, quien confiaba en que la dictadura restaurara el orden en España, el empresariado catalán que anhelaba
restaurar el orden público y acabar con la amenaza anarquista. Se estableció así una dictadura militar en la que
Primo de Rivera asumió todo el poder suprimiendo la Constitución y disolviendo las Cortes. En esta primera
etapa conocida como Directorio Militar (1923-1925), Primo de Rivera ostentó el cargo de Presidente del
Directorio Militar, declaró el estado de guerra, limitó la libertad de expresión y persiguió a anarquistas y
opositores. También se impulsó la creación de la Unión Patriótica, un partido único basado en los valores de
religión, patria y monarquía. Paralelamente se tomaron medidas de carácter social como la regulación del
trabajo de la mujer, la construcción de viviendas de protección oficial y un plan de obras públicas.
Uno de los mayores logros de Primo de Rivera en esta fase fue la resolución del conflicto en
Marruecos. En 1925, con el apoyo de José Sanjurjo y la participación de Francisco Franco, se llevó a cabo el
desembarco de Alhucemas, lo que permitió la derrota de los rifeños y el fin de la guerra en 1927. Este éxito
militar le dio popularidad y consolidó su posición en el poder, por lo que decidió extender su mandato más allá
de lo inicialmente previsto, dando paso al Directorio Civil (1925-1930).
El Directorio Civil, en el que Primo de Rivera ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros,
tenía como objetivo institucionalizar la dictadura a largo plazo y para ello se creó la Asamblea Nacional
Consultiva encargada de elaborar una nueva legislación. También se propuso un anteproyecto de Constitución
inspirado en la Carta Otorgada que pretendía otorgar derechos sin un verdadero sistema democrático. La
dictadura contó con la participación de figuras como José Calvo Sotelo y promovió la Organización Corporativa
Nacional, un sindicato vertical que unía a empresarios y trabajadores bajo el control del Estado.
En el ámbito económico Primo de Rivera se benefició del crecimiento de los felices años veinte
promoviendo un fuerte intervencionismo estatal. Se impulsó un ambicioso plan de obras públicas con la
construcción de carreteras, embalses y confederaciones hidrográficas, además de la creación de monopolios
estatales en sectores estratégicos como el tabaco, la telefonía y el combustible. Sin embargo, este crecimiento
provocó un creciente déficit presupuestario que debilitó las finanzas del Estado.
A medida que la crisis económica de 1929 se hacía sentir en España la dictadura empezó a perder
apoyo. La oposición creció con republicanos como Alejandro Lerroux, Manuel Azaña y Alcalá-Zamora, quienes
en 1926 fundaron la Alianza Republicana, una coalición de distintos grupos republicanos con el objetivo de
acabar con la monarquía y la dictadura. Este movimiento fue clave para la posterior organización del Pacto de
San Sebastián, que buscaba instaurar la Segunda República., además de los nacionalistas catalanes y
movimientos obreros divididos entre un sector socialista encabezado por Largo Caballero que apoyó inicialmente
la dictadura y otro liderado por Indalecio Prieto que se mostró abiertamente en contra. Los comunistas y
anarquistas organizados en el PCE, la CNT y la FAI fueron duramente reprimidos mientras que los intelectuales
reclamaban el regreso de un sistema parlamentario liberal.