4. Del apogeo del Antiguo Régimen en el s.XVIII a las primeras revoluciones
burguesas
1. Contexto político
Tras la reorganización política de numerosos territorios europeos, muchos estados prosiguieron o iniciaron su
camino hacia nuevas formas de organización política.
2. Las bases del desarrollo europeo del s.XVIII
El siglo XVIII supone un momento central en la historia económica mundial ya que durante la centuria se llegó al
culmen del antiguo régimen para, acto seguido, romper con las bases del sistema y entrar en una fase de
colapso institucional, cultural, político y económico.
Una de las mejores muestras del cambio que se atisbaba en Europa fue la ilustración. Aunque este movimiento
era limitado, su influencia y sus ideas tuvieron repercusión en el futuro inmediato del continente y de las
colonias.
Los encargados de administrar los nuevos gobiernos de los estados europeos en el siglo XVIII estimaban
necesario controlar información económica de todo tipo para proponer medidas acordes a la situación.
La competencia a la que llegaron los Estados europeos durante el siglo XVIII en el ámbito del comercio mundial
también resulta fundamental para entender los cambios acontecidos. La incursión de los holandeses, de los
franceses y de los británicos en el comercio colonial había cambiado el proceso de expansión europeo. De este
modo se llegó a una nueva fase de expansión colonial por parte de los europeos en tierras sin explorar.
Estos cambios habían promovido tensiones entre las potencias que desencadenaron numerosas guerras entre
Francia, Gran Bretaña y España. El resto de Europa avanzó bajo otras condiciones. Se produjo en estas
regiones un impulso de la producción y de la creciente demanda de productos agrícolas.
3. La revolución demográfica
El siglo XVIII supone un cambio drástico con los patrones demográficos anteriores y con el modelo demográfico
antiguo.
Este inicio de cambio de patrón demográfico hacia el modelo demográfico moderno es una cuestión que aún no
se logra entender por completo, pero sí se sabe que estuvo apoyado en diversos elementos como:
- La bajada del precio del grano desde finales del siglo XVII.
- El aumento constante de la población no provocó una crisis malthusiana debido a las mejoras en el
abastecimiento.
- La desaparición momentánea de la muerte extraordinaria.
- La reducción en la edad de matrimonio potenció el aumento demográfico.
4. La Europa agraria
La agricultura continuó el patrón anterior:
- Producción de autoconsumo y excedente al mercado
- Pequeños avances tecnológicos
- Consolidación de las nuevas especies cultivadas (maíz y patata).
Las regiones europeas que gozaban de un mundo agrario especialmente desarrollado eran Holanda, Lombardía
e Inglaterra.
Las regiones montañosas de algunos países se convirtieron en zonas escasamente desarrolladas y que sólo
pudieron mantener su actividad gracias a la introducción de los nuevos cultivos o al tratamiento de los cereales.
4.1. La urbanización europea: migración y pobreza
La profunda urbanización europea durante el siglo XVIII y el crecimiento demográfico implicaron la acentuación
de un problema básico: asegurar el abastecimiento urbano para evitar hambrunas y episodios de crisis en las
ciudades.
La protección de las ciudades actuó como un imán que atrajo a la población rural de forma constante durante
todo el siglo XVIII, lo que también provocó un aumento de población sin trabajo y a merced de la pobreza.
4.2. Las reacciones contra el feudalismo
Fueron muchas las críticas entre los europeos contra el feudalismo, entre ellas destacaron las de los ilustrados.
, Las continuas disfunciones entre campo y ciudad y las rigideces de los mercados intervenidos por las
instituciones y por los nobles y señores causaron malestar, que acabó por impulsar reformas destinadas a la
progresiva apertura de los mercados interiores.
De estas tensiones nacerán a fines de siglo las condiciones de descontento rural que apoyaron los movimientos
ligados a la Revolución Francesa en 1789.
El uso de tierras comunales, estaba comenzando a cambiar a raíz de las críticas contra el feudalismo y las
rigideces en la estructura de la propiedad. Los reformistas del siglo XVIII criticaron duramente el sistema de uso
colectivo de la tierra, pero los cambios que avanzaban hacia la privatización causaron numerosos problemas
entre las comunidades campesinas y los nuevos propietarios.
Los crecientes incentivos a la producción industrial y el proceso de encerramiento de la tierra dejaron a muchas
comunidades rurales sin estos recursos vitales para su subsistencia mientras que los grandes propietarios se
aprovecharon del fenómeno.
4.3. La explotación de la tierra: afianzamiento de los modelos anteriores
El siglo XVIII supuso la continuidad de las prácticas ya conocidas y pequeños adelantos en aspectos como:
- Avance de la agronomía
- Uso intensivo de la tierra
- Uso de plantas nitrogenantes para alimentar animales
Es especialmente interesante la consolidación de algunos cambios en las regiones más adelantadas:
En Inglaterra, el siglo XVIII supuso continuar con el proceso de enclosures relegando a más campesinos a la
categoría de jornaleros. En Francia y otros países europeos el campesinado se mantuvo en el campo. En
Inglaterra se aprecia un importante movimiento de población hacia las ciudades.
En Holanda los polders y la explotación intensiva del territorio se consolidaron.
Algunas regiones europeas se especializaron en la producción de determinados productos como el vino, y la
seda, el lino y el cáñamo.
5. El aumento del comercio
Durante el siglo XVIII, el comercio creció de manera notable.
5.1. El comercio interno
El sólido crecimiento del comercio local e interregional en Europa fue uno de los principales motores del
desarrollo económico. Este crecimiento vino impulsado por:
- El aumento de la población urbana en Alemania, España, Italia, Países Bajos y Gran Bretaña.
- La mejora de las vías de comunicación fluviales, la construcción de canales y de carreteras.
- La construcción de pequeños y numerosos puertos dedicados al comercio local e interregional.
5.2. El comercio internacional
El comercio exterior era una condición necesaria pero no suficiente para el crecimiento económico.
El comercio internacional era uno de los mejores indicadores de la capacidad y de la vitalidad de la expansión
europea de la época. Su importancia debe ser matizada ya que, en términos agregados, era menor que el
comercio continental.
La capacidad comercial de los holandeses
En general los holandeses perdieron parte de su hegemonía comercial a favor de sus grandes competidores. En
1670 la flota comercial holandesa mantenía su hegemonía comercial, de hecho tenía más capacidad que las
flotas de Inglaterra, Portugal, Francia y España juntas; pero su dominio comenzó a decaer punto en 1700
Ámsterdam aún pugnaba por ser el centro comercial más importante de Europa, pero Londres comenzaba a
superar al centro holandés.
A medida que pasó el siglo XVIII, la decadencia holandesa fue cada vez más notable. Además los problemas
internos debidos a una alta inflación llevaron a que el gobierno holandés no contase con recursos suficientes
para mantener y defender sus intereses comerciales.
España en el siglo XVIII
En líneas generales, el comercio español con América se mantuvo en niveles bajos. Los cambios más notables
fueron el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1717, centro desde el que canalizaron el comercio con
las colonias; y las nuevas leyes que procuraban una tímida apertura comercial: el Decreto de Libre Comercio de
1768 y el Reglamento de Libre Comercio de 1778.
burguesas
1. Contexto político
Tras la reorganización política de numerosos territorios europeos, muchos estados prosiguieron o iniciaron su
camino hacia nuevas formas de organización política.
2. Las bases del desarrollo europeo del s.XVIII
El siglo XVIII supone un momento central en la historia económica mundial ya que durante la centuria se llegó al
culmen del antiguo régimen para, acto seguido, romper con las bases del sistema y entrar en una fase de
colapso institucional, cultural, político y económico.
Una de las mejores muestras del cambio que se atisbaba en Europa fue la ilustración. Aunque este movimiento
era limitado, su influencia y sus ideas tuvieron repercusión en el futuro inmediato del continente y de las
colonias.
Los encargados de administrar los nuevos gobiernos de los estados europeos en el siglo XVIII estimaban
necesario controlar información económica de todo tipo para proponer medidas acordes a la situación.
La competencia a la que llegaron los Estados europeos durante el siglo XVIII en el ámbito del comercio mundial
también resulta fundamental para entender los cambios acontecidos. La incursión de los holandeses, de los
franceses y de los británicos en el comercio colonial había cambiado el proceso de expansión europeo. De este
modo se llegó a una nueva fase de expansión colonial por parte de los europeos en tierras sin explorar.
Estos cambios habían promovido tensiones entre las potencias que desencadenaron numerosas guerras entre
Francia, Gran Bretaña y España. El resto de Europa avanzó bajo otras condiciones. Se produjo en estas
regiones un impulso de la producción y de la creciente demanda de productos agrícolas.
3. La revolución demográfica
El siglo XVIII supone un cambio drástico con los patrones demográficos anteriores y con el modelo demográfico
antiguo.
Este inicio de cambio de patrón demográfico hacia el modelo demográfico moderno es una cuestión que aún no
se logra entender por completo, pero sí se sabe que estuvo apoyado en diversos elementos como:
- La bajada del precio del grano desde finales del siglo XVII.
- El aumento constante de la población no provocó una crisis malthusiana debido a las mejoras en el
abastecimiento.
- La desaparición momentánea de la muerte extraordinaria.
- La reducción en la edad de matrimonio potenció el aumento demográfico.
4. La Europa agraria
La agricultura continuó el patrón anterior:
- Producción de autoconsumo y excedente al mercado
- Pequeños avances tecnológicos
- Consolidación de las nuevas especies cultivadas (maíz y patata).
Las regiones europeas que gozaban de un mundo agrario especialmente desarrollado eran Holanda, Lombardía
e Inglaterra.
Las regiones montañosas de algunos países se convirtieron en zonas escasamente desarrolladas y que sólo
pudieron mantener su actividad gracias a la introducción de los nuevos cultivos o al tratamiento de los cereales.
4.1. La urbanización europea: migración y pobreza
La profunda urbanización europea durante el siglo XVIII y el crecimiento demográfico implicaron la acentuación
de un problema básico: asegurar el abastecimiento urbano para evitar hambrunas y episodios de crisis en las
ciudades.
La protección de las ciudades actuó como un imán que atrajo a la población rural de forma constante durante
todo el siglo XVIII, lo que también provocó un aumento de población sin trabajo y a merced de la pobreza.
4.2. Las reacciones contra el feudalismo
Fueron muchas las críticas entre los europeos contra el feudalismo, entre ellas destacaron las de los ilustrados.
, Las continuas disfunciones entre campo y ciudad y las rigideces de los mercados intervenidos por las
instituciones y por los nobles y señores causaron malestar, que acabó por impulsar reformas destinadas a la
progresiva apertura de los mercados interiores.
De estas tensiones nacerán a fines de siglo las condiciones de descontento rural que apoyaron los movimientos
ligados a la Revolución Francesa en 1789.
El uso de tierras comunales, estaba comenzando a cambiar a raíz de las críticas contra el feudalismo y las
rigideces en la estructura de la propiedad. Los reformistas del siglo XVIII criticaron duramente el sistema de uso
colectivo de la tierra, pero los cambios que avanzaban hacia la privatización causaron numerosos problemas
entre las comunidades campesinas y los nuevos propietarios.
Los crecientes incentivos a la producción industrial y el proceso de encerramiento de la tierra dejaron a muchas
comunidades rurales sin estos recursos vitales para su subsistencia mientras que los grandes propietarios se
aprovecharon del fenómeno.
4.3. La explotación de la tierra: afianzamiento de los modelos anteriores
El siglo XVIII supuso la continuidad de las prácticas ya conocidas y pequeños adelantos en aspectos como:
- Avance de la agronomía
- Uso intensivo de la tierra
- Uso de plantas nitrogenantes para alimentar animales
Es especialmente interesante la consolidación de algunos cambios en las regiones más adelantadas:
En Inglaterra, el siglo XVIII supuso continuar con el proceso de enclosures relegando a más campesinos a la
categoría de jornaleros. En Francia y otros países europeos el campesinado se mantuvo en el campo. En
Inglaterra se aprecia un importante movimiento de población hacia las ciudades.
En Holanda los polders y la explotación intensiva del territorio se consolidaron.
Algunas regiones europeas se especializaron en la producción de determinados productos como el vino, y la
seda, el lino y el cáñamo.
5. El aumento del comercio
Durante el siglo XVIII, el comercio creció de manera notable.
5.1. El comercio interno
El sólido crecimiento del comercio local e interregional en Europa fue uno de los principales motores del
desarrollo económico. Este crecimiento vino impulsado por:
- El aumento de la población urbana en Alemania, España, Italia, Países Bajos y Gran Bretaña.
- La mejora de las vías de comunicación fluviales, la construcción de canales y de carreteras.
- La construcción de pequeños y numerosos puertos dedicados al comercio local e interregional.
5.2. El comercio internacional
El comercio exterior era una condición necesaria pero no suficiente para el crecimiento económico.
El comercio internacional era uno de los mejores indicadores de la capacidad y de la vitalidad de la expansión
europea de la época. Su importancia debe ser matizada ya que, en términos agregados, era menor que el
comercio continental.
La capacidad comercial de los holandeses
En general los holandeses perdieron parte de su hegemonía comercial a favor de sus grandes competidores. En
1670 la flota comercial holandesa mantenía su hegemonía comercial, de hecho tenía más capacidad que las
flotas de Inglaterra, Portugal, Francia y España juntas; pero su dominio comenzó a decaer punto en 1700
Ámsterdam aún pugnaba por ser el centro comercial más importante de Europa, pero Londres comenzaba a
superar al centro holandés.
A medida que pasó el siglo XVIII, la decadencia holandesa fue cada vez más notable. Además los problemas
internos debidos a una alta inflación llevaron a que el gobierno holandés no contase con recursos suficientes
para mantener y defender sus intereses comerciales.
España en el siglo XVIII
En líneas generales, el comercio español con América se mantuvo en niveles bajos. Los cambios más notables
fueron el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1717, centro desde el que canalizaron el comercio con
las colonias; y las nuevas leyes que procuraban una tímida apertura comercial: el Decreto de Libre Comercio de
1768 y el Reglamento de Libre Comercio de 1778.
