El pensamiento de Ortega (1883-1955) se sitúa dentro de la crisis de la razón
que se produce en la cultura europea a finales del siglo XIX a la que da respuesta
con la razón vital. La quiebra de la razón se produce por las críticas de algunos
filósofos como Marx y Nietzsche, que junto con Freud son llamados “filósofos de
la sospecha”. Lo que empieza a sospecharse es que la razón no nos sirve para
comprender la realidad porque la deforma y falsifica y porque niega y reprime las
tendencias más profundas del ser humano.
En su elaboración de la respuesta a la crisis de la razón Ortega recibe diversas
influencias:
· Fenomenología (Edmund Husserl) continúa con el ideal cartesiano de hacer de
la filosofía una ciencia estricta, pero sin la separación de Descartes entre sujeto y
realidad. Entre sujeto y objeto hay una relación intencional, sin perspectiva (sujeto)
no hay realidad.
· Historicismo (Dilthey) afirma el carácter histórico de la realidad, y de la realidad
humana. Hay una fuerte relación entre vida e historia. La historia es simplemente
la vida concebida desde el punto de vista del todo de la humanidad, el hombre es
esencia histórica.
· Vitalismo, Nietzsche ataca el valor excesivo de la razón que reprime los instintos
de vida. Para Nietzsche, “no hay hechos sino interpretaciones”, “no hay cosas en sí,
sino perspectivas”, “no hay objetos sino sucesos”.
· Existencialismo (Heidegger) retoma el estudio del ser a través del único que es
capaz de preguntarse por el Ser, que es el existente humano. La primera gran obra
de Heidegger se titula: Ser y tiempo.
La doctrina del punto de vista constituye el capítulo décimo y último de la obra, con
El tema de nuestro tiempo (1923) se inicia la tercera etapa de la filosofía de
Ortega, el raciovitalismo.
El pensamiento de Ortega se divide en tres etapas sucesivas:
1. Objetivismo (1902-1910): se incluye su estancia en Alemania. Su principal
preocupación es el desfase de España respecto a Europa y piensa que éste solo
podrá superarse eliminando el subjetivismo y personalismo dominantes. “Lo
subjetivo es el error”, llega a escribir. Las cosas parecen ser más importantes que
los hombres. Más tarde se retractará de este antihumanismo y objetivismo.
2. Perspectivismo (1910-1923): esta etapa se inicia con el primer libro de Ortega,
Meditaciones del Quijote. Ortega empieza a elaborar su propia filosofía y comienza
por la circunstancia, es decir, por la importancia de las cosas que nos rodean en la
reflexión filosófica, además del concepto de perspectiva.
3. Raciovitalismo (1923-1955): se inicia con El tema de nuestro tiempo. El
raciovitalismo pretende ser un punto medio entre el reconocimiento absoluto de la
razón y la reducción de todo lo humano a pura biología: reconoce el valor de la
razón y la pone al servicio de la vida.
Vamos a comparar a Ortega con Descartes, ya que, Ortega alude a él en numerosas
ocasiones, en concreto en El tema de nuestro tiempo. Coinciden en el
convencimiento y deseo de alcanzar la verdad.
Para Descartes la razón y la vida son radicalmente diferentes. El conocimiento
de la razón es verdadero, cierto, claro y distinto, y el conocimiento de los
que se produce en la cultura europea a finales del siglo XIX a la que da respuesta
con la razón vital. La quiebra de la razón se produce por las críticas de algunos
filósofos como Marx y Nietzsche, que junto con Freud son llamados “filósofos de
la sospecha”. Lo que empieza a sospecharse es que la razón no nos sirve para
comprender la realidad porque la deforma y falsifica y porque niega y reprime las
tendencias más profundas del ser humano.
En su elaboración de la respuesta a la crisis de la razón Ortega recibe diversas
influencias:
· Fenomenología (Edmund Husserl) continúa con el ideal cartesiano de hacer de
la filosofía una ciencia estricta, pero sin la separación de Descartes entre sujeto y
realidad. Entre sujeto y objeto hay una relación intencional, sin perspectiva (sujeto)
no hay realidad.
· Historicismo (Dilthey) afirma el carácter histórico de la realidad, y de la realidad
humana. Hay una fuerte relación entre vida e historia. La historia es simplemente
la vida concebida desde el punto de vista del todo de la humanidad, el hombre es
esencia histórica.
· Vitalismo, Nietzsche ataca el valor excesivo de la razón que reprime los instintos
de vida. Para Nietzsche, “no hay hechos sino interpretaciones”, “no hay cosas en sí,
sino perspectivas”, “no hay objetos sino sucesos”.
· Existencialismo (Heidegger) retoma el estudio del ser a través del único que es
capaz de preguntarse por el Ser, que es el existente humano. La primera gran obra
de Heidegger se titula: Ser y tiempo.
La doctrina del punto de vista constituye el capítulo décimo y último de la obra, con
El tema de nuestro tiempo (1923) se inicia la tercera etapa de la filosofía de
Ortega, el raciovitalismo.
El pensamiento de Ortega se divide en tres etapas sucesivas:
1. Objetivismo (1902-1910): se incluye su estancia en Alemania. Su principal
preocupación es el desfase de España respecto a Europa y piensa que éste solo
podrá superarse eliminando el subjetivismo y personalismo dominantes. “Lo
subjetivo es el error”, llega a escribir. Las cosas parecen ser más importantes que
los hombres. Más tarde se retractará de este antihumanismo y objetivismo.
2. Perspectivismo (1910-1923): esta etapa se inicia con el primer libro de Ortega,
Meditaciones del Quijote. Ortega empieza a elaborar su propia filosofía y comienza
por la circunstancia, es decir, por la importancia de las cosas que nos rodean en la
reflexión filosófica, además del concepto de perspectiva.
3. Raciovitalismo (1923-1955): se inicia con El tema de nuestro tiempo. El
raciovitalismo pretende ser un punto medio entre el reconocimiento absoluto de la
razón y la reducción de todo lo humano a pura biología: reconoce el valor de la
razón y la pone al servicio de la vida.
Vamos a comparar a Ortega con Descartes, ya que, Ortega alude a él en numerosas
ocasiones, en concreto en El tema de nuestro tiempo. Coinciden en el
convencimiento y deseo de alcanzar la verdad.
Para Descartes la razón y la vida son radicalmente diferentes. El conocimiento
de la razón es verdadero, cierto, claro y distinto, y el conocimiento de los