Sistemas políticos del Magreb. María Luna Buades.
MARRUECOS. (PREGUNTAS QUE HAN CAÍDO EN EXÁMENES).
1.- MODELO DE LA ALTERNIDAD EN MARRUECOS.
En la década de los noventa, las situaciones de crisis son acalladas con reformas
constitucionales de desigual alcance. La reforma de 1996 carecía de la trascendencia
jurídica de la que gozaba su precedente, pero su impacto fue inmediato.
La constitución resultante propició la ansiada alternancia gubernamental, es decir, la
presencia de los partidos herederos del Movimiento Nacional y tradicional oposición en
el gobierno, bajo la batuta de un primer ministro socialista, por primera vez tras cuarenta
años.
En 1998 el gobierno de alternancia es presidido por Youssoufi. La relevancia política
del nombramiento de un socialista a la cabeza del gobierno tras cuarenta años de
presidentes oficialistas es interpretada como el resultado de un pacto entre la USFP y
palacio, un contrato moral que garantizaría una sucesión monárquica sin sobresaltos.
Esta nueva experiencia gubernamental suscitó enormes expectativas. Youssoufi
abandonó cualquier reivindicación que colisionara con los intereses monárquicos e
intentó silenciar cuantas voces reclamaban reformas. Así, sancionó a Abderrahim Ariri
por entrevistar a Mohamed Sassi, quien preconizaba la modernización del régimen y el
establecimiento de una monarquía parlamentaria, y destituyó a Abdelkader Baïna como
jefe del grupo parlamentario socialista, tras publicar un artículo en el que manifestaba
la actualidad de las reformas constitucionales tras la muerte de Hassan II.
Con el esperado gabinete de Youssoufi las reformas constitucionales desaparecen del
discurso y de la agenda gubernamental. Un miembro del gobierno y un peso pesado del
partido, Mohamed El Yazghi, elevaba el consenso político reinante a la categoría de
reforma constitucional, y borraba el discurso socialista que había hecho de la reforma
constitucional una poderosa arma política.
Desde 2001 a 2005 la USFP mantiene un largo silencio que se explica por la delicada
situación que atraviesa la organización del partido. La USFP no había convocado ningún
congreso desde 1989. Esta formación política estaba más preocupada por poner orden
en sus estructuras, lo que intenta con los congresos de 2001 y 2005. Silencio roto de
forma muy esporádica con algunas reflexiones indirectas sobre la reforma
constitucional articuladas a raíz del dossier del Sahara
MARRUECOS. (PREGUNTAS QUE HAN CAÍDO EN EXÁMENES).
1.- MODELO DE LA ALTERNIDAD EN MARRUECOS.
En la década de los noventa, las situaciones de crisis son acalladas con reformas
constitucionales de desigual alcance. La reforma de 1996 carecía de la trascendencia
jurídica de la que gozaba su precedente, pero su impacto fue inmediato.
La constitución resultante propició la ansiada alternancia gubernamental, es decir, la
presencia de los partidos herederos del Movimiento Nacional y tradicional oposición en
el gobierno, bajo la batuta de un primer ministro socialista, por primera vez tras cuarenta
años.
En 1998 el gobierno de alternancia es presidido por Youssoufi. La relevancia política
del nombramiento de un socialista a la cabeza del gobierno tras cuarenta años de
presidentes oficialistas es interpretada como el resultado de un pacto entre la USFP y
palacio, un contrato moral que garantizaría una sucesión monárquica sin sobresaltos.
Esta nueva experiencia gubernamental suscitó enormes expectativas. Youssoufi
abandonó cualquier reivindicación que colisionara con los intereses monárquicos e
intentó silenciar cuantas voces reclamaban reformas. Así, sancionó a Abderrahim Ariri
por entrevistar a Mohamed Sassi, quien preconizaba la modernización del régimen y el
establecimiento de una monarquía parlamentaria, y destituyó a Abdelkader Baïna como
jefe del grupo parlamentario socialista, tras publicar un artículo en el que manifestaba
la actualidad de las reformas constitucionales tras la muerte de Hassan II.
Con el esperado gabinete de Youssoufi las reformas constitucionales desaparecen del
discurso y de la agenda gubernamental. Un miembro del gobierno y un peso pesado del
partido, Mohamed El Yazghi, elevaba el consenso político reinante a la categoría de
reforma constitucional, y borraba el discurso socialista que había hecho de la reforma
constitucional una poderosa arma política.
Desde 2001 a 2005 la USFP mantiene un largo silencio que se explica por la delicada
situación que atraviesa la organización del partido. La USFP no había convocado ningún
congreso desde 1989. Esta formación política estaba más preocupada por poner orden
en sus estructuras, lo que intenta con los congresos de 2001 y 2005. Silencio roto de
forma muy esporádica con algunas reflexiones indirectas sobre la reforma
constitucional articuladas a raíz del dossier del Sahara