UD 3
Intervención educativa con familias en
entornos formales
3.1. La función educativa de la familia
En el tema anterior hemos profundizado en el concepto teórico de la familia y en su diversas
modalidades y funciones. En ésta, vamos a centrarnos en la función educativa que las familias
ejercen con los pequeños, a fin de entender cómo podremos relacionarnos e intervenir con
ellas en las diferentes situaciones para solucionar problemas y crear sinergias que multipliquen
el rendimiento de los esfuerzos que se llevan a cabo en el proceso educativo.
3.1 .1. El entorno educativo de la familia
Aspectos de la función educativa de la familia:
-Grupo primario. Es el primer grupo al que pertenece el niño y el que más le influye. Es su
entorno natural para construir su identidad y conectar con la sociedad.
-Transmisora de valores. Se asimilan valores y normas que observan de otros miembros de la
familia. Son experiencias que comparte con el grupo de familiares.
-Agente socializador. Es su primer espacio, si se socializa bien en ella lo hará bien en otros
entornos.
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,-Agente formador. Se forma para andar, hablar vestirse, comer, controlar esfínteres, higiene,
el bien y el mal. Se hace autónomo.
-Reducto de seguridad y confianza. Así se sentirá seguro y podrá defenderse mejor del acoso
escolar o abuso sexual, si hablan con sus padres lo callará menos.
-Modelo de comportamiento. Los padres y hermanos mayores son modelo de
comportamiento a imitar, el ejemplo tiene más importancia que todo lo que les digan a los
niños y debe haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
-Modelo de relación. El afecto o el amor promueve la educación familiar, hay que dar cariño
pero exigiendo que sepa discernir entre el bien y el mal.
3.1.2. Estilos educativos
Cada familia y cada persona tiene su propio estilo educativo, y lo aplican a su manera, aunque
no sea consciente de ello. Hay muchas formas en que los padres crían a sus hijos, por el
ambiente cultural, por los recursos económicos, por la educación que recibe en la infancia, etc.
Diferentes estilos educativos
Hay cuatro estilos educativos:
E. MacCoby y J. Martín clasifica la diversidad de estilos de autoridad o control parental en dos
dimensiones
Permisividad-restrictividad. En un extremo están las familias que ejercen un control
cerrado y restrictivo sobre el comportamiento de sus hijos. En el otro extremo, los
padres que les otorgan una libertad total.
Afecto-hostilidad. Aunque la gran mayoría de los padres sienten afecto por sus hijos,
la forma y la frecuencia de expresión de afectividad varían. Así, en un extremo de la
dimensión situaríamos las familias que mantienen un trato especialmente afectivo con
sus hijos y, en el otro, aquellas en las que la afectividad es combinada con
sentimientos de rechazo y hostilidad.
Conjugando las dos dimensiones podemos establecer un diagrama con cuatro cuadrantes.
Restrictividad
DEMOCRATICO AUTORITARIO
Afecto Hostilidad
INDULGENTE NEGLIGENTE
Permisividad
Cada cuadrante corresponde a un estilo educativo diferente, democrático o asertivo,
autoritario, indulgente y negligente.
Estilo autoritario
Se centra en los padres. La comunicación es unidireccional y cerrada, los padres dan órdenes
sin explicación alguna y restringen la autonomía de los hijos, que suelen inhibirse. Se utiliza el
el castigo, amenazas y prohibiciones de manera continuada y sin ningún tipo de razonamiento.
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, Hay un alto nivel de exigencia a los
hijos e hijas en todos los aspectos de la
vida, los padres no suelen ser
receptivos a sus necesidades, imponen
disciplina. Algunas de las posibles
consecuencias educativas de este
modelo son las siguientes:
Bajos niveles de autoestima,
poca autonomía personal, poca
creatividad y competencia
social.
Los hijos sienten frustración o
culpabilidad al no poder
cumplir los deseos de sus
padres y madres.
Los niños se inhiben, tienden al inconformismo y a la sumisión. Suelen ser pasivos y
tímidos y viven ansiosos de obtener la aprobación de los demás. De mayores pueden
imitar el estilo paterno y convertirse en personas autoritarias.
Pueden sentir ansiedad por el distanciamiento emocional de sus progenitores.
Estilo democrático o asertivo
Se centra en los hijos. Los padres y madres democráticos explican a sus hijos las razones del
establecimiento de las normas, reconocen y respetan su individualidad y sus derechos,
negocian mediante intercambios verbales y toman decisiones conjuntamente con ellos,
intentando fomentar comportamientos positivos e inhibiendo los no adecuados. En este estilo
educativo, hay respeto mutuo, cooperación y deberes recíprocos; además, los conflictos
tienden a ser poco frecuentes y leves.
Las posibles consecuencias educativas de este modelo sobre los hijos son las siguientes:
Son responsables y asumen las consecuencias de sus actos.
Les proporciona competencia social y facilidad de interacción.
Observan actitudes de cooperación, de toma de decisiones y respeto por las reglas y
de habilidades de trabajo en equipo.
Tienen un autoconcepto realista y positivo que se traduce en un buen nivel de
autoestima y autoconfianza.
Consiguen logros y buenas calificaciones escolares.
Estilo permisivo
Se basa en la tolerancia.
El control paterno es muy laxo (flojo) y el nivel de exigencia muy bajo.
Los padres cumplen los deseos de los niños y son tolerantes ante la ira o agresividad del niño.
Los padres son sobreprotectores para evitar que tengan dificultades en la vida, y las normas
son poco estrictas. Los padres se implican afectivamente y se preocupan por sus necesidades.
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