Trastorno de la comunicación: tartamudez o disfemia
La disfemia es un trastorno de la comunicación por el que se dan disfluencias anormales que
se manifiestan de manera persistente en quien la padece, pudiendo aparecer también otras
características como patrones conductuales, cognitivos y afectivos. En un caso ordinario, la
persona con tartamudez tiene en su mente la oración que quiere comunicar, pero es incapaz de
hacerlo de manera adecuada (Sangorrín, 2005).
Recomendaciones para el tratamiento de la disfemia en el aula de Educación Física:
● Intentar que las actividades tengan un carácter lúdico, ya que de esta manera se favorece
la comunicación espontánea (Camacho y Porteiro, 2016).
● Tratar al alumno igual que al resto de sus compañeros, respetando turnos de palabra,
empleando frases cortas y evitando frases del tipo “tú tranquilo” o “habla más despacio”
que puedan poner en evidencia al alumno o aumentar su nerviosismo (Castillo, A. C.,
& Sanclemente, M. P. 2018).
● Realizar ejercicios de relajación para eliminar la posible ansiedad y estrés con, por
ejemplo, la técnica Koeppen, que se centra en la propia relajación, además de trabajar
con el reconocimiento de su propio cuerpo y las distintas emociones (Millán, 2018).
● Ejercicios de motricidad bucal, realizados para mejorar la tonicidad y movilidad de los
órganos que intervienen en el habla. Para ello, podemos trabajar con las diferentes
praxias: bucales, labiales, del velo del paladar o de la mandíbula (Millán, 2018).
● Incluir ejercicios de respiración para enseñarles a respirar de la manera más correcta
posible, lo que desemboca en beneficios directos para tratar la ansiedad (Millán, 2018).
● Intentar generar en el aula un clima de seguridad (Bernal, 2009).
● No hablar al alumno con demasiada rapidez, debemos intentar expresarnos con claridad
y articulando bien las palabras (Bernal, 2009).
● Escuchar siempre sus frases completas e intentar mantener una actitud comprensiva
(Bernal, 2009).
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La disfemia es un trastorno de la comunicación por el que se dan disfluencias anormales que
se manifiestan de manera persistente en quien la padece, pudiendo aparecer también otras
características como patrones conductuales, cognitivos y afectivos. En un caso ordinario, la
persona con tartamudez tiene en su mente la oración que quiere comunicar, pero es incapaz de
hacerlo de manera adecuada (Sangorrín, 2005).
Recomendaciones para el tratamiento de la disfemia en el aula de Educación Física:
● Intentar que las actividades tengan un carácter lúdico, ya que de esta manera se favorece
la comunicación espontánea (Camacho y Porteiro, 2016).
● Tratar al alumno igual que al resto de sus compañeros, respetando turnos de palabra,
empleando frases cortas y evitando frases del tipo “tú tranquilo” o “habla más despacio”
que puedan poner en evidencia al alumno o aumentar su nerviosismo (Castillo, A. C.,
& Sanclemente, M. P. 2018).
● Realizar ejercicios de relajación para eliminar la posible ansiedad y estrés con, por
ejemplo, la técnica Koeppen, que se centra en la propia relajación, además de trabajar
con el reconocimiento de su propio cuerpo y las distintas emociones (Millán, 2018).
● Ejercicios de motricidad bucal, realizados para mejorar la tonicidad y movilidad de los
órganos que intervienen en el habla. Para ello, podemos trabajar con las diferentes
praxias: bucales, labiales, del velo del paladar o de la mandíbula (Millán, 2018).
● Incluir ejercicios de respiración para enseñarles a respirar de la manera más correcta
posible, lo que desemboca en beneficios directos para tratar la ansiedad (Millán, 2018).
● Intentar generar en el aula un clima de seguridad (Bernal, 2009).
● No hablar al alumno con demasiada rapidez, debemos intentar expresarnos con claridad
y articulando bien las palabras (Bernal, 2009).
● Escuchar siempre sus frases completas e intentar mantener una actitud comprensiva
(Bernal, 2009).
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