RESUMEN CAP 9. “¿Pedir demasiado?
El libro da comienzo con la siguiente frase: “Para ser buena persona debemos hacer
donaciones hasta el momento en que, si hiciéramos más, estuviéramos sacrificando algo
casi tan importante como los males que nuestra donación pretende evitar.” A partir de
la cual Singer plantea las siguientes cuestiones, a cerca de la veracidad de la misma. ¿Hay
algo erróneo en este razonamiento moral? ¿Tenemos que renunciar a tanto para
comportarnos éticamente? Su respuesta es que no, no es necesario realizar tal sacrificio,
tan solo deberemos de donar “lo que en justicia nos corresponde”, tal y como explicará
en este capítulo.
LO QUE EN JUSTICIA NOS CORRESPONDE
¿Justifica moralmente la justicia, el no sobrepasar los límites de nuestra justa cuota?
Tomará Singer la palabra de los filósofos Liam Murphy y Kwame Anthony Appiah, que
responden afirmativamente a esta pregunta. Para ellos deberíamos tan solo de dar lo
que en justicia nos corresponde. Pero esto plantea una nueva pregunta, ¿cómo
calculamos lo que realmente nos corresponde donar? Para ellos se nos plantean dos
posibles opciones:
- Debemos calcular la cantidad necesaria que debemos donar para que las
personas más pobres del mundo, salgan del umbral de la pobreza. Este cálculo
fue realizado por Jeffrey Sachs, quien concluyó que sacar a todo el mundo de la
pobreza costaría unos 124.000 millones de dólares anuales. Por tanto, si por
ejemplo, una persona cobra 50.000 $ al año, le corresponde donar tan solo 300
$, que en comparación con los 116.000 $ anuales que gastan los
estadounidenses en bebidas alcohólicas, resulta una cifra razonablemente baja.
Sin embargo, esta idea falla en el sentido de que, el problema tan solo se
resolvería durante un tiempo y no de manera duradera, teniendo en cuenta
todos los problemas que tiene que afrontar.
- Por otro lado, se proponen aceptar como válidos los Objetivos del Desarrollo
del Milenio, que fueron propuestos en el 2015 por los dirigentes de todos los
El libro da comienzo con la siguiente frase: “Para ser buena persona debemos hacer
donaciones hasta el momento en que, si hiciéramos más, estuviéramos sacrificando algo
casi tan importante como los males que nuestra donación pretende evitar.” A partir de
la cual Singer plantea las siguientes cuestiones, a cerca de la veracidad de la misma. ¿Hay
algo erróneo en este razonamiento moral? ¿Tenemos que renunciar a tanto para
comportarnos éticamente? Su respuesta es que no, no es necesario realizar tal sacrificio,
tan solo deberemos de donar “lo que en justicia nos corresponde”, tal y como explicará
en este capítulo.
LO QUE EN JUSTICIA NOS CORRESPONDE
¿Justifica moralmente la justicia, el no sobrepasar los límites de nuestra justa cuota?
Tomará Singer la palabra de los filósofos Liam Murphy y Kwame Anthony Appiah, que
responden afirmativamente a esta pregunta. Para ellos deberíamos tan solo de dar lo
que en justicia nos corresponde. Pero esto plantea una nueva pregunta, ¿cómo
calculamos lo que realmente nos corresponde donar? Para ellos se nos plantean dos
posibles opciones:
- Debemos calcular la cantidad necesaria que debemos donar para que las
personas más pobres del mundo, salgan del umbral de la pobreza. Este cálculo
fue realizado por Jeffrey Sachs, quien concluyó que sacar a todo el mundo de la
pobreza costaría unos 124.000 millones de dólares anuales. Por tanto, si por
ejemplo, una persona cobra 50.000 $ al año, le corresponde donar tan solo 300
$, que en comparación con los 116.000 $ anuales que gastan los
estadounidenses en bebidas alcohólicas, resulta una cifra razonablemente baja.
Sin embargo, esta idea falla en el sentido de que, el problema tan solo se
resolvería durante un tiempo y no de manera duradera, teniendo en cuenta
todos los problemas que tiene que afrontar.
- Por otro lado, se proponen aceptar como válidos los Objetivos del Desarrollo
del Milenio, que fueron propuestos en el 2015 por los dirigentes de todos los
