“ES QUE SOMOS MUY POBRES” DE JUAN RULFO (1953): UN CUENTO CON
RETICENCIAS CULTURALES E IDEOLÓGICAS
Berenice Quiroga
Elizabeth Monreal
“Es que somos muy pobres” es un cuento de Juan Rulfo1, escrito en 1953 siendo parte de la
Generación del Medio Siglo. Por lo general, las obras de Rulfo están bajo el género de
realismo mágico, es decir, una representación de la realidad jugando con la fantasía o ficción.
Rulfo, en especial, toma el contexto mexicano como el telón y a las situaciones cotidianas
como el escenario en el que personajes con algunas carencias sociales, emocionales y
culturales, juegan un papel importante para transmitirnos un mensaje. Dichos personajes
demuestras el tipismo del lugar con sus grandes problemáticas socioculturales entretejidas
con el mundo fantástico.
En esos años se produjo en México un cambio que resultaría definitivo en todos los ámbitos
artísticos: el paso de una cultura eminentemente rural, heredera de la Revolución Mexicana
y preocupada, ante todo, por los problemas sociales del campesino y del indígena a otra en
la que predominaba su carácter urbano y cosmopolita, en la que sus búsquedas adquirían
más por el sujeto individual, por su vida íntima y secreta, por las razones existenciales que
le permitían vivir día con día (Pereira, 2018)
El cuento, por su parte, inicia con el “aquí todo va de mal en peor”, dándonos una idea de lo
que se tratará, de una tragedia. En primera instancia, la historia es narrada por el hermano de
Tacha que no se describe a sí mismo pero, a juzgar por su forma de explicar las cosas, se
puede decir que es un niño como Tacha pero con suficiente experiencia en la vida. Nos cuenta
que, un día después de que su hermana Tacha cumplió doce años, se presenció una tormenta
en el pueblo que por consecuencia la vaca –Serpentina- que había sido un regalo para Tacha,
se la llevó la corriente, dando pauta al desarrollo de toda esta historia. De ahí en más, el
narrador explica el por qué sus hermanas se hicieron pirujas así como el porqué quizá lo
mismo le depara el destino para Tacha.
¿Qué hacer para luchar contra la creciente de la pobreza? Para muchos pobres –
como es el caso en este cuento de Rulfo– la pobreza se presenta como fatalidad, como destino.
1
Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento
literario denominado “realismo mágico”, y en sus obras se presenta una combinación de la realidad y fantasía.
Sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar.
, El gobierno está ausente de sus vidas. Sólo queda la esperanza de que el becerrito esté vivo
y así Tacha pueda salvar también su vida. La pobreza se mete en la vida de la gente como
agua sucia que sólo los destruye.
Algo importante a mencionar, es que parte del estilo de Rulfo y su forma de percibir
y plasmar ciertas circunstancias en narraciones, es tan fructífero examinar y, no sólo desde
la parte hermenéutica, o bien, la interpretación, sino textual, pues deja entrever cierta
simbología o representaciones de la vida cotidiana pero de la manera más metafórica que
pudiese haber.
Como primera parte “Es que somos muy pobres” está narrado en primera persona,
sus personajes varían, pero están caracterizados bajo un mismo contexto y una ideología. En
primer lugar está Tacha, una niña de doce años, hermana del niño narrador. Una niña que
pierde a su vaca, regalo de su padre, ésta era garantía de su futuro pero cuando ocurrió la
catástrofe, esto ya es indeciso. Posteriormente, las dos hermanas que son las pirujas del
pueblo. El papá, que es un campesino, padre protector, proletario pobre y bastante
conservador. La mamá de los niños, una campesina tradicional, dedicada a los labores del
hogar, la religión es un factor que influye en la conciencia fatalista, es decir, se refugia en la
religión; muestra una actitud que lleva a la pasividad y a la aceptación. La tía Jacinta, que
muere cuando comienza el relato, su muerte marca la inundación del pueblo. Por otro lado,
también está la Serpentina y el becerro, que representan el buen camino para tacha, así como
la lluvia y el río, que nos son personajes como tal, pero son cruciales y representan mensajes.
Los personajes se encuentran ante la realidad social sin poder hacer nada, se encuentran
desarmados, por lo que nos lleva a hablar en un tema moral, o bien, los valores y los
antivalores. Estos dos últimos se encuentran a lo largo de la narración, como valor está, que
de cierta manera permea de manera implícita, el amor. Éste se da cuando el papá de Tacha
decide regalarle a la vaca lo cual significa que es la salvación y el amor que le tiene a su hija.
Los antivalores están en la angustia y en los prejuicios, el primero encontrado en la angustia
que embarga a Tacha cuando la vaca se ha ido y por ende, estaría condenada. El segundo
antivalor está cuando el niño dice lo siguiente: “porque mi papá con mucho trabajo…con el
fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos
hermanas”.
RETICENCIAS CULTURALES E IDEOLÓGICAS
Berenice Quiroga
Elizabeth Monreal
“Es que somos muy pobres” es un cuento de Juan Rulfo1, escrito en 1953 siendo parte de la
Generación del Medio Siglo. Por lo general, las obras de Rulfo están bajo el género de
realismo mágico, es decir, una representación de la realidad jugando con la fantasía o ficción.
Rulfo, en especial, toma el contexto mexicano como el telón y a las situaciones cotidianas
como el escenario en el que personajes con algunas carencias sociales, emocionales y
culturales, juegan un papel importante para transmitirnos un mensaje. Dichos personajes
demuestras el tipismo del lugar con sus grandes problemáticas socioculturales entretejidas
con el mundo fantástico.
En esos años se produjo en México un cambio que resultaría definitivo en todos los ámbitos
artísticos: el paso de una cultura eminentemente rural, heredera de la Revolución Mexicana
y preocupada, ante todo, por los problemas sociales del campesino y del indígena a otra en
la que predominaba su carácter urbano y cosmopolita, en la que sus búsquedas adquirían
más por el sujeto individual, por su vida íntima y secreta, por las razones existenciales que
le permitían vivir día con día (Pereira, 2018)
El cuento, por su parte, inicia con el “aquí todo va de mal en peor”, dándonos una idea de lo
que se tratará, de una tragedia. En primera instancia, la historia es narrada por el hermano de
Tacha que no se describe a sí mismo pero, a juzgar por su forma de explicar las cosas, se
puede decir que es un niño como Tacha pero con suficiente experiencia en la vida. Nos cuenta
que, un día después de que su hermana Tacha cumplió doce años, se presenció una tormenta
en el pueblo que por consecuencia la vaca –Serpentina- que había sido un regalo para Tacha,
se la llevó la corriente, dando pauta al desarrollo de toda esta historia. De ahí en más, el
narrador explica el por qué sus hermanas se hicieron pirujas así como el porqué quizá lo
mismo le depara el destino para Tacha.
¿Qué hacer para luchar contra la creciente de la pobreza? Para muchos pobres –
como es el caso en este cuento de Rulfo– la pobreza se presenta como fatalidad, como destino.
1
Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento
literario denominado “realismo mágico”, y en sus obras se presenta una combinación de la realidad y fantasía.
Sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar.
, El gobierno está ausente de sus vidas. Sólo queda la esperanza de que el becerrito esté vivo
y así Tacha pueda salvar también su vida. La pobreza se mete en la vida de la gente como
agua sucia que sólo los destruye.
Algo importante a mencionar, es que parte del estilo de Rulfo y su forma de percibir
y plasmar ciertas circunstancias en narraciones, es tan fructífero examinar y, no sólo desde
la parte hermenéutica, o bien, la interpretación, sino textual, pues deja entrever cierta
simbología o representaciones de la vida cotidiana pero de la manera más metafórica que
pudiese haber.
Como primera parte “Es que somos muy pobres” está narrado en primera persona,
sus personajes varían, pero están caracterizados bajo un mismo contexto y una ideología. En
primer lugar está Tacha, una niña de doce años, hermana del niño narrador. Una niña que
pierde a su vaca, regalo de su padre, ésta era garantía de su futuro pero cuando ocurrió la
catástrofe, esto ya es indeciso. Posteriormente, las dos hermanas que son las pirujas del
pueblo. El papá, que es un campesino, padre protector, proletario pobre y bastante
conservador. La mamá de los niños, una campesina tradicional, dedicada a los labores del
hogar, la religión es un factor que influye en la conciencia fatalista, es decir, se refugia en la
religión; muestra una actitud que lleva a la pasividad y a la aceptación. La tía Jacinta, que
muere cuando comienza el relato, su muerte marca la inundación del pueblo. Por otro lado,
también está la Serpentina y el becerro, que representan el buen camino para tacha, así como
la lluvia y el río, que nos son personajes como tal, pero son cruciales y representan mensajes.
Los personajes se encuentran ante la realidad social sin poder hacer nada, se encuentran
desarmados, por lo que nos lleva a hablar en un tema moral, o bien, los valores y los
antivalores. Estos dos últimos se encuentran a lo largo de la narración, como valor está, que
de cierta manera permea de manera implícita, el amor. Éste se da cuando el papá de Tacha
decide regalarle a la vaca lo cual significa que es la salvación y el amor que le tiene a su hija.
Los antivalores están en la angustia y en los prejuicios, el primero encontrado en la angustia
que embarga a Tacha cuando la vaca se ha ido y por ende, estaría condenada. El segundo
antivalor está cuando el niño dice lo siguiente: “porque mi papá con mucho trabajo…con el
fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos
hermanas”.