La función principal del aparato respiratorio es el intercambio gaseoso y para ello son
necesarias unas estructuras anatómicas capaces de poner en contacto aire y sangre para que sea
posible la difusión de gases. El aparato respiratorio se divide en 2 porciones:
-Tracto respiratorio superior comprende fosas nasales, faringe y laringe.
-Tracto respiratorio inferior comienza en la tráquea y termina en los sacos alveolares; en él.
Podemos distinguir:
Varias zonas de conducción: incluye la taquea, que se divide en bronquios principales,
lobares, segmentarios, bronquiolos lobulillares y terminales.
Zona de transición: la constituyen los bronquiolos respiratorios, en cuyas paredes
aparecen ya algunos alveolos.
Zona respiratoria: la forman los conductos y sacos alveolares y alveolos.
El epitelio alveolar es escamoso y está formado por varios tipos de cél.: los neumocitos tipo I y
los neumocitos tipo II, estos últimos son los encargados de producir el surfactante; el surfactante
aumenta la distensibilidad pulmonar e impide el colapso alveolar en la espiración; su síntesis se
produce a partir de la semana 34 de gestación. Los alveolos se comunican entre sí por los poros
de Kohn.
La sangre arterial llega a todos los tejidos, al pasar por ellos, cede O2 y recibe CO2,
transformándose en sangre venosa. El aparato respiratorio, mediante la función respiratoria, le
devuelve sus cualidades originales; para ello se produce el intercambio gaseoso entre sangre
venosa y aire: pasa oxígeno a la sangre, que se transforma en sangre arterial, y el CO2 al aire;
este intercambio se produce en los pulmones. Los demás órganos respiratorios son tubos aéreos
que conducen el aire hasta los pulmones, o vías respiratorias: fosas nasales, faringe, laringe,
tráquea y bronquios.
1. FOSAS NASALES
Son dos cavidades en la cara y suponen la entrada al aparato respiratorio. Por delante está la
nariz con 2 orificios (ventanas de la nariz), limitadas por el cartílago del tabique y el ala de la
nariz; la parte ósea la conforman los huesos nasales y el maxilar superior. Las fosas nasales se
extienden hasta las coanas, orificios que comunican con la faringe.
Tiene 4 paredes:
-Superior (techo): ósea, formada por los huesos nasal, frontal, etmoides (lámina cribosa) y
esfenoides.
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, -Inferior (suelo): paladar duro (formado por el maxilar superior y el palatino).
-Interna: tabique nasal, formado en su parte anterior por el cartílago y en la posterior por los
huesos etmoides (lámina perpendicular) y vómer.
-Externa: desde ella se proyectan los cornetes superior, medio (ambos son parte del hueso
etmoides) e inferior (es un hueso independiente); entre los cornetes y la pared quedan unos
espacio o meatos, en el inferior, desemboca el conducto lacrimonasal del saco lagrimal.
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necesarias unas estructuras anatómicas capaces de poner en contacto aire y sangre para que sea
posible la difusión de gases. El aparato respiratorio se divide en 2 porciones:
-Tracto respiratorio superior comprende fosas nasales, faringe y laringe.
-Tracto respiratorio inferior comienza en la tráquea y termina en los sacos alveolares; en él.
Podemos distinguir:
Varias zonas de conducción: incluye la taquea, que se divide en bronquios principales,
lobares, segmentarios, bronquiolos lobulillares y terminales.
Zona de transición: la constituyen los bronquiolos respiratorios, en cuyas paredes
aparecen ya algunos alveolos.
Zona respiratoria: la forman los conductos y sacos alveolares y alveolos.
El epitelio alveolar es escamoso y está formado por varios tipos de cél.: los neumocitos tipo I y
los neumocitos tipo II, estos últimos son los encargados de producir el surfactante; el surfactante
aumenta la distensibilidad pulmonar e impide el colapso alveolar en la espiración; su síntesis se
produce a partir de la semana 34 de gestación. Los alveolos se comunican entre sí por los poros
de Kohn.
La sangre arterial llega a todos los tejidos, al pasar por ellos, cede O2 y recibe CO2,
transformándose en sangre venosa. El aparato respiratorio, mediante la función respiratoria, le
devuelve sus cualidades originales; para ello se produce el intercambio gaseoso entre sangre
venosa y aire: pasa oxígeno a la sangre, que se transforma en sangre arterial, y el CO2 al aire;
este intercambio se produce en los pulmones. Los demás órganos respiratorios son tubos aéreos
que conducen el aire hasta los pulmones, o vías respiratorias: fosas nasales, faringe, laringe,
tráquea y bronquios.
1. FOSAS NASALES
Son dos cavidades en la cara y suponen la entrada al aparato respiratorio. Por delante está la
nariz con 2 orificios (ventanas de la nariz), limitadas por el cartílago del tabique y el ala de la
nariz; la parte ósea la conforman los huesos nasales y el maxilar superior. Las fosas nasales se
extienden hasta las coanas, orificios que comunican con la faringe.
Tiene 4 paredes:
-Superior (techo): ósea, formada por los huesos nasal, frontal, etmoides (lámina cribosa) y
esfenoides.
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, -Inferior (suelo): paladar duro (formado por el maxilar superior y el palatino).
-Interna: tabique nasal, formado en su parte anterior por el cartílago y en la posterior por los
huesos etmoides (lámina perpendicular) y vómer.
-Externa: desde ella se proyectan los cornetes superior, medio (ambos son parte del hueso
etmoides) e inferior (es un hueso independiente); entre los cornetes y la pared quedan unos
espacio o meatos, en el inferior, desemboca el conducto lacrimonasal del saco lagrimal.
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