SISTEMA NERVIOSO patología
DEMENCIAS
La demencia constituye la causa principal de incapacidad a largo plazo en la tercera edad, afecta al 2% de la
población entre 65-70 años y al 20% de los mayores de 80 años.
Se define como un deterioro crónico de las funciones superiores, adquirido (a diferencia del retraso mental) y
en presencia de un nivel de conciencia y atención normales (a diferencia del delirium). La pérdida de una única
función intelectual no es criterio suficiente para el diagnóstico de demencia, la demencia suele afectar a todas
las funciones intelectuales, aunque en las fases iniciales se puede establecer el diagnóstico por el deterioro de
tres de las siguientes áreas: lenguaje, memoria, destreza visuoespacial, afecto, personalidad o intelecto.
Las causas más frecuentes de demencia progresiva son: la enfermedad de Alzheimer (50-90%), los infartos
cerebrales múltiples (5-10%) y el alcohol (5-10%).
Enfermedad de Alzheimer
Se caracteriza por una degeneración progresiva y
selectiva de poblaciones neuronales en el córtex.
Histológicamente pueden encontrarse ovillos o
madejas neurofibrilares compuestos por pares de
filamentos en el citoplasma de la neurona, alrededor
del núcleo, el componente principal de estos ovillos es
la proteína tau. Sin embargo, el dato más
característico de la enfermedad de Alzheimer son las
placas de amiloide (placas seniles o neuríticas) que
contienen fragmentos neuronales degenerados
rodeando una densa estructura de material amiloide
compuesto básicamente por proteína betaamiloide. Es
una lesión extracelular.
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, LESIONES VASCULARES
Se distinguen dos grandes grupos de lesiones vasculares: isquémicas y hemorrágicas.
Accidente isquémico transitorio (AIT)
Es un déficit neurológico con una duración menor a 24 horas, en general, la duración es menor a una hora, si
es mayor, la TC suele mostrar lesiones isquémicas.
Infartos
Las lesiones isquémicas representan el 80-85% de los casos. Pueden ser
focales (por obstrucción arterial o venosa) o difusas (parada cardíaca, anoxia
o hipoperfusión), también pueden clasificarse como trombóticas o embólicas.
La oclusión de una arteria cerebral provoca primero isquemia focal y después
un infarto en el territorio del vaso comprometido.
El tamaño, la localización y la forma del infarto, y la extensión del daño tisular
que se produzca pueden ser modificados en función del flujo sanguíneo
colateral. En concreto, el flujo sanguíneo colateral que se produce a través del
polígono de Willis o de las anastomosis corticoleptomeníngeas puede
limitar el daño en algunas regiones.
Los infartos se pueden dividir en dos
grupos amplios, basados en su aspecto
macroscópico: los infartos no
hemorrágicos son consecuencia de
oclusiones vasculares agudas y pueden
ser tratados con trombolítico
especialmente si se identifican poco
después de su presentación, y los
infartos hemorrágicos son
secundarios a la reperfusión del tejido
isquémico ya sea mediante colaterales o
después de la disolución de los trombos,
está contraindicado el tratamiento
trombolítico.
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DEMENCIAS
La demencia constituye la causa principal de incapacidad a largo plazo en la tercera edad, afecta al 2% de la
población entre 65-70 años y al 20% de los mayores de 80 años.
Se define como un deterioro crónico de las funciones superiores, adquirido (a diferencia del retraso mental) y
en presencia de un nivel de conciencia y atención normales (a diferencia del delirium). La pérdida de una única
función intelectual no es criterio suficiente para el diagnóstico de demencia, la demencia suele afectar a todas
las funciones intelectuales, aunque en las fases iniciales se puede establecer el diagnóstico por el deterioro de
tres de las siguientes áreas: lenguaje, memoria, destreza visuoespacial, afecto, personalidad o intelecto.
Las causas más frecuentes de demencia progresiva son: la enfermedad de Alzheimer (50-90%), los infartos
cerebrales múltiples (5-10%) y el alcohol (5-10%).
Enfermedad de Alzheimer
Se caracteriza por una degeneración progresiva y
selectiva de poblaciones neuronales en el córtex.
Histológicamente pueden encontrarse ovillos o
madejas neurofibrilares compuestos por pares de
filamentos en el citoplasma de la neurona, alrededor
del núcleo, el componente principal de estos ovillos es
la proteína tau. Sin embargo, el dato más
característico de la enfermedad de Alzheimer son las
placas de amiloide (placas seniles o neuríticas) que
contienen fragmentos neuronales degenerados
rodeando una densa estructura de material amiloide
compuesto básicamente por proteína betaamiloide. Es
una lesión extracelular.
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, LESIONES VASCULARES
Se distinguen dos grandes grupos de lesiones vasculares: isquémicas y hemorrágicas.
Accidente isquémico transitorio (AIT)
Es un déficit neurológico con una duración menor a 24 horas, en general, la duración es menor a una hora, si
es mayor, la TC suele mostrar lesiones isquémicas.
Infartos
Las lesiones isquémicas representan el 80-85% de los casos. Pueden ser
focales (por obstrucción arterial o venosa) o difusas (parada cardíaca, anoxia
o hipoperfusión), también pueden clasificarse como trombóticas o embólicas.
La oclusión de una arteria cerebral provoca primero isquemia focal y después
un infarto en el territorio del vaso comprometido.
El tamaño, la localización y la forma del infarto, y la extensión del daño tisular
que se produzca pueden ser modificados en función del flujo sanguíneo
colateral. En concreto, el flujo sanguíneo colateral que se produce a través del
polígono de Willis o de las anastomosis corticoleptomeníngeas puede
limitar el daño en algunas regiones.
Los infartos se pueden dividir en dos
grupos amplios, basados en su aspecto
macroscópico: los infartos no
hemorrágicos son consecuencia de
oclusiones vasculares agudas y pueden
ser tratados con trombolítico
especialmente si se identifican poco
después de su presentación, y los
infartos hemorrágicos son
secundarios a la reperfusión del tejido
isquémico ya sea mediante colaterales o
después de la disolución de los trombos,
está contraindicado el tratamiento
trombolítico.
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