EL ESTILO TUDOR
El vídeo a comentar trata sobre el estilo Tudor, un tipo de arquitectura nacido en
Inglaterra durante los años 1485-1603, pertenecientes a finales del siglo XV y
mediados del XVI. Este coincide con el fin de la arquitectura románica y se
caracteriza por ser un estilo de transición entre el gótico y el renacimiento, de ahí
que la arquitectura posea elementos de ambos movimientos. Este nuevo estilo
arquitectónico se creó bajo el nombre de la dinastía Tudor, quienes reinaban
durante ese periodo de tiempo. Esta época también destacó por la disminución de la
construcción de nuevas iglesias y la redistribución de las ya existentes entre las
clases más pudientes, lo que produjo un crecimiento económico y social en muchas
familias inglesas. Esto provocó que se construyesen nuevas viviendas señoriales de
gran tamaño ubicadas en el campo, de carácter particular y administrativo, con
áreas de cultivo. Estas familias adineradas pretendían principalmente ensalzar su
estatus social y diferenciarse de las clases menos pudientes, construyendo
edificaciones opulentas y ornamentadas.
Destacaba la construcción, en un exterior geométrico con grandes jardines y patios
cerrados, de casas rurales, capillas o palacetes con planta en forma de E o H, usando
principalmente mampostería de ladrillo y piedras recuperadas de antiguos
monasterios medievales. El ladrillo fue muy usado para la construcción tanto de
casas grandes como modestas, aunque en esta última prevalecía el entramado de
madera como elemento principal. En las casas señoriales solo se hacía uso de la
madera en los pisos superiores y se decoraba con un entramado de madera en
blanco y negro con espacios encalados entre los listones, muy característico del
estilo. En esta planta generalmente se situaban ventanas rectangulares que
favorecían la entrada de luz solar y que, depende la familia, podían ser más
pequeñas o más grandes y alargadas. En el interior, se hacía uso de vigas de madera
El vídeo a comentar trata sobre el estilo Tudor, un tipo de arquitectura nacido en
Inglaterra durante los años 1485-1603, pertenecientes a finales del siglo XV y
mediados del XVI. Este coincide con el fin de la arquitectura románica y se
caracteriza por ser un estilo de transición entre el gótico y el renacimiento, de ahí
que la arquitectura posea elementos de ambos movimientos. Este nuevo estilo
arquitectónico se creó bajo el nombre de la dinastía Tudor, quienes reinaban
durante ese periodo de tiempo. Esta época también destacó por la disminución de la
construcción de nuevas iglesias y la redistribución de las ya existentes entre las
clases más pudientes, lo que produjo un crecimiento económico y social en muchas
familias inglesas. Esto provocó que se construyesen nuevas viviendas señoriales de
gran tamaño ubicadas en el campo, de carácter particular y administrativo, con
áreas de cultivo. Estas familias adineradas pretendían principalmente ensalzar su
estatus social y diferenciarse de las clases menos pudientes, construyendo
edificaciones opulentas y ornamentadas.
Destacaba la construcción, en un exterior geométrico con grandes jardines y patios
cerrados, de casas rurales, capillas o palacetes con planta en forma de E o H, usando
principalmente mampostería de ladrillo y piedras recuperadas de antiguos
monasterios medievales. El ladrillo fue muy usado para la construcción tanto de
casas grandes como modestas, aunque en esta última prevalecía el entramado de
madera como elemento principal. En las casas señoriales solo se hacía uso de la
madera en los pisos superiores y se decoraba con un entramado de madera en
blanco y negro con espacios encalados entre los listones, muy característico del
estilo. En esta planta generalmente se situaban ventanas rectangulares que
favorecían la entrada de luz solar y que, depende la familia, podían ser más
pequeñas o más grandes y alargadas. En el interior, se hacía uso de vigas de madera