Tema 1: Introducción: Obligación y contrato
1. EL DERECHO DE OBLIGACIONES Y CONTRATOS EN EL MARCO DEL
DERECHO PATRIMONIAL
En relación con los bienes de un sujeto, el patrimonio, surgen dos cuestiones: ¿A quién se
atribuyen los bienes? y ¿cómo circulan los bienes?. La respuesta a estas cuestiones la dan dos
ramas del derecho civil: el derecho de cosas o derechos reales y el derecho de obligaciones y
contratos.
Diferencia entre los derechos de obligación y los derechos reales
El derecho real supone un poder directo e inmediato de una persona sobre una cosa,
mientras los derechos de crédito o de obligación no recaen directamente sobre cosas,
sino una conducta o un acto del deudor (la prestación) que constituye su objeto.
Por ejemplo: el dueño de un coche, titular de un derecho real, puede ejercitar
directamente respecto de ese automóvil las facultades que su derecho de propiedad le
confiere (venderlo, usarlo, etc), Sin embargo el comprador del coche, a quien el
vendedor no se lo ha entregado todavía es simple titular de un derecho de crédito, ya
que no tiene más facultad que la de exigir al vendedor (deudor) que se lo entregue.
En el derecho real el interés del titular puede satisfacerse mediante sus actos propios,
mientras que el derecho de crédito solo obtiene satisfacción por la mediación de actos
ajenos, a través de la conducta del deudor.
Los derechos reales son derechos absolutos, que pueden ejercitarse erga omnes,
mientras que los derechos de obligación son derechos relativos, cuyo sujeto pasivo es
determinado, de modo que sólo pueden ejercitarse contra el deudor.
Los derechos de obligación nacen mediante simple contrato (basta con que dos
personas celebren un contrato de compraventa, para que nazca a favor del comprador
el derecho a que la cosa comprada se la entregue). El artículo 1445 CC establece que
por el contrato una de las partes se obliga a entregar una cosa. Pero para que la
propiedad se adquiera no basta el simple contrato, el simple consentimiento; según el
609 CC, la propiedad y los demás derechos reales se adquieren y se transmiten por
consecuencia de ciertos contratos mediante la tradición. El 1095 CC señala que “el
acreedor tiene derecho de los frutos de la cosa desde que nace la obligación de
entregarla. Sin embargo no adquirirá el derecho real sobre ella hasta que le haya sido
entregada”.
Los derechos reales nacen con carácter de estabilidad y permanencia, y mientras
existen en la titularidad de una persona están satisfaciendo su interés y cumpliendo
con la finalidad económica y jurídica para que se constituyeron. Los derechos de
obligación nacen condenados a extinguirse. Sólo satisfacen plenamente el interés del
acreedor en el momento de cumplirse, que es precisamente cuando se extinguen
(cuando entrega el coche el deudor al acreedor).
En materia de derechos reales, cuando sobre una misma cosa recaen derechos de
distintos titulares que sean contradictorios o incompatibles entre sí, la preferencia
1. EL DERECHO DE OBLIGACIONES Y CONTRATOS EN EL MARCO DEL
DERECHO PATRIMONIAL
En relación con los bienes de un sujeto, el patrimonio, surgen dos cuestiones: ¿A quién se
atribuyen los bienes? y ¿cómo circulan los bienes?. La respuesta a estas cuestiones la dan dos
ramas del derecho civil: el derecho de cosas o derechos reales y el derecho de obligaciones y
contratos.
Diferencia entre los derechos de obligación y los derechos reales
El derecho real supone un poder directo e inmediato de una persona sobre una cosa,
mientras los derechos de crédito o de obligación no recaen directamente sobre cosas,
sino una conducta o un acto del deudor (la prestación) que constituye su objeto.
Por ejemplo: el dueño de un coche, titular de un derecho real, puede ejercitar
directamente respecto de ese automóvil las facultades que su derecho de propiedad le
confiere (venderlo, usarlo, etc), Sin embargo el comprador del coche, a quien el
vendedor no se lo ha entregado todavía es simple titular de un derecho de crédito, ya
que no tiene más facultad que la de exigir al vendedor (deudor) que se lo entregue.
En el derecho real el interés del titular puede satisfacerse mediante sus actos propios,
mientras que el derecho de crédito solo obtiene satisfacción por la mediación de actos
ajenos, a través de la conducta del deudor.
Los derechos reales son derechos absolutos, que pueden ejercitarse erga omnes,
mientras que los derechos de obligación son derechos relativos, cuyo sujeto pasivo es
determinado, de modo que sólo pueden ejercitarse contra el deudor.
Los derechos de obligación nacen mediante simple contrato (basta con que dos
personas celebren un contrato de compraventa, para que nazca a favor del comprador
el derecho a que la cosa comprada se la entregue). El artículo 1445 CC establece que
por el contrato una de las partes se obliga a entregar una cosa. Pero para que la
propiedad se adquiera no basta el simple contrato, el simple consentimiento; según el
609 CC, la propiedad y los demás derechos reales se adquieren y se transmiten por
consecuencia de ciertos contratos mediante la tradición. El 1095 CC señala que “el
acreedor tiene derecho de los frutos de la cosa desde que nace la obligación de
entregarla. Sin embargo no adquirirá el derecho real sobre ella hasta que le haya sido
entregada”.
Los derechos reales nacen con carácter de estabilidad y permanencia, y mientras
existen en la titularidad de una persona están satisfaciendo su interés y cumpliendo
con la finalidad económica y jurídica para que se constituyeron. Los derechos de
obligación nacen condenados a extinguirse. Sólo satisfacen plenamente el interés del
acreedor en el momento de cumplirse, que es precisamente cuando se extinguen
(cuando entrega el coche el deudor al acreedor).
En materia de derechos reales, cuando sobre una misma cosa recaen derechos de
distintos titulares que sean contradictorios o incompatibles entre sí, la preferencia
