Procesos de desamortización y cambios agrarios
Introducción
A principios del siglo XIX, la agricultura era de subsistencia basada en el cultivo de cereales, con
técnicas agrícolas tradicionales como:
- Técnicas y herramientas tradicionales (rotación trienal, poco uso de abonos, maquinaria
anticuada). Para rentabilizar el campo era necesario invertir en maquinaria, abonos,
nuevos cultivos…
- La propiedad de la tierra. La inmensa mayoría de tierras de España pertenecía a la
nobleza o a la Iglesia quienes no necesitaban aprovechar la totalidad de sus tierras.
Además, la mayor parte de estas tierras eran vinculadas y amortizadas por lo que no
podían venderse.
Para conseguir el desarrollo de la agricultura y, por ende, la modernización del país, los políticos
liberales propusieron la desvinculación y desamortización de las tierras.
1. Las desamortizaciones
La desamortización consiste en la apropiación por parte del Estado de bienes eclesiásticos,
nobles, de la corona… que pasan a ser vendidos en subasta y se convierten en una propiedad
nueva, privada, con plena libertad de uso. Los beneficios de la venta se los queda el Estado.
En el Antiguo Régimen la mayor parte de las tierras pertenecían a la Iglesia (que no tributaban y
tampoco podían venderlas y al no explotarlas) o a la nobleza (estaban vinculadas a través de la
ley del mayorazgo, mediante la que se aseguraba la sucesión de los patrimonios,
transmitiéndose todos a los descendientes).
El objetivo de estas desamortizaciones era, tanto modernizar el campo y el país, como obtener
ingresos para pagar las deudas del Estado producidas por las guerras, revoluciones… Por lo
tanto, van a tener consecuencias económicas, sociales y políticas.
El proceso desamortizador en España comenzó a finales del siglo XVIII y se realizó en varias
fases:
- La primera se produjo en el reinado de Carlos IV, en 1798, en la que se vendió la sexta
parte de los bienes de la Iglesia y se invirtió en campañas militares.
- Durante la guerra de la Independencia, José I y las Cortes de Cádiz promulgaron
decretos de desamortización, pero se anularon debido a la restauración del
absolutismo, por lo que se le devolvió al clero regular los bienes vendidos.
- En el Trienio Liberal se volvió a decretar desamortizaciones, pero en 1823 Fernando VII
obligó otra vez a devolver los bienes vendidos, lo que provocó que los compradores
apoyasen al liberalismo y se enfrentasen al rey.
1
Introducción
A principios del siglo XIX, la agricultura era de subsistencia basada en el cultivo de cereales, con
técnicas agrícolas tradicionales como:
- Técnicas y herramientas tradicionales (rotación trienal, poco uso de abonos, maquinaria
anticuada). Para rentabilizar el campo era necesario invertir en maquinaria, abonos,
nuevos cultivos…
- La propiedad de la tierra. La inmensa mayoría de tierras de España pertenecía a la
nobleza o a la Iglesia quienes no necesitaban aprovechar la totalidad de sus tierras.
Además, la mayor parte de estas tierras eran vinculadas y amortizadas por lo que no
podían venderse.
Para conseguir el desarrollo de la agricultura y, por ende, la modernización del país, los políticos
liberales propusieron la desvinculación y desamortización de las tierras.
1. Las desamortizaciones
La desamortización consiste en la apropiación por parte del Estado de bienes eclesiásticos,
nobles, de la corona… que pasan a ser vendidos en subasta y se convierten en una propiedad
nueva, privada, con plena libertad de uso. Los beneficios de la venta se los queda el Estado.
En el Antiguo Régimen la mayor parte de las tierras pertenecían a la Iglesia (que no tributaban y
tampoco podían venderlas y al no explotarlas) o a la nobleza (estaban vinculadas a través de la
ley del mayorazgo, mediante la que se aseguraba la sucesión de los patrimonios,
transmitiéndose todos a los descendientes).
El objetivo de estas desamortizaciones era, tanto modernizar el campo y el país, como obtener
ingresos para pagar las deudas del Estado producidas por las guerras, revoluciones… Por lo
tanto, van a tener consecuencias económicas, sociales y políticas.
El proceso desamortizador en España comenzó a finales del siglo XVIII y se realizó en varias
fases:
- La primera se produjo en el reinado de Carlos IV, en 1798, en la que se vendió la sexta
parte de los bienes de la Iglesia y se invirtió en campañas militares.
- Durante la guerra de la Independencia, José I y las Cortes de Cádiz promulgaron
decretos de desamortización, pero se anularon debido a la restauración del
absolutismo, por lo que se le devolvió al clero regular los bienes vendidos.
- En el Trienio Liberal se volvió a decretar desamortizaciones, pero en 1823 Fernando VII
obligó otra vez a devolver los bienes vendidos, lo que provocó que los compradores
apoyasen al liberalismo y se enfrentasen al rey.
1
