¿Qué es la ciencia?
A la hora de comprender la visión de la ciencia dentro de la filosofía, nos encontramos
con un gran problema; la propia definición de la palabra ciencia, ha ido variando a lo
largo de toda la historia. Dependiendo de la visión o corriente de cada filósofo, se
observará una definición u otra. No obstante, todas estas concepciones parten de un
mismo punto u origen. La ciencia surgió como un nuevo medio por el que buscar una
explicación racional del universo. En el siglo V a.C. en la antigua Grecia, la Ciencia
había sido concebida como un término que se emplea para referirse al conocimiento
sistematizado de cualquier campo; pero que suele aplicarse sobre todo a la organización
de la experiencia sensorial objetivamente verificable. Durante esta época los principales
propulsores de este método fueron los filósofos de la tradición jónica (Pitágoras y sus
seguidores, la escuela de medicina de Hipócrates…). Sin embargo, el auge de la ciencia
en la antigüedad no puede sino identificarse con Alejandría, núcleo del mundo científico
en la antigüedad clásica, y cuyo fundador fue Tales de Mileto. La filosofía de Tales se
trataba, desde una perspectiva crítica, concebir la realidad como la unidad de esa
realidad de un modo racional. Mientras que la influencia de Aristóteles (quien concebía
que la ciencia era conocimiento cierto por medio de causas) fue la que determinó el
método, la de Platón hizo que las matemáticas y la astronomía alcanzaran un fuerte
auge. La tradición jónica concluye con la figura de Demócrito (el cual creía que el
universo y la materia estaban formados solo por los átomos y sus movimientos). La
filosofía de Platón (influenciada notablemente por la filosofía de Sócrates, Fundador de
la filosofía moral o axiología) distingue dos géneros fundamentales de conocimiento: el
conocimiento sensible y el conocimiento radical. Para Platón la ciencia era el
conocimiento estricto o radical (universal y necesario) de lo absoluto, de lo eterno y una
tarea eminentemente racional. Sólo la ciencia que llamamos matemática coincide casi
totalmente con esta forma de entender la ciencia. Tiempo después, uno de sus discípulos
Aristóteles, elaboró un pensamiento de carácter naturalista y realista. Frente a la
separación radical entre el conocimiento sensible y el conocimiento radical planteada
por las doctrinas platónicas, defendió la posibilidad de aprehender la realidad a partir de
la experiencia. Consideró que las ideas o conceptos universales no deben separarse del
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, resto de ideas, sino que estaban inmersas ellas, como forma específica de la materia. A
partir de la caída de Alejandría en manos de las legiones romanas, se acentúa una
decadencia sobre la ideología de la ciencia dentro del mundo romano, ya que su gran
aportación a la filosofía fue dada a través de la ética, la moral y la filosofía del
comportamiento (es decir; de elementos metafísicos). Durante los primeros siglos de la
Edad Media, la filosofía estuvo dominada por el aristotelismo y el platonismo, sin
embargo, es a partir del siglo XIII cuando aparecen las primeras críticas acerca de la
exageración de los principios platónicos. Por un lado, se buscaba perfeccionar el método
científico y por el otro, una búsqueda de nuevas teorías, las cuales concluyeron con el
derrumbe mismo del sistema aristotélico. Todas estas críticas se realizaron bajo una
perspectiva teocéntrica procedente del cristianismo. Fue así como surgió durante la
Edad Media, un nuevo debate acerca de si había que tener fe para creer en los milagros
cristianos o también se podía acceder a las verdades cristianas mediante la razón.
Avicena (370 D.C.) seguidor de la filosofía de Aristóteles, no creía en la posibilidad del
vacío absoluto ni tampoco en que el Universo sea infinito. Simplemente postulaba que
existe un punto en el que se acaba la materia y que Dios da forma a las cosas, las anima
y las sostiene mediante elementos transcendentes como el espíritu. Para San Agustín de
Hipona (uno de los cuatro padres fundadores de la Iglesia Cristiana) lo importante es
explicar la relación entre el alma humana y Dios, entonces fe y razón no son más que
medios o instrumentos que se exigen mutuamente para encontrar la verdad. Por lo tanto,
fe y razón no se excluyen, sino que se complementan. Para S. Agustín el conocimiento
es una visión que solo Dios fundamenta y hace posible. Según Santo Tomás de Aquino,
la distinción filosofía/teología descansa en la separación entre orden natural y
sobrenatural: el orden de conocimiento natural procede de la razón humana la cual da
lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la
revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus verdades están al
alcance de la razón, y otras la exceden. Ambos conocimientos provienen de Dios.
Nicolás de Cusa (1401-1464 el cual llegó a ser cardenal romano) fue una figura de
transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Sostuvo que el conocimiento es una
medida espiritual, porque consiste en la "asemejación" del sujeto que conoce y de su
objeto. Formula el concepto de la infinitud y asume, una actitud de tolerancia religiosa
inusitada en su tiempo. Fue gracias a la obra de Kepler y Galileo por lo que se derrocó
toda la filosofía artitoteliana acerca del geocentrismo, etc.; Todos ellos conciben el
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A la hora de comprender la visión de la ciencia dentro de la filosofía, nos encontramos
con un gran problema; la propia definición de la palabra ciencia, ha ido variando a lo
largo de toda la historia. Dependiendo de la visión o corriente de cada filósofo, se
observará una definición u otra. No obstante, todas estas concepciones parten de un
mismo punto u origen. La ciencia surgió como un nuevo medio por el que buscar una
explicación racional del universo. En el siglo V a.C. en la antigua Grecia, la Ciencia
había sido concebida como un término que se emplea para referirse al conocimiento
sistematizado de cualquier campo; pero que suele aplicarse sobre todo a la organización
de la experiencia sensorial objetivamente verificable. Durante esta época los principales
propulsores de este método fueron los filósofos de la tradición jónica (Pitágoras y sus
seguidores, la escuela de medicina de Hipócrates…). Sin embargo, el auge de la ciencia
en la antigüedad no puede sino identificarse con Alejandría, núcleo del mundo científico
en la antigüedad clásica, y cuyo fundador fue Tales de Mileto. La filosofía de Tales se
trataba, desde una perspectiva crítica, concebir la realidad como la unidad de esa
realidad de un modo racional. Mientras que la influencia de Aristóteles (quien concebía
que la ciencia era conocimiento cierto por medio de causas) fue la que determinó el
método, la de Platón hizo que las matemáticas y la astronomía alcanzaran un fuerte
auge. La tradición jónica concluye con la figura de Demócrito (el cual creía que el
universo y la materia estaban formados solo por los átomos y sus movimientos). La
filosofía de Platón (influenciada notablemente por la filosofía de Sócrates, Fundador de
la filosofía moral o axiología) distingue dos géneros fundamentales de conocimiento: el
conocimiento sensible y el conocimiento radical. Para Platón la ciencia era el
conocimiento estricto o radical (universal y necesario) de lo absoluto, de lo eterno y una
tarea eminentemente racional. Sólo la ciencia que llamamos matemática coincide casi
totalmente con esta forma de entender la ciencia. Tiempo después, uno de sus discípulos
Aristóteles, elaboró un pensamiento de carácter naturalista y realista. Frente a la
separación radical entre el conocimiento sensible y el conocimiento radical planteada
por las doctrinas platónicas, defendió la posibilidad de aprehender la realidad a partir de
la experiencia. Consideró que las ideas o conceptos universales no deben separarse del
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, resto de ideas, sino que estaban inmersas ellas, como forma específica de la materia. A
partir de la caída de Alejandría en manos de las legiones romanas, se acentúa una
decadencia sobre la ideología de la ciencia dentro del mundo romano, ya que su gran
aportación a la filosofía fue dada a través de la ética, la moral y la filosofía del
comportamiento (es decir; de elementos metafísicos). Durante los primeros siglos de la
Edad Media, la filosofía estuvo dominada por el aristotelismo y el platonismo, sin
embargo, es a partir del siglo XIII cuando aparecen las primeras críticas acerca de la
exageración de los principios platónicos. Por un lado, se buscaba perfeccionar el método
científico y por el otro, una búsqueda de nuevas teorías, las cuales concluyeron con el
derrumbe mismo del sistema aristotélico. Todas estas críticas se realizaron bajo una
perspectiva teocéntrica procedente del cristianismo. Fue así como surgió durante la
Edad Media, un nuevo debate acerca de si había que tener fe para creer en los milagros
cristianos o también se podía acceder a las verdades cristianas mediante la razón.
Avicena (370 D.C.) seguidor de la filosofía de Aristóteles, no creía en la posibilidad del
vacío absoluto ni tampoco en que el Universo sea infinito. Simplemente postulaba que
existe un punto en el que se acaba la materia y que Dios da forma a las cosas, las anima
y las sostiene mediante elementos transcendentes como el espíritu. Para San Agustín de
Hipona (uno de los cuatro padres fundadores de la Iglesia Cristiana) lo importante es
explicar la relación entre el alma humana y Dios, entonces fe y razón no son más que
medios o instrumentos que se exigen mutuamente para encontrar la verdad. Por lo tanto,
fe y razón no se excluyen, sino que se complementan. Para S. Agustín el conocimiento
es una visión que solo Dios fundamenta y hace posible. Según Santo Tomás de Aquino,
la distinción filosofía/teología descansa en la separación entre orden natural y
sobrenatural: el orden de conocimiento natural procede de la razón humana la cual da
lugar a la filosofía y tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la
revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus verdades están al
alcance de la razón, y otras la exceden. Ambos conocimientos provienen de Dios.
Nicolás de Cusa (1401-1464 el cual llegó a ser cardenal romano) fue una figura de
transición entre la Edad Media y la Edad Moderna. Sostuvo que el conocimiento es una
medida espiritual, porque consiste en la "asemejación" del sujeto que conoce y de su
objeto. Formula el concepto de la infinitud y asume, una actitud de tolerancia religiosa
inusitada en su tiempo. Fue gracias a la obra de Kepler y Galileo por lo que se derrocó
toda la filosofía artitoteliana acerca del geocentrismo, etc.; Todos ellos conciben el
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