BLOQUE 5
5.3. El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El proceso de
independencia de las colonias americanas.
1. El reinado de Fernando VII: Liberalismo frente a absolutismo.
Con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 se llevó a cabo una revolución liberal que
terminó con el Antiguo Régimen y recortó los poderes del monarca.
Con el Tratado de Valençay (diciembre 1813) se reconoció a Fernando VII como rey de España.
En su reinado se pueden distinguir tres etapas:
1. Sexenio absolutista (1814 - 1820)
Cuando Fernando VII regresó a España 69 diputados absolutistas le entregaron un escrito
conocido como el Manifiesto de los Persas, en el que le pedían que derogase la obra
legislativa de Cádiz y volviese al Antiguo Régimen.
En mayo de 1814 Fernando VII firmó el Decreto de Valencia, en el que declaraba nula la
Constitución de 1812 y toda la obra legislativa de Cádiz.
Esta etapa se caracterizó por:
• El restablecimiento de la monarquía absoluta y la vuelta al Antiguo Régimen.
• La ineficacia de los ministros.
• La fuerte represión contra los liberales.
• Los pronunciamientos de militares liberales.
2. Trienio liberal (1820 - 1823)
En enero de 1820 triunfó el pronunciamiento de Riego a favor de la Constitución de 1812.
Fernando VII fue obligado a jurar la Constitución, lo que supuso la vuelta al liberalismo. Se
formó un nuevo gobierno y se convocaron elecciones a Cortes. Las nuevas Cortes restauraron
gran parte de la obra de Cádiz.
Las dificultades del gobierno liberal fueron:
• La división de los liberales en dos grupos: los moderados y los exaltados.
• La oposición absolutista: Reacción de los realistas (partidarios del rey y del absolutismo).
• La actitud contraria del rey hacia el liberalismo obstaculizó las reformas legislativas.
En abril de 1823 las potencias de la Santa Alianza, temerosas de que la revolución se
extendiese al resto de Europa, encargaron a Francia que enviase un ejército (los “Cien Mil
Hijos de San Luis”) para restaurar el absolutismo en España. Finalmente, en septiembre de
1823 Fernando VII volvió a convertirse en monarca absoluto.
3. Década Ominosa (1823 - 1833)
Fernando VII declaró nulos todos los actos del gobierno liberal y restauró de nuevo el
absolutismo. Sin embargo, el régimen absolutista fue más moderado, no se restauró la
Inquisición y se contó con algunos ministros reformistas.
Esta etapa se caracterizó por:
• Las medidas antiliberales: Depuración del ejército y de la administración, represión
contra los liberales (Torrijos y sus seguidores, ejecución de Mariana Pineda), abolición
de la Milicia Nacional y creación de un cuerpo de voluntarios absolutistas.
• Los graves problemas económicos: Pérdida de las colonias americanas e intentos de
reforma.
• La gran tensión política: Conspiraciones de liberales y de los apostólicos.
• El problema sucesorio y el origen del carlismo: En 1830 nació Isabel y Fernando VII
derogó la Ley Sálica y promulgó la Pragmática Sanción, asegurando así los derechos al
trono a Isabel. Los carlistas, absolutistas, defendían a Carlos María Isidro como legítimo
heredero al trono. En 1833 se inició la primera guerra carlista que enfrentó a los
isabelinos y a los carlistas.
5.3. El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El proceso de
independencia de las colonias americanas.
1. El reinado de Fernando VII: Liberalismo frente a absolutismo.
Con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 se llevó a cabo una revolución liberal que
terminó con el Antiguo Régimen y recortó los poderes del monarca.
Con el Tratado de Valençay (diciembre 1813) se reconoció a Fernando VII como rey de España.
En su reinado se pueden distinguir tres etapas:
1. Sexenio absolutista (1814 - 1820)
Cuando Fernando VII regresó a España 69 diputados absolutistas le entregaron un escrito
conocido como el Manifiesto de los Persas, en el que le pedían que derogase la obra
legislativa de Cádiz y volviese al Antiguo Régimen.
En mayo de 1814 Fernando VII firmó el Decreto de Valencia, en el que declaraba nula la
Constitución de 1812 y toda la obra legislativa de Cádiz.
Esta etapa se caracterizó por:
• El restablecimiento de la monarquía absoluta y la vuelta al Antiguo Régimen.
• La ineficacia de los ministros.
• La fuerte represión contra los liberales.
• Los pronunciamientos de militares liberales.
2. Trienio liberal (1820 - 1823)
En enero de 1820 triunfó el pronunciamiento de Riego a favor de la Constitución de 1812.
Fernando VII fue obligado a jurar la Constitución, lo que supuso la vuelta al liberalismo. Se
formó un nuevo gobierno y se convocaron elecciones a Cortes. Las nuevas Cortes restauraron
gran parte de la obra de Cádiz.
Las dificultades del gobierno liberal fueron:
• La división de los liberales en dos grupos: los moderados y los exaltados.
• La oposición absolutista: Reacción de los realistas (partidarios del rey y del absolutismo).
• La actitud contraria del rey hacia el liberalismo obstaculizó las reformas legislativas.
En abril de 1823 las potencias de la Santa Alianza, temerosas de que la revolución se
extendiese al resto de Europa, encargaron a Francia que enviase un ejército (los “Cien Mil
Hijos de San Luis”) para restaurar el absolutismo en España. Finalmente, en septiembre de
1823 Fernando VII volvió a convertirse en monarca absoluto.
3. Década Ominosa (1823 - 1833)
Fernando VII declaró nulos todos los actos del gobierno liberal y restauró de nuevo el
absolutismo. Sin embargo, el régimen absolutista fue más moderado, no se restauró la
Inquisición y se contó con algunos ministros reformistas.
Esta etapa se caracterizó por:
• Las medidas antiliberales: Depuración del ejército y de la administración, represión
contra los liberales (Torrijos y sus seguidores, ejecución de Mariana Pineda), abolición
de la Milicia Nacional y creación de un cuerpo de voluntarios absolutistas.
• Los graves problemas económicos: Pérdida de las colonias americanas e intentos de
reforma.
• La gran tensión política: Conspiraciones de liberales y de los apostólicos.
• El problema sucesorio y el origen del carlismo: En 1830 nació Isabel y Fernando VII
derogó la Ley Sálica y promulgó la Pragmática Sanción, asegurando así los derechos al
trono a Isabel. Los carlistas, absolutistas, defendían a Carlos María Isidro como legítimo
heredero al trono. En 1833 se inició la primera guerra carlista que enfrentó a los
isabelinos y a los carlistas.
