Belén Tomás García
TEMA 19
CRONOTANATODIAGNÓSTICO: ESTIMACIÓN DEL INTERVALO POST-MORTEM (IPM)
O DATA DE LA MUERTE. INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA EN EL DESARROLLO DE
LOS INSECTOS. EL INFORME ENTOMOLÓGICO Y SU INTERPRETACIÓN EN LOS
PROCESOS LEGALES
ESTIMACIÓN DEL INTERVALO POST-MORTEM
La estimación del intervalo post-mortem no consiste en precisar el día exacto de la muerte
de una persona a partir de los artrópodos hallados en el cuerpo, sino en estimar un margen de
tiempo en el que pueda haber ocurrido la muerte, a partir de los datos entomológicos.
Entonces, la estimación del intervalo post-mortem es el cálculo de la fecha de la muerte a
partir de las muestras entomológicas que se recogen del cadáver. Puede haber causas que interfieran
en la colonización de los insectos, por ello, lo que se data realmente es el período de colonización:
cuando se lleva a cabo la estimación del intervalo post-mortem, en realidad, se calcula el período
comprendido desde la llegada de los insectos al cuerpo tras la defunción hasta que son capturados,
es decir, desde que los insectos llegan al cadáver hasta que son recolectados, por lo que, en realidad,
se calcula el intervalo de colonización.
Se ha de tener en cuenta que los insectos suelen llegar al cadáver minutos después de la
muerte, aunque en personas enfermas, pueden aparecer incluso en momentos antes de la muerte.
El cálculo del intervalo post-mortem se realiza utilizando diferentes técnicas:
Etapa de colonización o sucesión del cadáver: se debe observar:
- Qué etapa de colonización hay en el cadáver en el momento de la recogida de muestras: si
son insectos necrófagos, necrófilos, si son grupos propios de etapas muy avanzadas de
descomposición, etc. Se debe estudiar si los insectos son los primeros colonizadores o no.
- La fase de desarrollo en la que se encuentran los insectos: si son larvas, pupas, etc. Estudiar
si son los primeros colonizadores o no. Se estudia tanto la entomofauna preimaginal (insectos
que no están en estado adulto) como la adulta.
Datar los estados preimaginales: se puede realizar de dos formas:
- Estimar, a partir de la morfología de los huevos, larvas y pupas, la edad que tienen.
- Datar la edad que tienen calculándola mediante la cría en el laboratorio.
Conocer la fase de descomposición y el estado de putrefacción en la que se encuentra,
mediante la observación del cadáver.
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, Belén Tomás García
CÁLCULO DEL INTERVALO POST-MORTEM
En la estimación del intervalo post-mortem no se calcula una fecha concreta, sino un período
de tiempo en el que pudo ocurrir la muerte de una persona, por lo que tiene un valor máximo y un
valor mínimo:
Determinación de un valor máximo que, con máxima certeza, es el intervalo de tiempo
transcurrido desde la última vez que la víctima fue vista con vida hasta el hallazgo del cuerpo.
Por ejemplo, si la víctima fue vista por última vez el 20 de octubre y aparece el 30 de octubre
muerta, hay 10 días de intervalo máximo.
Determinación de un valor mínimo, a partir de las especies presentes en el cadáver y
considerando que existen las condiciones ambientales óptimas, es decir, se estima el valor
mínimo teniendo en cuenta que hay unas condiciones perfectas para el desarrollo de las
especies encontradas. Para ello, se debe observar la sucesión de insectos sarcosaprófagos: si
se trata de dípteros, coleópteros, himenópteros…
Este valor mínimo se calcula a partir de la estimación de los insectos inmaduros más
desarrollados presentes cuando el cadáver es descubierto: por ejemplo, si hay pupas y
huevos, se calcula a partir de las pupas; y si se encuentran larvas de los estadios L-II y L-III, se
coge la larva L-III.
La datación suele realizarse principalmente a partir de las primeras oleadas de
colonización, es decir, de los dípteros (Familias Calliphoridae, Sarcophagidae y Muscidae), ya
que son los que se desarrollan en el cadáver. Siempre hay que trabajar con necrófagos para
hacer el cálculo del intervalo post-mortem, pero los coleópteros y otros insectos son útiles
para conocer en qué etapa de sucesión se encuentra en el cadáver.
DATACIÓN DE LAS FASES PREIMAGINALES DE LOS DÍPTEROS
I. HUEVOS
El huevo tiene una longitud aproximada de 2 mm:
- Durante las primeras 8 horas (0 – 8 horas) son blancos no transparentes, es decir, es
blanquecino y no se observa nada por transparencia dentro del huevo, porque está una fase
muy primaria en la que no hay ninguna estructura en su interior.
- Transcurridas unas horas (entre las 8 - 24 horas siguientes), por transparencia y microscopía
electrónica se puede ver la larva en el estadio L-I en el interior. Cuando se ve el huevo por
transparencia, se pueden ver las piezas bucales de las larvas, como una manchita.
A las 24 horas aproximadamente, el huevo eclosiona en casi todas las especies, aunque
depende del microclima, es decir, de la temperatura y la humedad relativa del lugar.
Todos estos datos hay que ajustarlos a la especie a la que pertenece el huevo, y para llevar a
cabo la identificación de especies se deben seguir claves de determinación: es necesario observar la
reticulación de los huevos, que son características de cada especie.
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TEMA 19
CRONOTANATODIAGNÓSTICO: ESTIMACIÓN DEL INTERVALO POST-MORTEM (IPM)
O DATA DE LA MUERTE. INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA EN EL DESARROLLO DE
LOS INSECTOS. EL INFORME ENTOMOLÓGICO Y SU INTERPRETACIÓN EN LOS
PROCESOS LEGALES
ESTIMACIÓN DEL INTERVALO POST-MORTEM
La estimación del intervalo post-mortem no consiste en precisar el día exacto de la muerte
de una persona a partir de los artrópodos hallados en el cuerpo, sino en estimar un margen de
tiempo en el que pueda haber ocurrido la muerte, a partir de los datos entomológicos.
Entonces, la estimación del intervalo post-mortem es el cálculo de la fecha de la muerte a
partir de las muestras entomológicas que se recogen del cadáver. Puede haber causas que interfieran
en la colonización de los insectos, por ello, lo que se data realmente es el período de colonización:
cuando se lleva a cabo la estimación del intervalo post-mortem, en realidad, se calcula el período
comprendido desde la llegada de los insectos al cuerpo tras la defunción hasta que son capturados,
es decir, desde que los insectos llegan al cadáver hasta que son recolectados, por lo que, en realidad,
se calcula el intervalo de colonización.
Se ha de tener en cuenta que los insectos suelen llegar al cadáver minutos después de la
muerte, aunque en personas enfermas, pueden aparecer incluso en momentos antes de la muerte.
El cálculo del intervalo post-mortem se realiza utilizando diferentes técnicas:
Etapa de colonización o sucesión del cadáver: se debe observar:
- Qué etapa de colonización hay en el cadáver en el momento de la recogida de muestras: si
son insectos necrófagos, necrófilos, si son grupos propios de etapas muy avanzadas de
descomposición, etc. Se debe estudiar si los insectos son los primeros colonizadores o no.
- La fase de desarrollo en la que se encuentran los insectos: si son larvas, pupas, etc. Estudiar
si son los primeros colonizadores o no. Se estudia tanto la entomofauna preimaginal (insectos
que no están en estado adulto) como la adulta.
Datar los estados preimaginales: se puede realizar de dos formas:
- Estimar, a partir de la morfología de los huevos, larvas y pupas, la edad que tienen.
- Datar la edad que tienen calculándola mediante la cría en el laboratorio.
Conocer la fase de descomposición y el estado de putrefacción en la que se encuentra,
mediante la observación del cadáver.
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CÁLCULO DEL INTERVALO POST-MORTEM
En la estimación del intervalo post-mortem no se calcula una fecha concreta, sino un período
de tiempo en el que pudo ocurrir la muerte de una persona, por lo que tiene un valor máximo y un
valor mínimo:
Determinación de un valor máximo que, con máxima certeza, es el intervalo de tiempo
transcurrido desde la última vez que la víctima fue vista con vida hasta el hallazgo del cuerpo.
Por ejemplo, si la víctima fue vista por última vez el 20 de octubre y aparece el 30 de octubre
muerta, hay 10 días de intervalo máximo.
Determinación de un valor mínimo, a partir de las especies presentes en el cadáver y
considerando que existen las condiciones ambientales óptimas, es decir, se estima el valor
mínimo teniendo en cuenta que hay unas condiciones perfectas para el desarrollo de las
especies encontradas. Para ello, se debe observar la sucesión de insectos sarcosaprófagos: si
se trata de dípteros, coleópteros, himenópteros…
Este valor mínimo se calcula a partir de la estimación de los insectos inmaduros más
desarrollados presentes cuando el cadáver es descubierto: por ejemplo, si hay pupas y
huevos, se calcula a partir de las pupas; y si se encuentran larvas de los estadios L-II y L-III, se
coge la larva L-III.
La datación suele realizarse principalmente a partir de las primeras oleadas de
colonización, es decir, de los dípteros (Familias Calliphoridae, Sarcophagidae y Muscidae), ya
que son los que se desarrollan en el cadáver. Siempre hay que trabajar con necrófagos para
hacer el cálculo del intervalo post-mortem, pero los coleópteros y otros insectos son útiles
para conocer en qué etapa de sucesión se encuentra en el cadáver.
DATACIÓN DE LAS FASES PREIMAGINALES DE LOS DÍPTEROS
I. HUEVOS
El huevo tiene una longitud aproximada de 2 mm:
- Durante las primeras 8 horas (0 – 8 horas) son blancos no transparentes, es decir, es
blanquecino y no se observa nada por transparencia dentro del huevo, porque está una fase
muy primaria en la que no hay ninguna estructura en su interior.
- Transcurridas unas horas (entre las 8 - 24 horas siguientes), por transparencia y microscopía
electrónica se puede ver la larva en el estadio L-I en el interior. Cuando se ve el huevo por
transparencia, se pueden ver las piezas bucales de las larvas, como una manchita.
A las 24 horas aproximadamente, el huevo eclosiona en casi todas las especies, aunque
depende del microclima, es decir, de la temperatura y la humedad relativa del lugar.
Todos estos datos hay que ajustarlos a la especie a la que pertenece el huevo, y para llevar a
cabo la identificación de especies se deben seguir claves de determinación: es necesario observar la
reticulación de los huevos, que son características de cada especie.
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