5.1 Isabel II: las Regencias. Las guerras carlistas. Los grupos políticos, el
Estatuto Real de 1834 y la Constitución de 1837
En 1830, Fernando VII (1808-14/1833) promulgó la pragmática sanción para anular la ley
sálica permitiendo que Isabel II (1833-43/1868) su hija pudiera reinar dejando a Carlos de
Borbón (1788-1855) quedó fuera de la línea de sucesión. Tras la muerte del rey en 1833 su
hija se proclama reina como era menor de edad se estableció como primera regente a su
madre Mo Cristina de Borbón (1833-1840) debido a la falta de apoyo se vio obligada a
buscarlo con los liberales que estaban divididos en dos partidos políticos los moderados y
los progresistas. Los absolutistas proclamaron como rey a Carlos de Borbón (hermano de
Fernando VII). El reinado de Isabel II marcó una transición de un antiguo régimen
absolutista a uno liberal.
La regencia comenzó con el estallido de la Primera Guerra Carlista (1833-1840) comenzó
en Portugal con un enfrentamiento ideológico entre los absolutistas (carlistas) que defienden
el Antiguo Régimen y los liberales (isabelinos) que defienden el centralismo, liberalismo, la
soberanía nacional y la división de poderes. El conflicto se puede dividir en tres fases: la
primera fase (1833-35) muere Zumalacárregui (General Carlista), se producen partid rurales
llamadas guerrillas en País Vasco y Cataluña, más tarde en Aragón y Mae En la segunda
fase (1835-37), los liberales tomaron la iniciativa y los carlistas realizaron numerosas
invasiones e intentaron llegar a Madrid (Expedición real de Carlos V). La última fase
(1837-39) nos encontramos con el triunfo isabelino, el final del conflicto se consigue con el
Acuerdo de Vergara (29-08-1839). Como consecuencia se estableció el liberalis en España,
se generó una crisis económica y se retrasó la industrialización El detonante de la Segunda
Guerra Carlista (1846-1849) tuvo lugar principalmente en Cataluña, tras los intentos fallidos
de casar a la reina con el pretendiente carlista (Carlos VI La Tercera Guerra Carlista
(1872-76) tuvo como objetivo recuperar los fueros: el pretendiente Carlos VII (Duque de
Madrid) tuvo principal lugar en las Vascongadas y Navarra, con levantamientos en Cataluña,
Valencia, Aragón y Andalucía. El movimiento es aplastado y disuelto, pero se convertirá en
ideológico, sobreviviendo al s.XX
Con el reinado de Isabel II surgen dos regencias: la regencia de Mo Cristina (1833-40) y la
segunda la de Espartero (1840-43), en la regencia de María Cristina surgieron dos
corrientes políticos; el moderado y el progresista que antes eran los exaltados. Los
moderados dirigidos por Narváez defienden el sufragio censitario, limitación de derechos
individuales, soberanía compartida, derecho de veto y representan a la alta burguesía. Y los
progresistas están dirigidos por Espartero, defienden la soberanía nacional representada en
las Cortes, estado confesional con libertad de culto, limitación de poderes, sufragio
censitario amplio, reformas sociales y representan a la baja y media burguesía, clases
medias, empleados y artesanos que aspiraban a un reformismo.
La regencia de Cristina de Borbón al principio del conflicto delegó la dirección del gobierno a
los moderados, aprobando en los años del Estatuto Real en 1834 que marcó el fin del
Antiguo Régimen en España. El Estatuto es una carta otorgada (sin poder constituyente)
creada por Martínez de la Rosa, defiende la soberanía compartida entre el rey y las Cortes,
el sufragio censitario, se instaura un régimen oligárquico, tiene poca división de poderes no
Estatuto Real de 1834 y la Constitución de 1837
En 1830, Fernando VII (1808-14/1833) promulgó la pragmática sanción para anular la ley
sálica permitiendo que Isabel II (1833-43/1868) su hija pudiera reinar dejando a Carlos de
Borbón (1788-1855) quedó fuera de la línea de sucesión. Tras la muerte del rey en 1833 su
hija se proclama reina como era menor de edad se estableció como primera regente a su
madre Mo Cristina de Borbón (1833-1840) debido a la falta de apoyo se vio obligada a
buscarlo con los liberales que estaban divididos en dos partidos políticos los moderados y
los progresistas. Los absolutistas proclamaron como rey a Carlos de Borbón (hermano de
Fernando VII). El reinado de Isabel II marcó una transición de un antiguo régimen
absolutista a uno liberal.
La regencia comenzó con el estallido de la Primera Guerra Carlista (1833-1840) comenzó
en Portugal con un enfrentamiento ideológico entre los absolutistas (carlistas) que defienden
el Antiguo Régimen y los liberales (isabelinos) que defienden el centralismo, liberalismo, la
soberanía nacional y la división de poderes. El conflicto se puede dividir en tres fases: la
primera fase (1833-35) muere Zumalacárregui (General Carlista), se producen partid rurales
llamadas guerrillas en País Vasco y Cataluña, más tarde en Aragón y Mae En la segunda
fase (1835-37), los liberales tomaron la iniciativa y los carlistas realizaron numerosas
invasiones e intentaron llegar a Madrid (Expedición real de Carlos V). La última fase
(1837-39) nos encontramos con el triunfo isabelino, el final del conflicto se consigue con el
Acuerdo de Vergara (29-08-1839). Como consecuencia se estableció el liberalis en España,
se generó una crisis económica y se retrasó la industrialización El detonante de la Segunda
Guerra Carlista (1846-1849) tuvo lugar principalmente en Cataluña, tras los intentos fallidos
de casar a la reina con el pretendiente carlista (Carlos VI La Tercera Guerra Carlista
(1872-76) tuvo como objetivo recuperar los fueros: el pretendiente Carlos VII (Duque de
Madrid) tuvo principal lugar en las Vascongadas y Navarra, con levantamientos en Cataluña,
Valencia, Aragón y Andalucía. El movimiento es aplastado y disuelto, pero se convertirá en
ideológico, sobreviviendo al s.XX
Con el reinado de Isabel II surgen dos regencias: la regencia de Mo Cristina (1833-40) y la
segunda la de Espartero (1840-43), en la regencia de María Cristina surgieron dos
corrientes políticos; el moderado y el progresista que antes eran los exaltados. Los
moderados dirigidos por Narváez defienden el sufragio censitario, limitación de derechos
individuales, soberanía compartida, derecho de veto y representan a la alta burguesía. Y los
progresistas están dirigidos por Espartero, defienden la soberanía nacional representada en
las Cortes, estado confesional con libertad de culto, limitación de poderes, sufragio
censitario amplio, reformas sociales y representan a la baja y media burguesía, clases
medias, empleados y artesanos que aspiraban a un reformismo.
La regencia de Cristina de Borbón al principio del conflicto delegó la dirección del gobierno a
los moderados, aprobando en los años del Estatuto Real en 1834 que marcó el fin del
Antiguo Régimen en España. El Estatuto es una carta otorgada (sin poder constituyente)
creada por Martínez de la Rosa, defiende la soberanía compartida entre el rey y las Cortes,
el sufragio censitario, se instaura un régimen oligárquico, tiene poca división de poderes no